Los fabricantes de autos en Estados Unidos están preocupados por la disminuida oferta de chips y piden al Gobierno una ayuda económica para impulsar la producción de esos dispositivos. Consideran que la creciente escasez de semiconductores podría reducir en 1,3 millones la producción de coches este año.
El presidente Joe Biden ordenó en febrero varias acciones para abordar la crisis de los chips. Una de ellas, reunir 37.000 millones de dólares en fondos para avalar una legislación que impulse su fabricación en Estados Unidos.
En ese sentido, la Alianza para la Innovación Automotriz solicita al Departamento de Comercio “destinar una parte de los fondos” para sustentar el proyecto de ley que expandiría la producción de semiconductores en ese país. Algunos fondos deberían «usarse para construir nueva capacidad que respalde a la industria automotriz y mitigue los riesgos para la cadena de suministro automotriz que evidencia la actual escasez de chips», dijo el director ejecutivo del grupo, John Bozzella.
La Alianza representa a casi todos los principales fabricantes de automóviles con fábricas en Estados Unidos. Incluidas General Motors, Ford Motor, Volkswagen AG, Toyota Motor y Hyundai Motor. También pertenecen a la agrupación los fabricantes de vehículos de motor, proveedores de equipos originales y otros subsectores automotrices. Esta industria aporta 1,1 billones de dólares a la economía de estadounidense y representa el 5,5% del PIB. El sector es responsable de 10,3 millones de puestos de trabajo
SOS de los fabricantes de autos en EE UU
La pandemia afectó la economía, la movilidad, la forma de vida en el planeta. Tras los difíciles meses del primer confinamiento, la industria automotriz mundial observó un declive en la demanda de autos. Entonces redujo sus pedidos previendo una mayor y prolongada recesión.
Entretanto, los fabricantes de chips cambiaron sus líneas de producción y diversificaron su mercado. Pero, en el tercer trimestre de 2020, las ventas de automóviles se recuperaron más rápido de lo previsto. Cuando el sector quiso elevar sus pedidos, estos estaban comprometidos por la industria productos electrónicos, cuya demanda continuó sin cesar.
Los dispositivos premium, tanto para el trabajo como para el ocio, aumentaron a medida que la gente pasaba más tiempo en casa.
La mayoría de los fabricantes de autos han sido afectados por la escasez. En anuncios recientes, Ford dijo que recortaría la producción en siete plantas de ensamblaje de América del Norte. Mientras que Kia Motors indicó que recortaría dos días de producción en Georgia.
La Alianza precisó que “la prioridad inmediata es reducir la gravedad de la escasez de microchips, con el fin de proteger los empleos y minimizar el impacto negativo en la economía”.
Señaló que en la encuesta más reciente a sus asociados, los resultados están alineados con las proyecciones realizadas por IHS Markit y AlixPartners: en 2021 se dejaría de producir 1,3 millones de vehículos.
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