Cambio16
04/05/2018
Las protestas que están sacudiendo al mundo en este momento
Lava por doquier. Un evacuación en Hawái retiró a los residentes de Big Island luego de la sorprendente erupción del volcán Kilauea. Grandes cantidades de lava se desplazaron por las áreas residenciales. En este sentido, 1.500 habitantes de Pahoa fueron desocupados tras el vapor y las grietas que se abrieron en Leilani Estates. La lava que brotó devoró zonas de un bosque adyacente.
Las autoridades gubernamentales habían advertido a la población de una posible evacuación en Hawái debido a los constantes temblores en la zona. De hecho, se activaron centro comunitarios para proporcionar refugio llegado el momento. La semana pasada, una escuela en el distrito de Puna cerró por la cantidad de caminos resquebrajados por la presión tectónica. Según reseña The Guardian, una residente explicó que la lava se extendió sobre un área de 180 metros de ancho. «Sonaba como un motor en reacción», comentó.
Desde el New York Times revelan que el área aledaña al volcán Kilauea experimentó cientos de sismos en los últimos días. El más grande fue de 5.0 y se registró el jueves en la mañana. Hasta el momento la evacuación en Hawái afectó a las subdivisiones Leilani Estates y Lanipuna Gardens. No se reportan muertes ni lesionados. El Observatorio de los Volcanes de Hawái expresó que el vapor blanco y azul comenzó a emanar el jueves por la tarde. Las salpicaduras de lava comenzaron horas después.
«Las fases de apertura de las erupciones volcánicas son dinámicas. Pueden producirse respiraderos adicionales y nuevos brotes de lava. En este momento, no es posible predecir dónde nacerán nuevos respiraderos«. Fue la declaración del organismo. En la misma línea, otro residente apuntó: «sonó como si un montón de piedras bailarán en una secadora. Se podía oler el azufre junto con los árboles ardientes y la vegetación en general».
El Parque Nacional de los Volcanes de Hawái, donde se encuentra el Kilauea, cerró sus 6.350 hectáreas. «Tememos la posibilidad de una nueva erupción y una actividad geológica inestable». En 1924, Kilauea arrojó cenizas y nueve toneladas de rocas al cielo. Un hombre murió en aquella oportunidad.