La mayoría de los países de Europa llevan en el discurso y en la práctica un bloqueo a la economía rusa desde su invasión a Ucrania. La acción casi mancomunada del bloque resulta difícil aplicarla a plenitud por la necesidad de muchas naciones de proveerse de sus productos. Caso específico es el del pescado de Rusia, que se desembarca en puertos holandeses, y va directamente en tránsito a otros países de Europa.
Ese importantísimo volumen de pescado es una importante máquina de hacer dinero para la Rusia en guerra. Tanto como su potencial energético (petróleo y gas), y alimenticio, con los cereales y el aceite. Sólo el impuesto a las exportaciones de pescado generó un mínimo de 100 millones de euros desde la invasión de Ucrania.
Después de que Rusia invadió Ucrania hace casi dos años, la UE prohibió a los barcos rusos atracar en puertos europeos y aprobó sanciones restrictivas como parte del bloqueo. Pero esa regla no se aplica al pescado, un producto alimenticio para el cual la Comisión Europea creó una exención. Desde entonces, decenas de barcos rusos, especialmente de Norebo, siguen trayendo pescados a los Países Bajos como centro de distribución a la región.
Si bien es difícil obtener cifras exactas desde que el Ministerio de Agricultura ruso dejó de publicarlas al comienzo de la guerra, está claro que se trata de un negocio rentable.
En 2021, Rusia exportó a los Países Bajos 116.000 toneladas de pescado, por un valor de unos 1.500 millones de dólares (1.400 millones de euros en ese momento), según el Ministerio de Agricultura holandés basado en fuentes rusas. Eso es más de una quinta parte de las exportaciones totales de pescado de Rusia, que ascienden a unos 6.500 millones de euros, revela Follow the Money.
Alta demanda de pescado proveniente de Rusia
Tras la invasión de Ucrania, EE UU prohibió por completo la importación de pescado originario de Rusia y el Reino Unido le impuso un fuerte impuesto a la importación.
Pero lejos de haber disminuido las importaciones de pescado desde que comenzó la guerra, los países de la UE compraron más pescado ruso en 2022 que en cualquiera de los años de la década anterior. Si el valor del pescado importado hubiera oscilado entre 500 y 600 millones de euros en los años anteriores a la guerra, esa cifra saltó a más de 920 millones de euros en ese año, precisa el citado sitio en internet.
Parte de ese brinco podría atribuirse a precios más altos, pero los 27 países de la UE también importaron una mayor cantidad de pescado.
Con unas 49.000 toneladas de pescado fresco y procesado despachadas en puertos holandeses en 2022, por un valor de unos 165 millones de euros, los Países Bajos son el país a través del cual se importa la mayor parte del pescado ruso a la UE. Alemania no se queda atrás, ya que ha despachado por la aduana unas 41.000 toneladas, según cifras del comercio europeo, frente a 26.000 toneladas en 2020 y 36.000 toneladas en 2021.
AIPCE, Asociación de Industrias Procesadoras de Pescado de la Unión Europea, explica que las especies que principalmente proceden de Rusia son abadejo de Alaska, bacalao, eglefino. Así como el salmón del Pacífico y especies de agua dulce como la perca.
«Europa depende de las importaciones para el 93% de su demanda de pescado blanco», dijo el director de pesca y comercio de la Federación Holandesa de Pesca, Mike Turenhout. “Cerca del 50% del bacalao y el 70% del abadejo viene de Rusia. Proporciona empleos a procesadores de pescado, almacenes frigoríficos y empresas de transporte”.
¿Políticas de bloqueo con poco peso?
La pesca es una industria enorme en Europa. En 2022, el sector de procesamiento de pescado se embolsó una factura de 31 mil millones de euros. Sin el pescado de Rusia, parte de esos ingresos podrían desaparecer.
Pero es poco probable que eso suceda. El economista pesquero noruego Frode Nilssen espera que las importaciones rusas se mantengan más o menos iguales y que el suministro de pescado blanco sea estable. Esto se debe a que la flota rusa –la segunda más grande del mundo después de China– tiene importantes derechos de pesca de pescado blanco. Al este, posee al menos el 93% de la cuota de abadejo en el mar de Bering, que divide Eurasia y América. Y al oeste, en el mar de Barents, comparte cuota con Noruega.
El pescado no se queda sólo en los Países Bajos. Gran parte ni siquiera pasa por la aduana para ingresar al mercado de la UE. Esto significa que los bienes no cuentan como importaciones y están exentos de impuestos y derechos de aduana.
Estas exportaciones de pescado ruso a los Países Bajos plantean dudas sobre la política de sanciones de la UE. Desde la anexión de Crimea en 2014, pero aún después de la invasión de Ucrania, la UE ha impuesto rondas de sanciones a Rusia. Incluidas prohibiciones de importación de petróleo crudo, carbón, acero, oro y diamantes rusos.
Financiamiento seguro para la guerra
También se restringieron algunas importaciones de pescado. No se permite la importación al bloque de productos pesqueros lujosos como caviar y mariscos de Rusia. La UE argumenta que quiere reducir el fondo de guerra de Rusia cortando los ingresos del Kremlin. Pero las importaciones de pescado blanco no fueron prohibidas. A pesar de que representa la mayor parte del pescado de Rusia que llega a Europa.
Eso llevó a varios grupos ambientalistas, incluidos ClientEarth, la Environmental Justice Foundation y Seas at Risk, a pedir la ampliación de las sanciones en septiembre de 2022.
En una carta dirigida a Virginijus Sinkevicius, comisario europeo de océanos y pesca, instaron a la UE a prohibir a los buques pesqueros rusos entrar en puertos europeos. Y a importar pescado de Rusia. No sólo por la invasión rusa sino también por las preocupaciones sobre la sostenibilidad y su irregular historial de lucha contra la pesca ilegal.
El pescado es un importante ingreso fiscal para Rusia
Pero es poco probable que eso suceda. Sinkevicius escribió que los estados miembros de la UE se niegan a endurecer las reglas para el pescado y los barcos rusos. Así como las exportaciones de alimentos en general, porque los países de la UE quieren demostrar que la UE es un proveedor global confiable de alimentos. Con esto esperan contrarrestar la desinformación rusa, que afirma que las sanciones han empeorado la seguridad alimentaria mundial y que Occidente está utilizando los alimentos como arma, señaló el comisario europeo.
El Consejo de la UE volvió a introducir aranceles a la importación de pescado ruso a partir del 1 de enero de 2024. Mientras tanto, Rusia ya había aumentado el impuesto a la exportación de pescado del 4 al 7% en octubre de 2023. Las medidas adoptadas afectarán principalmente al suministro europeo de productos del mar, no las arcas estatales rusas.
«El pescado, junto con los cereales y el aceite, se encuentran entre los tres ingresos fiscales más importantes para Rusia», afirmó Fredom Nilssen. «La exportación de estos productos impulsa su economía y, por tanto, la guerra».