En el último minuto y con giros propios de una serie de suspenso, se aprobó, finalmente, la Ley Europea de Restauración de la Naturaleza. Es la primera normativa en su tipo aprobada en la unión tras meses de intensa polémica. Los ambientalistas lo consideran un punto de inflexión a favor del planeta.
La Agencia Europea de Medio Ambiente considera que la salud de los hábitats naturales de Europa está en una encrucijada crítica. Más del 80% presenta condiciones precarias y apenas el 15% se encuentra en buen estado. La situación es particularmente sombría para las aves. Menos de la mitad (47%) en un estado de conservación ‘bueno’. Especies emblemáticas como la alondra y paisajes característicos como las llanuras de brezo están en declive.
En números son 67.000 las actividades humanas responsables del deterioro ambiental en los últimos seis años. La agricultura intensiva, la urbanización acelerada y la explotación forestal insostenible son algunas de las identificadas como causas principales de esta crisis ecológica. Por lo que es urgente de actuar para revertir la negativa tendencia.
Hay esperanza: la restauración de turberas y otros humedales no solo beneficiaría a la naturaleza, también combatiría el cambio climático y generaría empleo en áreas rurales. Es parte de los objetivos de la Estrategia de la UE sobre Biodiversidad para 2030. En cuyo contexto se formuló la Ley Europea de Restauración de la Naturaleza. La cual presenta una oportunidad para cambiar el curso y asegurar un futuro próspero y saludable para las próximas generaciones. Es crucial para preservar la biodiversidad. También lo es para enfrentar el cambio climático y fomentar el desarrollo sostenible.
Aprobada in extremis
En un paso sin precedentes hacia la sostenibilidad ambiental, la Unión Europea aprobó la innovadora Ley de Restauración de la Naturaleza. La pionera legislación busca proteger y revitalizar los ecosistemas dañados de Europa. Marca un hito en los esfuerzos por impulsar la biodiversidad regional. “No podemos darnos el lujo de pausar en la protección ambiental. Hoy, la UE se compromete a restaurar nuestra naturaleza y salvaguardar el hábitat de los ciudadanos europeos”, Alain Maron, ministro de Medio Ambiente de Bruselas.
La normativa enfrentó un camino lleno de obstáculos y sorpresas hasta el último momento. Hungría casi descarrila el proceso al cambiar su posición en marzo. En la víspera de la votación del lunes, Viena pasó al bando del «sí» y permitió que el Consejo de la UE alcanzara por la mínima la mayoría cualificada necesaria: un 66,07 % de la población de la UE. Justo por encima del 65 % requerido. El comisario europeo de Medioambiente, Virginijus Sinkevicius, instó a dejar de lado las ideologías y trabajar unidos tras describir el estancamiento como “preocupante” para la credibilidad institucional. La ley ya había sido negociada y acordada entre los Estados miembros y el Parlamento Europeo, que la ratificó en febrero.
El reglamento representa el cuarto expediente en dos años y medio que enfrenta desafíos en las etapas finales. Se une a legislaciones previas sobre energías renovables y vehículos sin emisiones que también enfrentaron bloqueos. Las organizaciones ecologistas celebraron la aprobación de la nueva legislación. Noor Yafai de The Nature Conservancy la califica como “un avance monumental para el medio ambiente”, esencial para alcanzar las metas internacionales en clima y biodiversidad.
Ley de Restauración de la Naturaleza
La nueva ley busca reparar al menos el 20% de los ecosistemas degradados para 2030 y su totalidad para mediados de siglo. Incluídas las tierras agrícolas. Establece medidas concretas como corregir la disminución de polinizadores, recuperar turberas para uso agrícola y preservar espacios verdes urbanos. Además, busca eliminar barreras artificiales en los ríos europeos.
También impone objetivos y obligaciones vinculantes para que los Estados miembros restauren hábitats naturales. Con un enfoque especial en aquellos que son cruciales para la captura y almacenamiento de carbono. La restauración incluirá humedales, ríos, bosques y praderas. Así como ecosistemas urbanos y marinos. Se espera que estos esfuerzos aumenten la biodiversidad y utilicen el poder natural para purificar agua y aire, polinizar cultivos y mejorar la seguridad alimentaria. Además de mitigar desastres naturales como inundaciones.
La ley se ha convertido en un símbolo de la contienda ideológica en torno a la agenda verde. Uno de sus objetivos es alinear la legislación comunitaria con los acuerdos sobre biodiversidad de las Naciones Unidas. Como parte integral de la Estrategia de Biodiversidad de la UE, se anticipa que contribuirá significativamente al cumplimiento del Acuerdo de París para limitar el calentamiento global a 1,5 °C.
Prioridad «Natura 2000»
La nueva ley prioriza la restauración de las zonas ‘Natura 2000’. Hogar de las especies y hábitats más valiosos y amenazados de Europa. Los términos establecidos indican que las áreas deberán ser restauradas en un 30% para 2030, 60% para 2040 y 90% para 2050. Se busca evitar el deterioro de las zonas beneficiadas por medidas previas y proteger hábitats terrestres y marinos clave.
Entre las medidas específicas se incluye la recuperación de las poblaciones europeas de polinizadores en declive y la protección de ciertas especies de mariposas y aves. La ley también impulsa la rearborización con la siembra de al menos 3.000 millones de árboles nuevos para 2030. Exige que no haya una pérdida neta de espacios verdes urbanos ni de cubierta arbórea.
Siim Kuresoo, responsable de la Campaña Forestal Europea de la ONG Fern, destaca que esta ley es un hito en la recuperación de los bosques europeos. Amenazados por múltiples factores como la tala y los incendios forestales. “Poporciona el marco necesario para canalizar los recursos y esfuerzos urgentemente requeridos para restaurar la naturaleza en Europa”, afirma.
Se prevé eliminar barreras artificiales en los ríos para mejorar su conectividad hídrica. El objetivo es restaurar 25.000 km de ríos a su estado natural para finales de la década. The Nature Conservancy’s Yafai supone que la ley también podría “desbloquear importantes inversiones en naturaleza y biodiversidad”, tanto públicas como privadas. Tras recibir luz verde, el reglamento será publicado en el Diario Oficial de la UE y entrará en vigor directamente en todos los Estados miembros. La Comisión evaluará su impacto en 2033.
Polémica
La Ley de Restauración de la Naturaleza, propuesta inicialmente por la Comisión Europea en junio de 2022, ha sido un tema de intenso debate en el ámbito político europeo. El proyecto ganó tracción durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad COP15 en Montreal. Donde se acordó el objetivo “30×30” para restaurar el 30% de los ecosistemas degradados del mundo para 2030
La propuesta logró sobrevivir a pesar de una serie de votaciones ajustadas en el Parlamento Europeo, donde fue objeto de una intensa campaña en contra por parte del presidente del Partido Popular Europeo, Manfred Weber, el lobby agrícola Copa-Cogeca y partidos ultraderechistas y enfrentar obstáculos en el Consejo de la UE. La crucial votación evidenció la significativa división de los ministros de Medio Ambiente de la UE. Finlandia, Hungría, Italia, Países Bajos, Polonia y Suecia rechazaron la ley de Restauración de la Naturaleza, mientras que Bélgica optó por la abstención. No obstante, el inesperado giro de Austria, (internamente dividida), permitió alcanzar el umbral mínimo para su aprobación.
La propuesta enfrentó una fuerte oposición por parte de los partidos conservadores europeos que argumentaron que la ley amenazaría el sustento de los agricultores europeos, reduciría la producción de alimentos y perturbaría las cadenas de suministro. Elevando así los precios para los consumidores.
Agricultores opuestos
A pesar de las multitudinarias marchas por el clima y los debates internos que siguieron, la Comisión Europea y grupos progresistas defendieron la necesidad de la ley para la sostenibilidad a largo plazo de la industria europea. Pero las protestas de los agricultores resurgieron con fuerza a principios del 2024.
Los agricultores expresaron su preocupación por las regulaciones ambientales adicionales que representan una carga adicional para un sector ya afectado por el cambio climático. Denunciaron normas contradictorias que exigen simultáneamente reducir el impacto ambiental y aumentar la producción alimentaria.
La eliminación de subvenciones a los combustibles y las regulaciones sobre emisiones también generaron quejas en torno a la falta de apoyo en la transición ecológica. El descontento se convirtió en un tema clave en vísperas de las elecciones a la UE. Contribuyó al ascenso político de la derecha que se reflejó en los resultados de las elecciones del 9 de junio.
Cisma Austriaco
La ministra austríaca de Medioambiente, Leonore Gewessler, protagonizó el momento más dramático del debate al inclinar la balanza a favor de la biodiversidad a contravía de la posición de su Gobierno. Su apoyo al texto de la Ley de Restauración de la Naturaleza lo justificó con el cambio en los equilibrios políticos a nivel federal en Austria. “En 20 o 30 años, quiero poder decirles a mis nietas que hice todo lo posible para preservar la belleza de nuestro país”, declaró Gewessler en Luxemburgo.
Su cambio de postura provocó la fractura del Ejecutivo austríaco. Especialmente con su socio de gobierno, el Partido Popular (ÖVP), liderado por el conservador Karl Nehammer. Con elecciones legislativas en el horizonte para septiembre, el gobierno de Austria anunció que presentará un recurso de anulación ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea y una denuncia penal contra Gewessler por abuso de poder.
Ecologistas de plácemes
Organizaciones ecologistas de la UE, incluyendo BirdLife, ClientEarth, la Oficina Europea del Medioambiente y WWF, calificaron como histórica la adopción de la nueva ley ambiental. “Este día marca un punto de inflexión para la naturaleza y la sociedad”, afirmaron en un comunicado conjunto. Sostienen que la ley es una oportunidad sin precedentes para restaurar la biodiversidad en Europa. Cuando el continente enfrenta desafíos climáticos extremos.
Las ONG medioambientales enfatizaron la importancia de una implementación adecuada de esta legislación en los países miembros. Sea at Risk, una plataforma ecologista, celebra lo que consideran una noticia maravillosa para los ecosistemas marinos y el inicio de un nuevo ciclo político europeo centrado en el océano.
Para Frans Timmermans, líder de los socialdemócratas de Países Bajos y ex vicepresidente de la Comisión Europea para el Pacto Verde, “nuestra naturaleza ahora tiene la oportunidad de recuperarse, algo que necesita urgentemente”. Pascal Canfin, presidente saliente de la comisión parlamentaria de Medioambiente de la Eurocámara, expresó su entusiasmo por una ley que contribuirá a que la UE se adapte mejor al cambio climático. «Contrariamente a la caricatura que a veces se ha hecho de ella, esta ley no es una amenaza para nuestra seguridad alimentaria. Se han incorporado flexibilidades adicionales en el texto para proteger al sector agrícola», añadió.