La presencia de Pablo Iglesias dentro del Ejecutivo incomoda a muchos sectores que los ven como un político de la izquierda radical, con ideología comunista y asesor con sus colegas Juan Carlos Monedero y Alfredo Serrano Mancilla del Hugo Chávez, Nicolás Maduro y Evo Morales. Esta percepción se ha hecho mucho más fuerte, luego de que el líder de Podemos insiste en referirse al artículo 128 de la Constitución.
Siempre que actúa como el portavoz del Gobierno en las rueda de prensa diarias para informar sobre la crisis sanitaria, el vicepresidente segundo hace alusión al artículo que establece que «toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general».
Desde que Iglesias hizo referencia por primera vez a este apartado constitucional, despertó las alarmas en muchos sectores. Algunos lo consideran como una amenaza a la propiedad privada y desde la oposición lo acusan de querer dinamitar a la economía española con sus ideas comunistas.
En @informativost5 me preguntaron por el artículo 128 de la Constitución. La Constitución no está para enseñarla, está para aplicarla y para proteger los intereses de la gente en momentos de crisis como este. pic.twitter.com/7aYts6dcp3
— Pablo Iglesias 🔻 (@PabloIglesias) April 2, 2020
Entre el torbellino de críticas destacan jueces, magistrados y catedráticos de Derecho Constitucional que lo acusan de pretender «bolivarizar» la economía, de tergiversar la Constitución y de lanzar proclamas propagandísticas sin fundamento legal alguno.
«Estas cuestiones deben ser refrendadas por el Parlamento, pero en una medida de este estilo hay que tentarse mucho la ropa antes de llevarlo a efecto. Sin duda alguna va contra lo que son los principios generales establecidos por la Constitución en el ámbito de la economía y de la hacienda», expone Eugenio Gay, ex vicepresidente del Tribunal Constitucional y expresidente del Consejo de la Abogacía, en el diario elEconomista.es.
Iglesias contra las políticas económicas de España
Los expertos coinciden en que las declaraciones de Iglesias están alejadas del contexto político de España. En principio, la Unión Europea es un escudo ante las pretensiones de Iglesias, pues el país se debe a unas normativas comunitarias y a la jurisprudencia que reconocen la libertad de empresa y el derecho de propiedad privada. «La política económica de nuestro país no es la nacionalización ni la intervención de las empresas», agregó Gay.
Por su parte, Esaú Alarcón, profesor de Derecho de la Universidad Abat Oliba, resaltó que Iglesias tiene una «interpretación bolivariana» del artículo, haciendo alusión a las prácticas Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela, que denominaban «socialismo bolivariano».
Hoy he hablado en @informativost5 sobre cómo se afrontó la anterior crisis y cómo hemos decidido afrontar esta 👇 pic.twitter.com/h44AQopoyr
— Pablo Iglesias 🔻 (@PabloIglesias) April 1, 2020
«El artículo 128 no permite la confiscación, que es lo que ellos pretenden, porque lo impide el artículo 31.1 de la propia Carta Magna. El objetivo de ese precepto es permitir políticas económicas que generen déficit y por tanto endeudamiento. Es un artículo de política económica general y no de aplicación particular, lo que supone una interpretación bolivariana», afirmó
Otras voces críticas no han tardado en expresar que el razonamiento de Iglesias es el que se ha utilizado en Venezuela, Cuba, Nicaragua, Corea del Norte y en los países que aún prevalece el comunismo.
Pablo Iglesias, un hombre incómodo
Desde que irrumpió en la política española, Pablos Iglesias y Podemos han representado la extrema izquierda. En la coalición progresista se ha convertido en un hombre incómodo para el Gobierno.
Sánchez siempre se negó a pactar acuerdos de gobernabilidad con Iglesias e incluso admitió que no «dormiría tranquilo» en un gobierno de coalición con Podemos. Sin embargo, después de las elecciones del pasado de 10 de noviembre formó gobierno con la tolda morada y con Iglesias como vicepresidente segundo.
El Ingreso Mínimo Vital es fundamental para poder ayudar a las familias y a las personas más vulnerables que están en una situación desesperada.
📽️ @PabloIglesias pic.twitter.com/D3CUCTBvCY
— PODEMOS (@PODEMOS) April 13, 2020
No tardó mucho tiempo para que salieran a relucir las discrepancias en la coalición. Los primeros encontronazos fueron por la ley de educación, la ley de igualdad de género y las políticas económicas. Se rumoró Iglesias le había pedido a Pedro Sánchez la cabeza de Carmen Calvo, porque mostró su desacuerdo con la ley de igualdad de género que presentó Irene Montero.
Cuando España venza al virus habrá mucho que analizar, pero hay ya dos lecciones muy claras: es necesario reforzar la sanidad pública, debilitada por recortes y privatizaciones, y es urgente fortalecer la industria nacional para afrontar crisis similares. https://t.co/qNWb44ZMPR pic.twitter.com/hq2sulpMyI
— Pablo Iglesias 🔻 (@PabloIglesias) April 6, 2020
El líder de Podemos también se las ingenió para tener una silla en las reuniones del Centro Nacional de Inteligencia. Finalmente, ha sido constante el pulso de Iglesias con la vicepresidenta el área económica, Nadia Calviño.
Ahora, en medio de la pandemia del COVID-19, Iglesias cita constantemente el artículo 128 de la Constitución.
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