Vernos cómo luciremos dentro de unos años. Una curiosidad que FaceApp promete satisfacer. Gracias a ello, se ha vuelto quizás la aplicación más popular por estos días. ¿Un juego inocente? Quizás no tanto.
Usuarios, especialistas en seguridad informática y autoridades alrededor del mundo advierten de los posibles peligros que podría acarrear el uso de la, en apariencia, inofensiva aplicación.
La curiosidad puede salir cara
Este programa permite a los usuarios cargar fotos de su rostro que serán editadas automáticamente para simular su apariencia futura, añadiendo arrugas y canas.
La curiosidad por verse a sí mismos como lucirán en unos años, llenó las redes de millones de usuarios. Entre ellos están celebridades como Drake, LeBron James, Mark Hamill y los Jonas Brothers, por nombrar solamente a algunos.
I'll be glad when people get tired of using FaceApp & posting photos of me as an ancient relic. The only one who has aged halfway decently in these pics is my #LemonHairedLuke action figure. #FaceAPPalling pic.twitter.com/kOJgOG44iA
— Mark Hamill (@MarkHamill) July 18, 2019
FaceApp ha alterado los rostros de más de 80 millones de usuarios desde su lanzamiento en 2017. La tecnología permite a los usuarios cambiar su edad, género o peinado en una foto, a menudo con resultados muy convincentes.
Esta aplicación usa software de inteligencia artificial para alterar las fotos automáticamente en sólo segundos, similar a herramientas disponibles en Instagram y Snapchat.
Pero ahora, han surgido inquietudes sobre cómo la compañía propietaria de la aplicación, cuyos desarrolladores se encuentran en San Petersburgo (Rusia), podrían hacer un uso inadecuado de las fotos. Tal posibilidad ha causado alarma entre muchos usuarios.
Un peligro que viene desde Rusia
La preocupación ha llegado hasta el Comité Nacional Demócrata de Estados Unidos. Sus autoridades advirtieron al personal de la campaña presidencial 2020 y personas “en el entorno demócrata” que no usaran la aplicación. Además, les instaron a “borrar la aplicación inmediatamente”, señalando que el software fue desarrollado en Rusia.
Los oficiales del CND fueron objeto de ataques de hackers rusos durante las elecciones presidenciales de 2016. Desde entonces, han invertido en medidas de seguridad cibernética para prevenir un ataque similar.
“Esta novedad no está exenta de riesgos: la FaceApp fue desarrollada por los rusos”. Así lo escribió el jefe de seguridad del Comité Nacional Demócrata en su alerta a las campañas.
«En este punto no tenemos claro cuáles pueden ser los riesgos a la privacidad, pero lo que está claro es que los beneficios de evitar esta aplicación superan los riesgos… Si usted o alguno de sus empleados ya ha usado la aplicación, recomendamos que la elimine inmediatamente”.
If you have used #FaceApp, you probably wish you hadn’t. Watch below ⬇️ pic.twitter.com/Mjxq2cQsgW
— Sen. Marsha Blackburn (@MarshaBlackburn) July 18, 2019
Desarrolladores se defienden
FaceApp es propiedad de Wireless-Lab, una compañía con sede en San Petersburgo. No obstante, en sus términos de servicio indica que cualquier litigio judicial se resolverá en tribunales federales o estatales del condado de Santa Clara, en el corazón de Silicon Valley.
Su fundador y director ejecutivo Yaroslav Goncharov aseguró que, aunque los equipos de investigación y desarrollo de FaceApp se encuentran en Rusia, no transfieren los datos de los usuarios a ese país y que eliminan “la mayoría de las imágenes” de sus servidores, después de 48 horas.
Yaroslav Goncharov, FaceApp’s spokesman, claims most images are deleted from their servers within 48 hours from the upload date. https://t.co/3mmfKNUNdp
— KHOU 11 News Houston (@KHOU) July 17, 2019
Privacidad en riesgo
El software sube la foto a la “nube” de servidores operados por Amazon y Google, explicó la compañía. Es decir, que borrar la aplicación no incidirá en cómo podrían usar las fotos. En sus términos de privacidad, la compañía declara que puede recolectar las fotos de los usuarios, al igual que datos sobre su historial de internet y demás información.
En sus términos de servicio, la compañía establece que los usuarios conceden licencia “perpetua, irrevocable… (y) a nivel mundial” para usar sus imágenes, nombre, o semejanza en cualquier manera que considere apropiada.
Si un usuario borra el contenido de la aplicación, FaceApp aún podría guardarlo y usarlo, de acuerdo a los términos. También dice que la compañía no puede garantizar la seguridad de sus datos e información y que está podría compartirla con otras empresas y anunciantes, lo cual no aclara en sus términos de privacidad.
Goncharov aclaró que los usuarios que deseen eliminar sus datos de FaceApp pueden hacer la solicitud a través de la misma aplicación, al seleccionar “configuración”, luego “ayuda”, seguido de “informe de error”, colocando “privacidad” en el asunto. “Nuestro equipo de soporte está sobrecargado en este momento, pero estas solicitudes serán la prioridad”, indica la declaración oficial.
Los términos de servicio de FaceApp indican que puede compartir la información con un organismo gubernamental que presente un requerimiento, orden judicial u orden de registro y la compañía considera “de buena fe que la ley así lo requiere”. Estos datos también podría compartirlos con cualquier país en donde tenga instalaciones, incluyendo Rusia.
La personas que use la aplicación también “nos autoriza a transferir, almacenar y usar su información en los Estados Unidos y otras naciones, donde podría no tener los mismos derechos y protecciones que tiene bajo leyes locales”.
FaceApp no cumple con estándares de la UE
Baptiste Robert, asesor de seguridad francés que usa el seudónimo Elliot Anderson, dijo haber analizado el tráfico entre FaceApp en su teléfono e internet para entender cómo opera la red para los usuarios.
Descubrió que solo las imágenes cargadas y modificadas se guardan en el servidor, no todo el carrete de imágenes en el teléfono. Sin embargo, también dijo que no cree que la aplicación cumpla con el nuevo Reglamento general de protección de datos de la Unión Europea.
“Al cargar la foto, no tienen idea de cómo podría ser usada esa imagen,” dijo Robert. Agregó que los términos y condiciones de la aplicación son vagos. “No se apresuren a usar esta aplicación, porque no saben cómo podrían usar sus datos después”.
Kate O’Neill, asesora técnica, opina que FaceApp ofrece «rebuscados» términos de privacidad y explicaciones. “Debemos ser astutos con aplicaciones y juegos que animan a todos a participar de la misma manera,” dijo.
I’m really not keen to get into a whole FaceApp version of the 10yearchallenge debacle, but since people have been asking for my take, the gist of it is:
Please just be sensibly cautious with stuff like this. There are enough other ways to have fun.
— Kate O'Neill (@kateo) July 17, 2019
“Eso pone a los datos en un estado vulnerable que se convierte en algo que podría usarse para entrenar sistemas de reconocimiento facial y otros tipos de sistema que podrían ser usados de una manera distinta a como piensa la gente”.
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