A raíz de la guerra en Ucrania, Europa se mantiene en una tenaz búsqueda por garantizar otras alternativas energéticas que desistan de su alta dependencia del gas de Rusia. Algunas opciones han sido duramente criticadas, como la de Alemania, de ir a Qatar y otros países para asegurarse de combustibles fósiles y no limpios. A contrapeso y en sintonía con los objetivos comunitarios, la CE propone dar un impulso al gas renovable a mediano plazo.
La Comisión Europea planea aumentar la producción de biometano a 35.000 millones de metros cúbicos (bcm) para 2030, frente a los 3 bcm en 2020. Una gigantesca expansión que se anticipa a los planes del bloque y que Francia, próxima a elecciones presidenciales, encabeza esa iniciativa.
Antes del conflicto en Ucrania, “el paquete de gas no habría sido una prioridad para la presidencia francesa del Consejo de la UE”, dijo Phuc-Vinh Nguyen a Euractiv. El investigador del Centro de Energía del Instituto Jacques Delors agregó que los países de la UE ahora están analizando el gas renovable con renovado interés. Así como la regulación y directiva de gas de la Comisión Europea.
La necesidad de reducir la sujeción de la UE del gas ruso ha puesto de relieve el paquete de legislación sobre ese combustible presentado por la CE el 15 de diciembre. Dos meses antes de que Rusia invadiera Ucrania.
El compendio legislativo propone facilitar la adopción de gases renovables “mediante la eliminación de las tarifas de las interconexiones transfronterizas. Y la reducción de las tarifas en los puntos de inyección”. El objetivo es garantizar el acceso de estos gases al mercado mayorista y establecer un sistema de certificación de gases bajos en carbono.
“Estamos creando las condiciones para una transición ecológica”, señaló el comisionado de Energía Kadri Simson.
Europa quiere desmarcarse del gas ruso
Aunque estos avances son importantes para alejar la dependencia de Europa del gas ruso, algunos en la industria los consideran insuficientes. El principal problema es la falta de claridad y metodología para definir, y diferenciar, entre los diferentes tipos de gases verdes y bajos en carbono, que según los críticos corren el riesgo de frenar las inversiones.
Actualmente, cualquier gas producido a partir de recursos energéticos renovables se considera renovable. Incluido el biogás producido a partir de la fermentación de materia orgánica y el biometano. Su versión mejorada que se puede inyectar directamente a la red.
Pero existen otros tipos de gases bajos en carbono como el hidrógeno, que se pueden obtener de muchas formas diferentes: renovables o fósiles. Garantizar que las definiciones legales permitan diferenciar entre ellos será, por lo tanto, crucial desde una perspectiva ambiental.
Según la Agencia Internacional de la Energía (IEA), la UE importa el 90% de su gas natural, casi la mitad del cual (45%) proviene de Rusia.
La ventaja del gas renovable es que se puede producir dentro de Europa, por lo que la CE lo ha convertido en una prioridad en su plan REPowerEU que pretende alejarse del gas ruso “mucho antes de 2030”.
El plan “tendrá como objetivo diversificar el suministro de gas, acelerar el despliegue de gases renovables. Y también reemplazar el gas en la calefacción y la generación de energía”, indicó la CE en sus lineamientos.
El biometano y el hidrógeno verde ocupan un lugar destacado en la lista de prioridades en Bruselas. La Comisión tiene previsto elevar la producción de biometano a 35 000 millones de metros cúbicos (bcm) para 2030, frente a los 3 bcm de 2020. La producción debería aumentar en 0,5 bcm antes de fin de año. Para fines de la década, esto debería reemplazar el 20% del gas de Rusia, recoge Euractiv.
El gas en la mira de Europa, Francia en el biometano
La Asociación Europea de Biogás (EBA) considera que con estos nuevos objetivos, alrededor del 10% de las necesidades energéticas del bloque deberían estar cubiertas en 2030. Y si la tendencia continúa, el 30-40% de la demanda de gas de la UE podría cubrirse para 2050.
“Promover el rápido desarrollo del biometano contribuirá a la mitigación del cambio climático. Reducirá la dependencia de los suministros externos de gas. Y hará frente a un aumento sin precedentes en los precios del gas natural”, comentó el director de EAB, Harmen Dekker.
Con esto en mente, la asociación pide que la estrategia de biometano se incluya en la Directiva de energía renovable refundida de la UE, que actualmente está siendo discutida por el Parlamento Europeo y los estados miembros de la UE. En ese sentido, el biogás brindaría una oportunidad real para impulsar la independencia energética de Europa, en especial del gas. Este fue el mensaje transmitido por la presidencia francesa del Consejo de la UE en una charla sobre el éxito de la transición ecológica
Jean-François Carenco, presidente de la Comisión de Regulación de la Energía de Francia, destacó que el biometano “responde ante todo a la crisis del suministro de gas”. Pero también tiene la ventaja de “proporcionar ingresos agrícolas, tratar los residuos y dando vida a las zonas rurales”.
Consciente del potencial del biogás, Francia ya ha invertido en las tecnologías necesarias para desarrollarlo en su territorio. Al 31 de diciembre de 2021, por ejemplo, el país contaba con 365 instalaciones diseñadas para inyectar biometano a las redes de gas natural, con una capacidad de 6,4 teravatios-hora (TWh) por año.
Macron respalda al gas renovable
En un esfuerzo por llevar esto un paso más allá, el gobierno francés implementó recientemente otras medidas, como reducir el costo de conectar las unidades de metanización a la red de gas natural.
La ministra de Transición Ecológica, Barbara Pompili, firmó en marzo, una orden que eleva el nivel de apoyo para los costos de conexión del 40 % al 60 %. “Con la firma de este decreto, estamos facilitando (el) desarrollo (del biometano) al simplificar la instalación de proyectos. Y al reducir el costo de su conexión. Esta es una señal que le estamos enviando al sector”.
También, afirmó, “estamos movilizados para aumentar nuestra capacidad de producción de biogás. Les recuerdo se ha multiplicado por 5 en los últimos dos años. Y representará el 10 % de nuestro consumo de gas para 2030”, dijo Pompili en el lanzamiento del Plan de Resiliencia de Francia.
Otra señal provino de un portavoz del presidente Emmanuel Macron, quien se enfrenta a la líder de extrema derecha Marine Le Pen en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales este 24 de abril.
Anthony Cellier, diputado del partido LREM de Macron, destacó que “el biogás es parte de la estrategia energética de Francia”. Jean-Charles Colas-Roy, otro diputado del partido de Macron se refirió a los planes energéticos. Dijo que estaba convencido de que «aumentaremos los objetivos» para el gas renovable en el próximo programa plurianual de Francia.
Sin embargo, Nguyen cree que la tecnología del biogás “todavía no es completamente capaz de producir tanto como nos gustaría”. Por eso, hasta ahora, esta solución no se ha señalado como una prioridad política máxima. “Pero hoy estamos de espaldas contra la pared. Tendremos que hacer apuestas tecnológicas”, agregó el experto.
España con déficit energético
En 2022 España ha gastado más de 196 millones de euros cada día para comprar petróleo y gas en los mercados internacionales, de acuerdo con datos publicados por el Ministerio de Industria. El incremento del precio y del volumen de compras por el alza de la demanda en invierno, elevó el coste de importar energía a 11.804 millones en los dos primeros meses del año. Por tanto, arroja un gasto de casi 200 millones al día, reseñó Ok Diario.
La cifra total es125% superior a la del mismo periodo de 2021: el incremento del precio es 49% y la subida del volumen de las compras de un 50%.
En paralelo, España también ha aumentado de forma importante el volumen de productos energéticos que exporta en este año. Gas que llega al país a través del gasoducto del Medgaz o de buques metaneros y que exporta a Francia y a Portugal, principalmente.
Las exportaciones se situaron hasta febrero en 4.819 millones de euros,127% más. Resultado sobre todo del incremento de la cantidad de energía exportada, que sube un 70%, frente al precio, que aumenta un 34%.
Pese a ese desempeño, el déficit energético del país se sitúa en dos meses en 6.984 millones de euros.
Mientras tanto, Marruecos anunció el hallazgo de petróleo pesado y ligero en dos pozos sondeados frente a las costas de Tarfaya e Ifni, cerca de las Islas Canarias.
La Oficina Nacional de Hidrocarburos y Minas (ONHYM) detalló que en la zona de Tarfaya-Agadir se llevó a cabo entre 2000 y 2022 la prospección de siete pozos en el mar, de los cuales tres en aguas poco profundas. De esos tres, dos revelaron la presencia de petróleo, uno de ellos de petróleo pesado cerca de Tarfaya y otro de petróleo ligero cerca de Ifni.