Una vez más, Facebook se encuentra en aprietos tras filtrarse, y graves. Nuevos documentos revelan los problemas que tiene la plataforma con respecto a la la desinformación y los grupos de odio. Los «Facebook papers» detallan cómo la empresa cayó en la desidia tras las elecciones presidenciales en Estados Unidos y cómo la manipulación del contenido fue clave durante el asalto al Capitolio el 6 de enero.
La divulgación de contenido vino de parte de varios exempleados anónimos de Facebook, quienes formaron parte del equipo de prevención contra noticias falsas y que, tras las elecciones de noviembre de 2020, abandonaron sus cargos en el conglomerado estadounidense.
La información sugiere que Facebook había activado decenas de medidas para evitar el caos en los comicios, pero que posteriormente dio marcha atrás y eso colaboró a que grupos armados y simpatizantes del expresidente Donald Trump incitaran a la violencia.
Tras lo sucedido el 6 de enero en el asalto al Capitolio, los aún empleados de la red social más grande del mundo expresaron “rabia y lamentación” por no haber dado mayor importancia a los “signos de alerta”. Aunque los trabajadores instaron a la acción por parte de sus directivos, la empresa fracasó en abordar los problemas. Ese día las denuncias en Facebook por parte de usuarios que habían hallado noticias falsas se dispararon a 40.000 por hora. Algo igual de alarmante sucedía en Instagram (propiedad de la compañía), pues la cuenta más denunciada por sembrar odio fue la del entonces presidente Trump.
Lo que revelan los Facebook papers
El documento describe que de miércoles a sábado (tras las elecciones del martes 3 de noviembre) circulaba mucho contenido que implicaba fraude en las elecciones, alrededor del 10% de todo el contenido cívico y el 1-2% de todos los VPV de EE UU. También hubo una franja de incitación a la violencia.
«Había docenas de empleados monitoreando esto, y Facebook lanzó 15 medidas antes de la elección, y otras 15 en los días posteriores. La mayoría de las medidas hicieron que los procesos existentes fueran más agresivos. Por ejemplo, reduciendo los umbrales, haciendo que las sanciones fueran más severas o ampliando la elegibilidad para las medidas existentes. Algunas medidas fueron cualitativas: reclasificar ciertos tipos de contenido como infractores, lo que no se había hecho antes», se lee en un extracto del documento filtrado por exempleados anónimos de la empresa.
Las medidas redujeron la prevalencia de contenido infractor en al menos 2 veces, aseguran. Sin embargo, tuvieron daños colaterales (eliminar y degradar el contenido que no viola). El episodio provocó un resentimiento notable por parte de los usuarios republicanos de Facebook que sienten que están siendo atacados injustamente.
Facebook aplicó las medidas necesarias el día de las elecciones
A mediados de enero, Sheryl Sandberg, directora de operaciones de Facebook, dijo que lo sucedido el 6 de enero en el Capitolio fue «organizado en gran parte en plataformas que no tienen nuestra capacidad para detener el odio». Mark Zuckerberg no habló en ese momento. En marzo dijo a los legisladores que la compañía «hizo nuestra parte para asegurar la integridad de nuestra elección».
Pero los Facebook papers exponen los detalles sobre cuán conscientes estaban los investigadores de la compañía después de la elección del flujo de información errónea que postulaba votos que había sido manipulado contra Trump. Además, revelan que los propios empleados de Facebook creían que la red social «podría haber hecho más».
La diferencia entre el día de las elecciones y el día del asalto al Capitolio
El día de las elecciones no hubo mayores problemas en Facebook, pues la empresa se encargó antes y durante la fecha de regular el contenido, eliminar la información errónea y bloquear anuncios políticos para «reducir las posibilidades de violencia y disturbios». Pero dos días después de los comicios el entonces presidente Trump escribió un mensaje, tanto en su Twitter como en Facebook, que decía «Están tratando de ROBAR la elección». Ahora, los «Facebook papers» muestran que los usuarios habían encontrado formas de usar la red social para expresar su desconfianza en la votación.
Los días siguieron pasando y Facebook aligeraba las medidas en su plataforma. Según los exempleados «el período crítico posterior a la elección parecía haber pasado». La compañía estaba preocupada de que algunas medidas preelectorales, como reducir el alcance de las páginas marginales de la derecha, pudieran generar quejas de los usuarios.
La mañana del 6 de enero de 2021 las quejas de los usuarios sobre publicaciones que incitaban a la violencia se habían disparado. Al momento de irrumpir en el Capitolio, Facebook tomó algunas acciones para regular el contenido. Por ejemplo, permitir que los ingenieros de la empresa eliminen en masa las publicaciones que se denunciaban por promover la violencia. Pero otras medidas, como evitar que los grupos cambien sus nombres a términos como Stop the Steal (Detengan el asalto), no se implementaron por completo debido a «fallas tecnológicas de última hora».
Facebook en el ojo del huracán
Desde hace semanas, Facebook enfrenta una de las peores crisis en años. Principalmente tras la filtración de unos documentos que revelaban que Instagram era una red social tóxica para las niñas y adolescentes. Sin embargo, todo se reavivó cuando Francis Haugen, exempleada del conglomerado declaró ante el subcomité del Senado de los EE UU. Allí aseguró que Facebook «antepone sus beneficios a la seguridad de los usuarios». Además, «oculta que sus plataformas son nocivas para los menores, fomentan la división social y debilitan la democracia».
Por su parte, el presidente y cofundador de Facebook, Mark Zuckerberg, negó que su compañía antepusiera los beneficios a la seguridad y el bienestar de los usuarios. También dijo que “muchas de las acusaciones no tienen sentido” y que no reconoce “la falsa imagen de la compañía que se está pintando”.
A esto se le suma que comenzando octubre miles de millones de usuarios de las plataformas filiales de Facebook, Whatsapp e Instagram permanecieron más de seis horas sin poder acceder a sus servicios. Esto se debió a una caída global que generó millones de teorías e incluso una disculpa pública de Zuckerberg.