Por Iñigo Aduriz
ACTUALIZADO 24/09/2016
No son sólo las encuestas. También el resto de los partidos parecen ya dar por hecho que este domingo será el PNV el partido que volverá a ganar las elecciones autonómicas en Euskadi e Iñigo Urkullu será el candidato con más probabilidades de repetir como lehendakari en la próxima legislatura. «El PNV parece ser que no va a tener ningún problema para ganar estas elecciones», reconocía recientemente en una entrevista en ETB la cabeza de lista de EH Bildu por Gipuzkoa, Maddalen Iriarte. Por eso más que por la lehendakaritza el resto de las formaciones vascas ya han asumido que la del 25 de septiembre será una batalla por el segundo puesto y, dado el equilibrio de fuerzas del País Vasco, será más bien una nueva disputa por la hegemonía de la izquierda.
Hasta ahora eran el PSE y la marca de la izquierda abertzale de cada momento –hoy EH Bildu, que también engloba a EA, Aralar y Alternatiba– los que tradicionalmente peleaban por ese puesto. Pero entre ambos existía un abismo ideológico por las evidentes diferencias respecto a la independencia e incluso a la lucha contra ETA. Es decir, no luchaban por el mismo electorado. La cita con las urnas del próximo domingo tiene, sin embargo, la particularidad de que contará por primera vez con la presencia de Podemos –Elkarrekin Podemos–, que lleva trayendo de cabeza a los analistas vascos sobre todo después de que se haya convertido en la fuerza más votada de Euskadi en las dos últimas elecciones generales.
El partido morado ha traído consigo una auténtica revolución de las preferencias de los vascos y ha conseguido superar el esquema habitual entre nacionalistas y no nacionalistas rascando votos tanto a EH Bildu –especialmente en las elecciones generales– como a los socialistas. De esta forma las encuestas de cara a los comicios autonómicos auguran que Podemos podría disputar la segunda posición a la coalición independentista –los estudios atribuyen a ambas formaciones una horquilla que se sitúa entre los 14 y los 17 escaños–, relegar al PSE a una humillante cuarta plaza y poner en peligro incluso que socialistas y PNV logren juntos la mayoría absoluta de 38 parlamentarios que les serviría para poder llevar a la práctica la más que probable reedición de su pacto de gobernabilidad y aprobar iniciativas sin la necesidad de otras ayudas.
Debates sobre protección social o fiscalidad
También relacionado con esa pugna de la izquierda, las elecciones vascas están adquiriendo asimismo un fuerte componente social. Así, a pesar de que la cuestión territorial y el llamado derecho a decidir siguen siendo asuntos cruciales de la campaña, el debate económico ha adquirido más importancia que nunca en las últimas semanas. Buen ejemplo de ello son los tres grandes debates que se han celebrado hasta ahora –el organizado por la Cadena Ser el viernes 9 y los realizados en la televisión pública vasca tanto en euskara como en castellano– en los que, a diferencia de los cara a cara que han tenido lugar antes de cada una de las elecciones generales, se han podido escuchar propuestas concretas en materia de protección social o fiscalidad.
Una encuesta que publica este lunes El Diario Vasco, periódico más leído en la provincia de Gipuzkoa, apunta que son el paro, la educación, la sanidad y los problemas de índole social y económica los que según los ciudadanos deben ser las prioridades del nuevo Gobierno Vasco que surja de las urnas el próximo domingo. La independencia de Euskadi lo citan tan sólo el 3% de los encuestados, e incluso el proceso de paz o el aumento del autogobierno son mencionados por el 2%, si bien estos asuntos siguen estando en el centro de los discursos y propuestas de cada uno de los candidatos a los comicios.
En este escenario la derecha española es la que sale peor parada. Según las encuestas el PP, que arrastra el desgaste de la corrupción a nivel estatal y de cuatro años de Gobierno de Rajoy –su candidato en Euskadi, Alfonso Alonso, es al fin y al cabo uno de los antiguos integrantes de ese Ejecutivo– seguiría cayendo y se situaría como la formación del arco parlamentario vasco con menos apoyos y con tan sólo ocho representantes. Y Ciudadanos, que mantiene un discurso muy alejado del que defiende la mayoría de la sociedad vasca respecto al marco fiscal, mostrándose abiertamente en contra del Concierto económico, ni siquiera se presentaría como la fuerza sustituta de UPyD y no lograría ningún representante.
Bajo perfil
La campaña vasca está teniendo, no obstante, un perfil bajo tanto en Euskadi como a nivel estatal donde el centro de atención sigue estando en el bloqueo y en la falta de Gobierno. Buena muestra de ello es que, hasta ahora, la única polémica destacable en diez días de campaña ha sido la protagonizada por los candidatos a lehendakari de Podemos y PP, Pili Zabala y Alfonso Alonso, respectivamente, durante el debate a cinco celebrado en la televisión pública vasca el pasado día 15. La hermana de la víctima del GAL Joxi Zabala, le preguntó al exministro si la consideraba víctima del terrorismo y Alonso respondió que con arreglo a la ley «tal y como está redactada, no». «Pero usted es víctima… de un exceso, de un abuso, en fin, hay una actuación por parte de funcionarios del Estado absolutamente execrable y condenable», añadió el candidato popular mientras dejaba de sostenerle la mirada. Después, ambos se quedaron mirándose a la cara sin hablar, un silencio de cinco segundos muy comentado por analistas y ciudadanos.