Una poderosa organización global obtiene escandalosas ganancias a la sombra de las leyes y las fiscalizaciones. El crimen ambiental organizado tala bosques, comercia animales silvestre y opera la minería ilegal de oro. Además, encuentra fragilidades en el sistema financiero de Estados Unidos que le permiten el lavado de dinero a través de un entramado de empresas fantasmas. Actúa vorazmente contra el medioambiente, colapsándolo y contaminándolo
Interpol estima que los delitos ambientales, como la caza furtiva y la tala ilegal, generan hasta 281.000 millones de dólares al año. Sería el tercer negocio ilegal más lucrativo. Aunque los crímenes se cometen en cualquier del mundo, el sistema financiero estadounidense les ha resultado ideal para aparcar y lavar las ganancias por las debilidades de su infraestructura contra el blanqueo de dinero.
Julia Yansura, directora del programa de delitos ambientales y finanzas ilícitas en la Coalición de Responsabilidad Financiera y Transparencia Corporativa, explicó que las redes que manejan los crímenes ambientales varían en escala y nivel de organización. Desde las pequeñas y menos organizadas involucradas en el comercio de vida silvestre hasta grandes y lucrativas dedicadas a la deforestación y la minería ilegal de oro, coltán y rodio. Las más poderosas y organizadas tienen vínculos financieros con el tráfico de drogas, el terrorismo, la corrupción política, el sicariato y los secuestros,
The Hill publicó que el lavado de dinero lo hacen a través de empresas fantasma y otras entidades. Un mecanismo crítico que permite a los actores criminales disfrazar los orígenes sucios de sus abundantes ganancias.
Operaciones del crimen ambiental organizado
Susanne Breitkopf, subdirectora de la Agencia de Investigación Ambiental, contó que recientemente una pareja en Florida contrabandeó madera extraída en Rusia y convertida en China en madera contrachapada. Mediante varias empresas fantasmas oscurecieron la verdadera cadena de suministro y los deberes evadidos.
«Las fachadas corporativas les permiten defraudar o evadir la ley por debilidades importantes en la infraestructura antilavado de dinero de Estados Unidos. Es ‘sorprendentemente poca’ información que requieren para registrar una empresa y al crimen organizado resulta muy fácil contar con una red de corporaciones fantasmas, afirmó JuliaYansura.
La investigación de FACT Coalition constató que la mayoría de los estados requieren menos información de una empresa que la que requieren las bibliotecas públicas para prestar sus libros. «De muchas de estas empresas sabemos muy poco, y el gobierno sabe ni el nombre del propietario o propietarios. Ese vacío lo explotan los delincuentes financieros y ambientales», subrayó.
Citó el caso del segundo mayor exportador de oro de Colombia. Después de lavar más de mil millones de dólares a través de empresas fantasmas, traspasó casi todo el dinero a dos refinerías virtuales en Miami. Asimismo, recordó que el ex presidente peruano Alejandro Toledo aceptó más de un millón de dólares en sobornos de una empresa brasileña involucrada en la deforestación del Amazonas y luego compró bienes raíces en Maryland.
Lavado de dinero y empresas fantasmas
Muchos de los esfuerzos de Estados Unidos para contrarrestar el crimen ambiental organizado transnacional fluyen a través de la Ley Lacey. Tiene 120 años de antigüedad y se limita a prohibir el comercio de vida silvestre y plantas obtenidas o transportadas ilegalmente. El difícil seguimiento de operaciones ilícitas vinculadas a crímenes ambientales abre el camino de la impunidad. “Es preocupante en cuanto al lavado de dinero y sus efectos en la economía, pero también para la seguridad nacional y la preservación del medioambiental”, añadió Yansura.
Breitkopf considera que la Ley Lacey puede aplicarse en combinación con estatutos anticorrupción y antilavado de dinero. «Una estrategia que mediante la cooperación entre agencias puede garantizar que todos los aspectos de la “compleja red de criminal” queden cubiertos», añadió.
La Red de Ejecución de Delitos Financieros del Departamento del Tesoro tiene el mandato de “seguir el dinero” y sus funcionarios declararon a The Hill que los delitos ambientales son prioridad. Sin embargo, la oficina no tiene autoridad de investigación criminal. Se limita a ofrecer apoyo a otras agencias. El Departamento de Servicios de Pesca y Vida Silvestre y la División de Recursos Naturales de Justicia, entre ellas.
Ilícitos en el sector inmobiliarios
Un reciente informe del Colectivo de Datos Anticorrupción y Global Financial Integrity identifica y analiza 25 casos en los que 2.600 millones de dólares ilícitos se utilizaron para comprar propiedades inmobiliarias comerciales en 22 estados. La suma, identificada a través de informes públicos y casos del gobierno, probablemente sea apenas la punta del iceberg. Cada día es mayor la evidencia que apunta al riesgo sistémico de lavado de dinero en el sector inmobiliario comercial.
En uno de los 25 casos analizados, una operación transfronteriza de lavado de dinero utilizó una empresa registrada en Florida para invertir fondos ilícitos en 8 propiedades, incluido un complejo de apartamentos de 34 millones de dólares, en Georgia; un hotel de 62 millones de dólares, en Tysons Corner, Virginia; y 13 millones de dólares en un atractivo espacio para oficinas en Miami.