Por Guillermo Ximenis | Efe
15/05/2016
El veto europeo a la fusión entre la filial de Telefónica en el Reino Unido, O2, y el operador Three pone un tope a la carrera de adquisiciones para concentrar servicios en el mercado de las telecomunicaciones británico, en el que la antigua compañía estatal BT Group mantiene una posición preeminente.
La firma china Hutchison, propietaria de Three, aspiraba a controlar más del 40% del sector móvil en el Reino Unido, que habría quedado reducido a tres operadores con red propia, dos límites que el regulador comunitario parece dispuesto a proteger en todos los mercados europeos.
El apetito por empaquetar servicios -voz, internet y televisión- ha sido la fuerza que ha movido en los últimos tiempos el mercado en el Reino Unido, donde el año pasado BT incorporó al mayor operador móvil del país con la compra de EE, resultado a su vez de la unión de T-Mobile y Orange.
La Comisión Europea se ha mostrado desde 2014 proclive a dar luz verde a fusiones entre operadores con redes fijas y móviles separadas, como la unión de BT y EE, la compra de la compañía móvil BASE por la de cable Telenet en Bélgica y la absorción del operador francés SFR por el grupo Numericable.
La concentración de cuota de mercado en un mismo ámbito como la que proponía el pacto entre O2 y Three se ve con peores ojos en Bruselas, un criterio que podría afectar a procesos en marcha como el de la unión en Italia de Vimpelcom’s Wind Telecom y Hutchison Italy.
En el Reino Unido, BT lideraba ya antes de su última adquisición el sector de la banda ancha, con el 32% de un mercado con 24,7 millones de conexiones, y la telefonía fija, donde domina el 37% de las llamadas en un país con 33,2 millones de líneas.
La compra de EE le permitió encabezar también el sector móvil -85,3 millones de suscriptores, de los que controla en torno al 34%-, en el que compite con O2 (29%), Vodafone (25%) y Three (12%).
Con la fusión, BT regresó a un sector al que había renunciado al desprenderse precisamente de O2, en 2005, lo que durante más de una década produjo una segmentación entre red fija y móvil en el Reino Unido poco habitual en el resto de Europa.
Tres años después de relanzar su servicio de televisión digital (BT TV), la apuesta por el móvil estaba dirigida asimismo a mejorar su posición para competir en el sector audiovisual con Sky, Virgin Media, Talk Talk y Vodafone, las otras firmas que ofrecen o están cerca de ultimar paquetes integrados completos.
Sky es el principal proveedor de televisión digital con un servicio de pago por satélite que completa con ofertas de telefonía fija (compró esa parte del negocio de Telefónica UK en 2013) y de fibra óptica a través de la red de BT Openreach, subsidiaria de BT.
La firma ultima además una oferta de telefonía móvil a través de la red de O2, un proyecto que podría verse facilitado por el fiasco de la fusión con Three.
Virgin Media ha desplegado su propia red de fibra óptica, lo que le permite ofrecer televisión IP -es el segundo operador de contenido audiovisual digital- y conexión a internet de alta velocidad, mientras que completa su oferta con telefonía móvil a través de EE.
TalkTalk, que ha construido infraestructura propia para completar la red de BT Openreach, vende asimismo conexión a internet, telefonía fija, televisión IP y telefonía móvil gracias a la red de Vodafone.
Esta última, que se hizo en 2012 con la infraestructura de la británica Cable & Wireless Worldwide, ha lanzado ya su oferta de banda ancha y ultima su propuesta televisiva.
Vodafone fue una de las firmas que mostró preocupación tras la adquisición de EE por BT, un paso que la autoridad de la competencia británica (CMA) autorizó bajo el argumento de que BT era un jugador menor en el mercado móvil y EE no estaba presente en el de la banda ancha.
El último paso de las autoridades británicas para fomentar la diversidad del mercado fue el mandato del regulador de las telecomunicaciones (Ofcom) en febrero para que BT permita a otros operadores utilizar su infraestructura para desplegar sus propias redes.
El Ofcom no llegó a cumplir las peticiones de compañías como Sky, Vodafone y TalkTalk, que aspiraban a que se obligara a romper el vínculo entre BT y la red de BT Openreach.