Mantener a los estudiantes alejados de sus teléfonos móviles puede ser un desafío. En el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles están próximos a averiguar qué tan difícil es. Votaron a favor de prohibir los smartphones durante todo el día de escuela. Se convierte así en el sistema escolar más grande en dar un paso de este tipo guiado por la preocupación que existe en cuanto a la adicción que causa en menores de edad en la era de las redes sociales.
En los centros educativos de Los Ángeles, como en muchas escuelas estadounidenses, existe una política que prohíbe el uso del teléfono durante el horario de clases. Solo se permiten dispositivos en la hora del almuerzo y los descansos. La implementación varía entre aulas y a los maestros les resulta difícil controlarla. La votación de 5 a 2 despeja el camino para una política eficiente que lo prohíba que entraría en vigor en enero.
Entre las medidas se considera guardar físicamente los teléfonos en casilleros o bolsas. Un enfoque que están adoptando un número cada vez mayor de escuelas y distritos. Algunas escuelas que prohibieron los teléfonos inteligentes les han dado a los estudiantes teléfonos ligeros, que solo tienen funciones de llamadas y mensajes de texto.
Tarea difícil
Los maestros de todo el país están lidiando con el uso generalizado de teléfonos celulares. Los estudiantes no solo envían mensajes de texto a padres y amigos, sino que filman peleas e intimidan a compañeros de clases en las redes sociales. El Distrito Escolar del Condado de Clark, que cubre Las Vegas y es el quinto sistema escolar más grande del país, comenzará a exigir que todos los estudiantes de sexto a duodécimo grado mantengan los teléfonos en bolsas sin cierre que bloquee las señales celulares. Florida e Indiana se encuentran entre los estados que han aprobado leyes que prohíben los teléfonos en el aula, pero la medida varía también según el distrito.
Implementar la nueva política en los 800 campus y a los 414.000 estudiantes que hay en Los Ángeles será una tarea enorme. «La investigación es clara: los efectos nocivos en los niños, la salud mental, la salud física y el nivel académico que alcanzan de algunas escuelas estadounidenses», dijo Nick Melvoin, miembro de la junta. Indicó que espera que una política a nivel distrital facilite a los maestros y directores realizar un cambio cultural.
Dana Gil, profesora de inglés de una escuela secundaria en Los Ángeles, dijo que los estudiantes sacan sus teléfonos tan pronto como se sienten nerviosos o inseguros sobre cómo hacer una tarea en clases. «Es más bien un consuelo emocional», dijo Gil. Ella agradecería la prohibición como una forma de ayudar a los estudiantes a superar esos obstáculos sin sus teléfonos y aprender a socializar con sus compañeros.
Recuperar el control
Para muchos profesores y padres, prohibir los móviles es la única manera de recuperar el control en las aulas. Se mantendría a los estudiantes concentrados y alejados de las redes sociales que pueden ser perjudiciales. Otros padres lo consideran inconveniente porque necesitan poder comunicarse con sus hijos en caso de una emergencia. Una encuesta nacional realizada a principios de este año reveló que solo un tercio de los padres de las escuelas públicas apoyaban la prohibición.
Distritos de escuelas estadounidenses como Los Ángeles deberían trabajar estrechamente con los padres en cualquier política, dijo Zach Rausch, científico investigador asociado de la Universidad de Nueva York, o «existe el riesgo de que los padres sientan que les están diciendo qué hacer». El superintendente Alberto Carvalho dijo que desde ahora comenzarán meses de conversaciones con padres, maestros, estudiantes y líderes escolares para lograr la aceptación de la política.
Rausch, investigador de un libro muy citado sobre los daños del uso del teléfono por parte de los jóvenes, dijo que las prohibiciones totales en las escuelas estadounidenses son difíciles, pero se pueden lograr. «Me imagino que habrá golpes y moretones en el camino, pero lo que hemos visto es que en cualquier escuela que se haya quedado sin teléfono, no hemos conocido a nadie que se haya arrepentido de esa decisión», dijo. La junta escolar de Los Ángeles dijo que abogaría por una legislación estatal y federal que limite el uso de teléfonos inteligentes en las escuelas.
En Nueva York lo lograron
Los alumnos de escuela secundaria Bethlehem Central, en Nueva York, ahora deben dejar todos sus dispositivos electrónicos en una cartuchera bajo llave durante toda la jornada escolar. Un cambio de política que fue “totalmente transformadora” desde la primera semana, dice el director Dave Doemel. “Es como volver a los años ochenta″, comenta que le dijeron hace unos meses cuando implementó la prohibición en esta institución educativa de los suburbios de Albany.
Señala con el dedo hacia la cafetería como si fuera un milagro: grupitos de chicos y chicas charlando, con el ruido de fondo de bandejas chocando y del arrastre de sillas. Una encuesta reciente de Gallup muestra que los adolescentes pasan un promedio de casi cinco horas diarias revisando las redes sociales, sin sumar las horas que dedican a los videojuegos ni a los mensajes de texto. Un informe de Common Sense Media reveló que los adolescentes chequean sus teléfonos más de 100 veces por día.
Aseguran los expertos que todo ese tiempo frente a la pantalla es malo para la salud mental de los adolescentes. El uso intensivo del celular conspira contra la interacción social y convierte el acoso en un arma. Los teléfonos móviles también distraen. Incluso cuando no se usan y están en la mochila o el bolsillo roban la atención. Investigaciones revelan una correlación entre el uso del celular y calificaciones más bajas en los exámenes.
Acoso y peleas
El director Doemel coincide con otros docentes que el único problema no es la distracción. Cada pelea en el patio se grababa y publicaba en las redes, los insultos y provocaciones se compartía y cobraban fuerza a medida que pasaba de aplicación en aplicación. Eso motivó a Doemel a presionar para que se aprobara la prohibición total, que fue aprobada por unanimidad.
Los padres igualmente tenían sus dudas: les preocupaba no poder comunicarse con sus hijos durante el día o que quedaran aislados en caso de emergencia. Los convencieron de que siempre podrían llamar a la oficina de sus padres o incluso enviar un correo electrónico, pues la mayoría tienen notebooks y en todas las aulas hay teléfonos para llamar al 911.
Profesores rechazan este tipo de medidas. Consideran que los estudiantes debían ser tratados como adultos. Aunque es un argumento bastante común y valedero, es difícil preparar a los estudiantes para resistirse a una tecnología diseñada para ser adictiva. Algo que tampoco logran muchos adultos. Doemel compara ese argumento con “darle un cigarrillo a un niño y decirle ´toma, pero sé responsable”. Por más que un estudiante quiera ser responsable, se le hace cuesta arriba.
En las escuelas estadounidenses anteriormente se usaban bloqueadores de teléfonos móviles para no permitir el uso de teléfonos. Actualmente son ilegales, tanto en uso como en venta, según la Ley Federal de Comunicaciones de 1934. Estos cortan las llamadas al 911 y pueden interrumpir la navegación aérea si se usan cerca de los aeropuertos.
Cómo lo han hecho otros
Australia: al igual que las escuelas estadounidenses los institutos australianos están divididos sobre si deben prohibir los teléfonos móviles en las aulas o permitirlos en momentos concretos durante el horario escolar. Las escuelas recomiendan el uso de los teléfonos móviles solo en casos de llamadas a padres o tutores. Si tienen cámara están restringidos en las instalaciones escolares y completamente prohibidos en algunas secciones como vestuarios, baños, gimnasios y piscinas.
China: está prohibido en escuelas primarias y secundarias de la provincia china de Shandong desde noviembre de 2018. China anunció, en febrero de 2021, que prohibiría que en las escuelas los niños utilizaran teléfonos móviles salvo consentimiento escrito de sus padres.
Francia: sea cual sea la edad los teléfonos móviles quedan permitidos en el entorno escolar. Se pide a los estudiantes que sus teléfonos permanezcan en sus mochilas, pero lo podrán usar tan pronto como terminen el trabajo.
Malasia: es una falta disciplinaria tanto que los estudiantes lleven sus teléfonos a la escuela así como que hagan uso en los dormitorios de los internados. Para cualquier caso de emergencia se espera que los estudiantes tomen prestado el teléfono de un maestro, o que haga uso de los teléfonos públicos de la escuela. En caso de que los estudiantes llevaran los teléfonos a la escuela, estos serán confiscados y se notificará a los padres de tal suceso para que los puedan recuperar.
Reino Unido: las escuelas de Reino Unido no tenían prohibiciones de teléfonos móviles en 2001. En 2007 un 50% de ellas empezaron a tenerlas durante la jornada escolar. En 2012 está cifra llegó al 98%. Se obligó a los estudiantes a no llevar consigo el teléfono a la escuela o que lo entregaran al comienzo del día.
Razones a favor del uso
- Acceso a recursos educativos: permite que los niños y niñas tengan acceso instantáneo a una amplia gama de recursos de educación: aplicaciones educativas, sitios web especializados y material multimedia.
- Fomento de la alfabetización digital: la alfabetización digital es la capacidad de las personas para trabajar en entornos digitales e incluye habilidades como búsqueda y análisis de información, elaboración de contenidos y manejo de herramientas digitales, entre otras.
- Facilitación de la comunicación y colaboración: pueden facilitar la comunicación entre los estudiantes y con los profesores. Aplicaciones de mensajería y herramientas de colaboración pueden promover el intercambio de ideas, el trabajo en equipo y la resolución conjunta de problemas.
- Adaptabilidad a diferentes estilos de aprendizaje: los niños y niñas pueden acceder a información de diversas formas, ya sea a través de lectura, videos educativos o actividades interactivas, lo que permite que cada estudiante encuentre el enfoque que mejor se adapte a sus necesidades.
- Preparación para el mundo digital: contribuye a prepararlos para el mundo digital en el que vivirán y trabajarán. Desarrollar habilidades digitales desde temprana edad puede ser beneficioso para su futuro académico y profesional. Entre las habilidades digitales más destacadas están el uso la inteligencia artificial, Big Data, Cloud Computing o Machine Learning.
En contra
- Distracciones y falta de atención: puede generar distracciones significativas, que afecten a la concentración y el rendimiento académico de los niños y niñas. Las notificaciones, juegos y redes sociales pueden desviar la atención de las actividades educativas. Según el informe de la Unesco Global Education Monitoring Report, el uso de la tecnología puede ser perjudicial si es excesivo o inadecuado. Los niños tardan 20 minutos en volver a concentrarse si se distraen con su teléfono.
- Problemas de conducta: puede dar lugar a problemas de conducta, como el uso inapropiado durante las clases o el acoso cibernético entre estudiantes. Estos comportamientos pueden afectar negativamente el ambiente escolar.
- Brecha digital: no todos los estudiantes tienen acceso igualitario a dispositivos móviles y a internet en el hogar. Si lo tienen puede que no sea en las mejores condiciones de velocidad, por ejemplo. Permitir el uso del móvil en el aula puede incrementar la brecha digital y dejar a algunos niños y niñas en una situación de desventaja.
- Impacto en la salud mental: el uso excesivo de dispositivos móviles ha sido asociado con problemas de salud mental, como la ansiedad y la depresión, especialmente entre los adolescentes. Permitir el acceso constante al móvil en el aula podría contribuir a agravar estos problemas.
- Falta de desarrollo de habilidades sociales: puede limitar las interacciones sociales entre los niños y niñas. El desarrollo de habilidades sociales, como la comunicación cara a cara y la resolución de conflictos, la asertividad o la empatía, podrían verse afectadas si los niños o niñas se sumergen excesivamente en sus dispositivos.