Por Cambio16
20/03/2017
El tráfico aéreo mundial es cada día más denso. Miles de aviones cruzan los cielos y el turismo no deja de crecer. Los aeropuertos se ven obligados a modernizarse constantemente para dar respuesta a flujos cada vez más intensos de viajeros. Los expertos ya trabajan en los aeropuertos del futuro.
En este sentido, la Comisión Europea está elaborando nuevas estrategias para hacer frente a la actual tendencia y uno de sus proyectos puede alterar radicalmente la apariencia de los aeropuertos. Para hacerse una idea de cómo serán los aeródromos del futuro hay que dirigirse al Indianapolis Red bull Ring Motor Speedway, en el estado de Indiana (EE.UU.), fuente de inspiración para los científicos que trabajan en la modernización de las pistas de aterrizaje.
El proyecto europeo se llama The Endless Runway (Pista de aterrizaje sin fin) y aspira a resolver la falta de capacidad de los aeropuertos, una de las principales restricciones para el transporte aéreo, realizando cambios en el diseño de las pistas. ¿Cómo? Con estructuras circulares. De otra manera: construyendo pistas que nunca terminan.
Según los investigadores del proyecto, estas pistas ‘rodearían’ a los aeropuertos con franjas circulares de 3,5 kilómetros de ancho y estarían divididas en 18 secciones.
El objetivo es resolver algunos de los problemas a los que se enfrenta la aviación civil: eliminar el viento de costado, que supone un peligro para el despegue y el aterrizaje de la aeronave; permitir que aterricen o despeguen tres aviones a la vez; minimizar las pérdidas de combustible; minimizar el impacto negativo sobre el medio ambiente; reducir el tiempo de vuelo, pues con este diseño las aeronaves tendrían que realizar maniobras menos sofisticadas y reducir el ruido en las áreas adyacentes a los aeropuertos.
Al ver estas pistas circulares muchos se preguntarán: «¿Que sentirá un pasajero al aterrizar en una de ellas?» Según ha explicado a la BBC Hans Hesselink, del Centro Aeroespacial de los Países Bajos y líder de The Endless Runway, al aterrizar en esta pista un viajero sentiría «un ligero giro» similar al que se nota cuando una aeronave cambia de dirección en el aire. «Debido a las fuerzas centrífugas, el avión ralentizará automáticamente y se dirigirá hacia el centro de la pista», ha agregado.
Los promotores del proyecto, que lleva años investigando la viabilidad de las pistas circulares, utilizan simuladores para poner a prueba su idea. Hesselink también ha aclarado que las aeronaves pueden despegar y aterrizar en diferentes secciones de este círculo «para asegurarse de que no tienen vientos de costado, sino solo de frente». De este modo, el piloto lograría reducir las turbulencias durante estas dos etapas esenciales del vuelo.