El mes pasado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusó a China de intentar influir en las elecciones legislativas del 6 de noviembre. Este miércoles, dos responsables de la seguridad de Estados Unidos coincidieron con Trump, al afirmar que China está librando una campaña sin precedentes para influir en la opinión pública estadounidense antes del proceso electoral.
Senadores de la Comisión de Seguridad Nacional preguntaron a la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, y al director del FBI, Christopher Wray, sobre la afirmación del presidente. También preguntaron si Pekín representa una amenaza mayor para el país que Moscú.
Nielsen respondió que había dos tipos de amenazas a la seguridad electoral estadounidense de otras naciones: piratería o interrupción de la infraestructura electoral, incluidos los censos electorales y las máquinas de votación, y campañas para influir en el voto.
«China está realizando un esfuerzo absolutamente sin precedentes para influir en la opinión estadounidense«, dijo Nielsen.
Agregó, sin embargo, que «no hemos visto hasta la fecha ningún intento chino de comprometer la infraestructura electoral».
Today at the Homeland Security and Governmental Affairs Committee, I testified on the top threats facing @DHSgov and what actions we are taking to defend our homeland. pic.twitter.com/tCVFxiRBMv
— Secretary Kirstjen M. Nielsen (@SecNielsen) October 10, 2018
China, la amenaza más complicada
El 26 de septiembre, ante una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU centrada en la no proliferación de armas de destrucción masiva, el líder republicano afirmó que «por desgracia, hemos determinado que China ha estado tratando de influir en las próximas elecciones de 2018 que serán en noviembre, contra mi Administración».
La razón, según Trump, es que «no quieren que yo gane o que nosotros ganemos porque soy el primer presidente que ha desafiado a China en comercio”.
El país asiático rechazó de inmediato estas acusaciones, a través del ministro de Exteriores, Wang Yi.
Cuando senadores de la Comisión de Seguridad Nacional, le preguntaron a Christopher Wray si China representaba una amenaza mayor que Rusia, expresó que «China representa de muchas maneras la amenaza de contrainteligencia más amplia, más complicada y más a largo plazo que enfrentamos«, la que afecta a todos los sectores de la economía de EEUU.
Las actividades de Rusia durante las elecciones presidenciales de 2016 son objeto de una amplia investigación federal que pretende averiguar si Moscú cooperó con la campaña de Trump para influir en la votación.
Wray señaló más adelante que «Rusia está luchando de muchas maneras para seguir siendo relevante después de la caída de la Unión Soviética. Están en la lucha de hoy. China está en la lucha de mañana«.
Injerencia de Rusia
Trump se ha mostrado escéptico sobre una injerencia rusa en las elecciones estadounidenses. Ha negado repetidamente que su campaña trabajara con Moscú para llegar a la Casa Blanca. El mandatario estadounidense ha recibido críticas de los demócratas y sus compañeros republicanos de que está ignorando una amenaza a la democracia estadounidense, reseñó Reuters.
Los responsables de inteligencia de Estados Unidos han dicho que Rusia ha utilizado campañas generalizadas de contrainformación, incluso en las redes sociales, con la vista puesta en las elecciones. También que ha tratado de piratear y robar información de candidatos y funcionarios estadounidenses.
Rusia ha negado repetidamente las acusaciones.
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