Luego de cuidar a su mujer por más de 30 años, Angel Fernández debe enfrentar a la justicia por haberla ayudado a morir. ¿Por qué? Cuando un amplio sector de España reclama una regulación para la eutanasia. ¿Por qué? Cuando fue María José Carrasco quien manifestó su deseo de morir. ¿Por qué? Cuando ya había un gran avance en este tema y lo último que se necesitaba era la aprobación de las Cortes para dicha ley.
¿Es que acaso los vaivenes políticos son capaces de frenar sustanciales demandas ciudadanas?
María José Carrasco confirma en este vídeo que pidió a su marido que la ayudara a morir. Ángel Hernández está detenido tras haberla asistido en sus últimos momentos https://t.co/NvmHBYah21
— EL PAÍS (@el_pais) 4 de abril de 2019
Con el enemigo en el cuerpo
El jueves 4 de abril se hizo público, a través del sitio web de El País, un vídeo donde María José Carrasco confirmaba a su marido Angel Hernández que quería morir. María José padecía desde hacía 30 años esclerosis múltiple. La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune que ataca al cerebro y la médula espinal. La mielina – una sustancia que envuelve las neuronas – se deteriora presentando cicatrices. Estas cicatrices se conocen como esclerosis y producen inflamación.
¿Cuál es el efecto directo de la esclerosis múltiple? La interrupción o entorpecimiento de los impulsos nerviosos. De manera que el paciente padece: deterioro cognitivo, trastornos psiquiátricos, dolor y fatiga, factores principales para la discapacidad. Para más señas una enfermedad autoinmune es aquella donde el sistema inmune – la defensa natural de nuestro cuerpo contra infecciones, bacterias y virus – se convierte en el agresor que ataca y destruye órganos y tejidos sanos.
Por lo tanto, María José Carrasco padeció durante 30 años una enfermedad que disminuyó sus capacidades cognitivas y motoras, que la obligó a reformar su casa para el uso primero de una silla de ruedas y luego de una grúa. Una mujer profesional, activa y dinámica cuya calidad de vida vio disminuida a lo largo de 30 años. ¿ Tiene alguien en estas condiciones el derecho de decidir cómo morir? ¿Es pertinente en este escenario plantearse la eutanasia?
Estos son los países en los que la eutanasia es legal https://t.co/I7Zl9yuMyQ
— ABC.es (@abc_es) 5 de abril de 2019
Eutanasia, muerte asistida, muerte no asistida
Es importante detenernos acá porque en la opinión pública se vienen manejando diferentes conceptos relacionados con el derecho de darle final a la vida ante enfermedades crónicas o incurables. Enfermedades que no solo impactan físicamente al paciente, sino que impactan su estabilidad psicológica y emocional y su entorno familiar.
La palabra eutanasia deriva del griego euthanatos, que significa una muerte gentil y fácil. También se entiende como muerte por compasión. Sin embargo legalmente, el concepto de eutanasia cambia de acuerdo al país y la ley que regule dicha práctica en ese país. Ahora también existen otros términos asociados, que igualmente dependen de los países y las leyes donde se regulen. Según el portal Patients Right Council la diferencia entre eutanasia y muerte asistida reside en la última acción antes de la muerte.
Estamos ante eutanasia cuando un tercero ejecuta la acción que produce la muerte. Por ejemplo, cuando un médico coloca una inyección letal a un paciente. Por otro lado, si quien ejecuta el acto final es el paciente estamos ante un caso de muerte asistida. Puesto que quien proporciona los medios para la muerte es un tercero, pero no ejecuta el acto de «terminar con la vida». Esto también se conoce como suicidio asistido. Ahora en la opinión pública española, ha surgido otro concepto que es muerte no asistida o suicidio no asistido, ¿por qué?
Eutanasia sin regulación
En líneas generales, el Código Penal español en su artículo 143 contempla que quien induzca el suicidio será castigado con prisión de 4 a 8 años; quien coopere con actos de suicidios se castigará con prisión de 2 a 5 años; entre 6 y 10 años recibirá quien llevé a término la muerte y quien coopere o cause la muerte en caso de enfermedad grave «será castigado con la pena inferior en uno o dos grados a los señalados en los números 2 y 3 de este artículo».
De manera que quien ayude a alguien más a morir – así sea el deseo de quien pide la muerte – puede enfrentar de 2 a 10 años de prisión. De allí que hombres como Ramón Sampedro (1998) y José Antonio Arrabal (2017) llevaran a término sus vidas sin la orientación de un médico, he allí la muerte no asistida. De hecho, ambos grabaron vídeos donde dejaban constancia de que nadie les había ayudado a ingerir la sustancia que les causó la muerte. Para que ni sus familiares ni sus allegados terminaran en prisión.
De la muerte asistida a la violencia machista
Ángel Hernández grabó un vídeo, donde él ayudaba a su mujer a ingerir la sustancia que le provocaría la muerte. Esto para dejar constancia de que María José pedía explícita y libremente el término de su vida. Ambos pensaron que Ángel podría ser procesado según el Código Penal en su artículo 143 numeral 5. Sin embargo, no contaron con que el tribunal a cargo del caso podía inhibir la causa en favor de un juzgado de violencia contra la mujer, que fue lo que finalmente sucedió.
Tomando como punto de partida la sentencia que hiciera el Tribunal Supremo en enero de este año, donde estipula que cualquier agresión de un hombre hacia una mujer en el ámbito de la pareja será considerada como violencia de género, aún cuando la agresión haya sido mutua u originada por la mujer, la titular del juzgado número 25 de Madrid inhibió la causa a un juzgado de violencia de género. Ante esto Ángel Hernández ha mostrado su indignación y su abogada, Olatz Alberdi, señala que lo sucedido es todo lo contrario a un acto de violencia machista.
Por su parte, Pilar Martín-Nájera, fiscal de violencia contra la mujer, en una rueda de prensa ha dicho:
«No compartimos ni la decisión ni los argumentos en los que se ha basado el juzgado para recurrir a la inhibición… La Fiscalía va a recurrir el auto antes de que vaya al juzgado de violencia sobre la mujer, porque consideramos que es una cuestión clara y en consecuencia lo resolverá la audiencia».
Eutanasia, del Congreso a la promesa electoral
Sin embargo, lo que se plantea es una solución de corto o mediano plazo, pero ¿que pasaría con este hombre o qué hubiese pasado con María José Carrasco, Ramón Sampedro y José Antonio Arrabal si la eutanasia tuviera un marco legal en España? ¿Hubiese sido necesario tanto vídeo y tanta parafernalia mediática?
Según el sitio web de la Asociación Derecho a Morir Dignamente, diferentes encuestas arrojan un amplio apoyo a la eutanasia en España: IPSOS (2018) 85%, Metroscopia (2017) 84%, IPSOS MORI – The Economist (2015) 78%, ISOPUBLIC GALLOP(2013) 85%, CIS (2009) 73,6%. Ahora con todos estos argumentos a favor ¿por qué no hay una ley para la eutanasia? Es decir, hay una norma que castiga la muerte asistida, pero no hay un marco completo que regule la eutanasia. Este tema conlleva una carga ética y emocional crucial para aquellos que la asumen. Además, de las implicaciones legales tan delicadas que pueda tener.
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— PSOE (@PSOE) 11 de abril de 2019
El pasado año el Parlament de Cataluña propuso al Congreso una ley que reformara el Código Penal y despenalizara la eutanasia y la muerte asistida. Mientras que días antes el PSOE había registrado en el Congreso una proposición de ley que regulaba la eutanasia como un «derecho individual y efectivo» convirtiéndose en un servicio prestado por el Sistema Nacional de Salud. Quince meses antes Unidos Podemos había presentado una ley sobre la eutanasia y el suicidio asistido. Solo que en ese momento PSOE y Ciudadanos habían presentado otras propuestas que buscaban regular y extender los cuidados paliativos.
El hecho es que la reforma propuesta por el Parlament de Cataluña había prosperado y contaba con el impulso del PSOE y la mayoría del Congreso. No obstante el bloqueo de PP y Cs más el final de la legislatura y el adelanto de elecciones para abril frenaron el trámite de la ley sin que siquiera hubiera entrado en fase de ponencia. Por lo que se ha hecho tema central en la carrera hacia La Moncloa. Lamentablemente, para un amplio sector de la sociedad española que reclama y exige una regulación de la eutanasia desde hace más de veinte años, estemos o no de acuerdo con su aplicación. ¿Habrá una regulación para la eutanasia en un futuro próximo? Hay que esperar hasta después de las elecciones para saberlo.
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