La prueba del hisopo o de PCR sobre la cual se sustenta la cuantificación de casos positivos de la COVID-19 está en entredicho. El exdirector del consejo científico de Pfizer cuestionó su veracidad y por lo tanto, las estadísticas de contagios que se basan en ese test. Mike Yeadon afirmó que la declaración de pandemia fue exagerada y que ya terminó.
El científico señaló que esa prueba emplea una técnica de biología molecular que implica una gran cantidad de amplificación una y otra vez. Esta técnica es bien conocida por producir un riesgo de falsos positivos. Es decir, que da positivo aunque el virus no esté presente. «A sabiendas de que esta prueba tiene ese comportamiento, gobiernos y laboratorios han favorecido su fabricación y ventas masivas. Endosando al test una alta confiabilidad que no la tiene», declaró.
Yeadon es un experto en el área de alergia y terapia respiratoria. Se formó como bioquímico y farmacólogo, y obtuvo su doctorado en la Universidad de Surrey, en el Reino Unido. En Pfizer inventó las NCEs orales e inhaladas que dieron pruebas clínicas positivas de concepto en el asma, la rinitis alérgica y la EPOC.
El exdirector de Pfizer aseguró que el protocolo de las pruebas de coronavirus necesita ser revisado. Y a partir de esa realidad, en el Reino Unido se dio un importante giro en U. El gobierno emitió una demanda de revisión, pero no hay cobertura mediática al respecto. El público se mantiene en la oscuridad”.
Afirmó que sin los falsos datos de la prueba, se concluiría que la ‘pandemia’ fue exagerada, que ya terminó y no hay segunda ola. «El gobierno favorece al big pharma. Exijo que el gobierno británico haga una pausa en la introducción de más restricciones hasta que haya hecho el cambio que han reconocido como necesario”, agregó.
Exejecutivos de Pfizer cuestionan manejo de la pandemia
El exvicepresidente de marketing y comercialización de medicamentos de Pfizer (2004), Peter Rost, se unió a los planteamientos críticos de Mike Yeadon sobre el manejo de la pandemia.
Al analizar el despliegue de la crisis sanitaria por coronavirus reveló que “la industria farmacéutica compra a médicos, investigadores, universidades y gobiernos”.
Este científico,conocido por sus opiniones polémicas frente a la industria farmacéutica, demandó a sus dos últimos empleadores, los laboratorios Wyeth y Pfizer, que lo despidió en 2005.
Manifestó que los médicos, investigadores y universidades no tienen dinero. Los que tienen mucho dinero son las grandes corporaciones farmacéuticas que compran la influencia de estos, a través de subvenciones para la investigación. Entablan un vínculo de amistad y de gratitud hacia esas empresas. Pagan a médicos o científicos sueldos importantes por su trabajo y hacen ver que su investigación es independiente”.
Rost indicó que “las universidades que se prestan para hacer simposios, congresos, talleres y promocionan los productos del laboratorio, reciben financiamiento. Hacen ver que el aporte es libre de condiciones, pero sabemos que la realidad es otra. Si no los apoyas no recibes dinero. Eso ocurre en una escala mayor, como son los gobiernos”. El exejecutivo de Pfizer precisó que esa situación ha ocurrido en el manejo de la pandemia.
Murieron por los tratamientos, no por el virus
Pasquale Mario Bacco, médico e investigador, denunció en la Cámara de Diputados de Italia, que muchos ancianos enfermos de la COVID-19 murieron por culpa de los tratamientos y no del virus. En la conferencia “Coronavirus: ¿emergencia sanitaria o democracia?” destacó que muchos de los pacientes, con patologías previas, fallecieron. La razón no fue el virus sino la forma de abordar la crisis de salud.
Citó como ejemplo el caso de mayores que presentaban trombosis pulmonar. “Se les aplicó ventilación profunda, saben lo que es eso? Se les colocó oxígeno en estado puro y eso no se podía hacer. Los hemos quemado, les dañamos los pulmones por querer curarlos”.
Así como esos casos hay otros cientos más de personas ancianas que murieron por los tratamientos y no por el coronavirus. Bacco actualmente es médico e investigador en Medicina Lavoro y Ambiente (Meleam), una sociedad anónima.
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