Una enorme y estratégica represa, ubicada en el área controlada por Rusia del sur de Ucrania, ha sido destruida por bombardeos. Ambos gobiernos de estos se culpan de la acometida y los destrozos, pero las victimas y afectados se cuentan por miles, al igual que los evacuados, El tiempo y la angustia corren de prisa ante las catastróficas inundaciones que engullen las zonas bajas a ambos lados del río Dniéper.
El Ejército de Ucrania y la OTAN acusaron a Rusia de volar la presa de Nova Kajovka, a unos 60 kilómetros de la ciudad de Jersón, aguas arriba del río Dniéper. Situada en el punto de unión entre el territorio controlado por Kiev y el ocupado por las tropas de Moscú al sur de Ucrania. Pero el gobierno de Vladímir Putin, impulsor de la guerra en Ucrania, niega responsabilidad en la voladura. Asegura que se trata de “sabotaje”.
El jefe de ayuda humanitaria de la ONU, Martin Griffiths, advierte sobre las consecuencias graves y de gran alcance para decenas de miles de personas en la región afectada. Además de la repercusión directa por los desastres ambientales y humanitarios. La represa retenía una masa de agua del tamaño del Gran Lago Salado en Utah.
«La destrucción de la represa es una monumental catástrofe humanitaria, económica y ecológica”, comentó António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas.
Ihor Syrota, director de la principal empresa generadora de energía hidroeléctrica de Ucrania, Ukrhydroenergo, dijo que la represa se derrumbó después de una explosión alrededor.
Destruida represa en el sur de Ucrania
Videos en las redes sociales mostraban agua saliendo de los restos de la represa con transeúntes expresando su conmoción, a veces en un lenguaje fuerte y desesperado. Los niveles de agua subieron por metros en pocas horas de mucho apremio y gran angustia.
La represa, de 30 metros de altura y 3,2 km de largo, fue construida en 1956, como parte de la central hidroeléctrica de Kakhovka. Es una de las seis que se encuentran a lo largo del río Dnipro, que se extiende desde el norte del país hasta el mar. En la región de Jersón, Rusia ocupa la orilla izquierda o sur, mientras que Ucrania controla la orilla derecha o norte.
También abastece de agua a la península de Crimea, agregada por Rusia en 2014, y a la central nuclear de Zaporiyia, bajo control ruso, que obtiene agua de refrigeración del embalse.
La Agencia Internacional de Energía Atómica indicó que no había un riesgo inmediato de seguridad nuclear en la planta debido a la falla de la represa. Sin embargo, precisó que los daños a la represa en Ucracnia provocaron una reducción significativa en el nivel del depósito utilizado para suministrar agua de refrigeración a la central nuclear Zaporiyia. La ausencia de agua de enfriamiento en los sistemas esenciales durante un período prolongado provocaría sería catastrófico.
“La destrucción de la represa solo confirma al mundo entero que los rusos deben ser expulsados de todos los rincones de la tierra ucraniana”, escribió Volodymyr Zelenskiy en Telegram.
Inundaciones arrasaron casas y estructuras
Ucrania está lidiando con un desastre humanitario y ecológico. Las inundaciones envuelven gran parte de la región sur de Jersón. Los residentes de la ciudad de Antonivka, a unos 64 kilómetros río abajo, describieron cómo las aguas barrían árboles, casas y animales. Las autoridades ucranianas tratan de evacuar a los residentes en tren y autobús.
A lo largo de la llanura aluvial, otros caminaron por el agua para tratar de rescatar mascotas y pertenencias. Los menos afectados andan en bicicleta por calles sumergidas en agua fangosa.
Unas 16.000 personas en total permanecieron en la “zona crítica” en la orilla occidental del río controlada por Ucrania, dijo Oleksandr Prokudin, el administrador militar regional. La Policía Nacional de Ucrania dijo que 23 pueblos y aldeas se habían inundado hasta el momento y que el nivel del agua en el Dnipro subió casi 4 metros en la ciudad de Jersón.
La destrucción ocurrió un día después de que funcionarios estadounidenses dijeran que habían detectado lo que podría ser el comienzo de la contraofensiva tan esperada de Ucrania para repeler a las fuerzas rusas al este del Dnipro en la región de Donetsk. El ejército de Rusia señaló que había rechazado varios ataques de las tropas de Kiev.
Sergei K. Shoigu, ministro de defensa ruso, acusó a Ucrania de destruir la represa porque quería trasladar fuerzas y equipos que defendían a Jersón a otras partes del frente para ayudar con su contraofensiva. Ucrania, contrariamente, dijo que Rusia voló la presa para evitar que las tropas ucranianas cruzaran río abajo.
Destrozos e impactos ambientales
Los expertos aún esperaban estimar la escala total del desastre. Imágenes en las redes sociales muestran comunidades inundadas río abajo. El agua desbordada y sin control alcanzó casas, cultivos, bloqueó caminos e inundó un zoológico en la ciudad de Nova Kakhovka, controlada por Rusia, dijo el alcalde, Volodymyr Kovalenko. La sede del Ayuntamiento y el Palacio de la Cultura resultaron muy afectados.
Una imagen satelital muestra que la presa se rompió en tres lugares. Unos 182 metros de su área central fueron destruidas y una estructura de la planta hidroeléctrica ubicada sobre la represa se partió en dos.
Además, un video de un dron capta inicialmente parte del extremo sur de la represa intacta. Unas horas más tarde, sin embargo, esa área estaba bajo el agua. Voluntarios de la Cruz Roja descargaron ayuda en Mykolaiv.
Han descartado que la pérdida de la represa afecte severamente la red eléctrica de Ucrania. Alex Riabchyn, ex viceministro de energía de Ucrania, dijo que la planta hidroeléctrica no opera en la red eléctrica desde octubre. «Nos preocupa que se produzca una grave escasez de agua potable en las regiones de Dnipro, Zaporiyia y Jersón», indicó.
Doug Weir, director de investigación y políticas del Observatorio de Conflictos y Medio Ambiente, dijo que la voladura de la represa tendrá enorme y agudos efectos ambientales a largo plazo”.