Por Irene Escudero | Efe
09/04/2016
Eva, Dolores, Annelie, Mónica… sus nombres se conocieron cuando sus parejas o exparejas las asesinaron, pero pronto pasaron a ser una cifra más dentro de la violencia de género. Ahora un grupo de universitarios las ha situado en un mapa de España para contar su historia y evitar que caigan en el olvido.
«Borradas del mapa» es una iniciativa para concienciar y mostrar de una forma clara que «la violencia de género está más cerca de lo que creemos y que a dos manzanas de tu casa puede haber habido un caso», explica a Efe Ángela Serna Martín, una de las creadoras.
Es una respuesta a la «insensibilización» ante este tipo de noticias provocada porque «al fin y al cabo los telediarios están llenos de problemas alarmantes».
«Nos da mucha pena, pero es algo que se queda ahí y no profundizamos en la historia que hay detrás», lamenta Ángela.
Por eso, han querido mirar «una a una» cada muerte provocada por esta lacra para «poder darles voz y que no se quede sólo en una cifra».
En total han situado en las calles donde fueron asesinadas un total de 217 nombres de mujer, con una breve descripción de cómo las mataron y algunos detalles de su vida personal. 217 mujeres sólo de 2012 a 2015.
Y junto a ese mapa, otro distinto: «el de la gente comprometida contra la violencia de género», describe la estudiante.
Es un mapa con nombres de las personas que han prometido no quedarse sin hacer nada cuando vean indicadores de violencia machista del tipo «ya no sale tanto con sus amigos porque a él no le caen bien», «cambia su forma de vestir» o «tiene peor rendimiento en el trabajo o los estudios».
«Borradas del mapa» es un trabajo de seis estudiantes de Publicidad y Relaciones Públicas de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, y sorprende que este tarea de concienciación, infografía y documentación se haya realizado para un trabajo de clase.
Serna se muestra sorprendida ante la recepción y repercusión tan buena que ha tenido su proyecto y por eso muestra su compromiso: «es una labor que no podemos dejar de hacer».
Se han basado en las cifras oficiales que ofrece la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, que elabora una estadística sin nombres ni apellidos. De ahí la complejidad del proyecto.
La dificultad para documentar los casos la conocen bien en Feminicidio.net, una web que lleva desde 2010 nutriendo una base de datos con todos los asesinatos de mujeres, oficiales y no oficiales.
«Este trabajo me resulta sumamente valioso», valora la directora de Feminicidio.net, Graciela Atencio, quien considera que «hay que trabajar por la memoria histórica de las víctimas de violencia machista».
En declaraciones a Efe, esta periodista experta en violencia de género lamenta que el «estatus» de una víctima de este tipo de violencia no es igual al de una víctima de terrorismo o a un policía muerto, por ejemplo.
«Que maten a una mujer no es tan importante para las instituciones ni para la sociedad como son otras víctimas», denuncia.
Proyectos como «Borradas del mapa» son importantes para «valorar el fenómeno de la violencia contra las mujeres».
Al final, este tipo de proyectos buscan el mismo objetivo que describe Atencio: «que las víctimas sean recordadas no porque han sido asesinadas sino porque han dejado una vida paralizada y una historia atrás».