Con los niveles actuales de calentamiento global, el planeta corre el riesgo de superar seis “puntos de inflexión” climáticos o “puntos de no retorno” climáticos. Un grupo de investigadores asegura que esos peligros aumentan con cada décima de grado de mayor calentamiento.
Cientos de estudios y mediciones científicas –in situ y satelitales- llevan al día los avances y retrocesos de esta lucha global por detener la crisis. Traspasar estos “tipping points” afectaría los sistemas del planeta, dando paso al colapso de las capas de hielo y la pérdida de los arrecifes de coral.
Algunos expertos han señalado que llegar a ese punto sería alcanzar una «emergencia climática». El término de «puntos climáticos de no retorno» fue empleado por primera vez hace dos décadas, por el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
Los puntos de inflexión climáticos (CTP) son una fuente de creciente preocupación científica, política y pública, señala el informe publicado en la revista Science. Ocurren cuando el cambio en grandes partes del sistema climático, conocido como elementos de inflexión, se perpetúa a sí mismo más allá de un umbral de calentamiento.
La activación de estos puntos conduce a impactos significativos y relevantes para las políticas, que incluyen un aumento sustancial del nivel del mar debido al colapso de las capas de hielo. La muerte regresiva de biomas biodiversos como la selva amazónica o los corales de aguas cálidas. Y la liberación de carbono por el deshielo del permafrost. Nueve elementos de inflexión relevantes para la política y sus CTP fueron identificados originalmente por Lenton en 2008.
Encuentran riesgos en varios puntos climáticos de no retorno
En esta ocasión, un equipo de investigación internacional, liderado por el Centro de Resiliencia de Estocolmo, la Universidad de Exeter y la Comisión de la Tierra, sintetizó la evidencia de los puntos de inflexión. Así como sus umbrales de temperatura, escalas de tiempo e impactos. A partir de una revisión de más de 200 artículos publicados desde los estudios de Lenton.
Los científicos encontraron que ya existe un riesgo de que los niveles actuales de calentamiento global alcancen seis puntos climáticos de no retorno. Y los riesgos se elevan con cada décima de grado de calentamiento. El Rastreador de Acción Climática estima que incluso bajo un escenario optimista en el que los objetivos climáticos globales actuales se alcancen, el mundo verá un calentamiento promedio de 1,8 ºC.
Desde la identificación original de los elementos de inflexión, ha habido avances sustanciales en la comprensión científica de los estudios paleoclimaticos, observacionales y basados en modelos.
Se han propuesto elementos de inflexión adicionales, indica el texto. Por ejemplo, partes de la capa de hielo de la Antártida oriental. Y se ha cuestionado el estado de otros, como el hielo marino del verano en el Ártico. Las observaciones han revelado que partes de la capa de hielo de la Antártida Occidental ya pueden haber pasado un punto de inflexión.
Además, resaltan los investigadores, se han detectado posibles señales de alerta temprana de la capa de hielo de Groenlandia. En la circulación de vuelco meridional del Atlántico y la desestabilización de la selva amazónica. También el derretimiento repentino del permafrost (capa de suelo permanentemente congelado) en las regiones del norte. Y la pérdida abrupta de hielo marino en el mar de Barents.
Señales de desestabilización en las regiones polares
Se han encontrado múltiples cambios abruptos en los modelos climáticos. Un trabajo reciente (Lenton 2019) sugiere que hasta 15 elementos de inflexión están activos. Por lo tanto, es oportuno sintetizar este nuevo conocimiento para proporcionar una lista corta revisada de posibles elementos de inflexión y sus umbrales.
Los investigadores identificaron entonces nueve elementos de inflexión «básicos» globales. Estos contribuyen sustancialmente al funcionamiento del sistema de la Tierra y siete elementos de inflexión de «impacto» regionales que contribuyen sustancialmente al bienestar humano. O tienen un gran valor como características únicas del sistema de la Tierra.
El autor principal del estudio, David Armstrong McKay, del Centro de Resiliencia de Estocolmo, la Universidad de Exeter y la Comisión de la Tierra, dijo a la BBC que ya se están viendo señales de desestabilización en las regiones polares. Y que este es el paso que precede al colapso de sistema.
Groenlandia y Antártida pierden actualmente hielo seis veces más rápidamente de lo que lo hacían hace 30 años. Mientras la capa de hielo de Groenlandia se ha reducido de manera continua durante los últimos 25 años debido al cambio climático, según Naciones Unidas.
Y aunque no se espera que algunos de los otros puntos climáticos de no retorno, como una mortandad en el Amazonas, lleguen a ocurrir salvo que las temperaturas globales aumenten en al menos 3,5 ºC, todos estos sistemas están conectados. Así que a medida que un sistema empieza a fallar, podría incrementar las posibilidades de que otros colapsen.
Asimismo, la coautora Ricarda Winkelmann, investigadora en el Instituto de Postdam, señaló que «muchos de los elementos en los sistemas de la Tierra están interconectados, haciendo que los puntos de no retorno en cascada sean una seria preocupación adicional».
Recomendaciones científicas
El informe afirma que “nuestra evaluación proporciona evidencia científica sólida para mitigar el cambio climático. Mostramos que incluso el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento a muy por debajo de 2 °C y preferiblemente a 1,5 °C no es seguro”.
Explican los científicos que 1,5 °C y más corre el riesgo de cruzar múltiples puntos climáticos de no retorno. “Cruzar estos CTP puede generar retroalimentaciones positivas que aumentan la probabilidad de cruzar otros CTP. Actualmente, el mundo se dirige hacia ~2 a 3 °C de calentamiento global. En el mejor de los casos, si se implementan todas las promesas de cero emisiones netas y las contribuciones determinadas a nivel nacional, podría llegar justo por debajo de los 2 °C”.
Esto, comentan en su informe, “reduciría un poco los riesgos del punto de inflexión, pero aún sería peligroso, ya que podría desencadenar múltiples puntos de inflexión climáticos”.
Lee también en Cambio16.com: