Tras seis meses de cierre total, Europa poco a poco regresa a la normalidad. En Francia a partir de esta semana los ciudadanos pueden comer y beber en las terrazas de los restaurantes, pueden ir al cines y a los museos. Algo que podría ser tan común pero desde el año pasado es casi imposible de disfrutar. Aunque Francia es uno de los países de Europa más afectados por la COVID-19 con casi 110.000 fallecidos, la situación ha mejorado en las últimas semanas debido a las restricciones y la acelerada campaña de vacunación.
De todas formas, Francia no debe bajar la guardia. Los ciudadanos deben estar atentos a las nuevas variantes del coronavirus si quieren que la situación siga mejorando. Por ahora, algunos cafés, bares y restaurantes volvieron a abrir sus terrazas, con limitación de seis comensales por mesa y aforos reducidos al 50%. No obstante, otros establecimientos esperarán hasta la tercera fase de la desescalada, prevista el 9 de junio. En ese momento podrán volver a la actividad, ya que consideran que «no es rentable» abrir antes.
Mientras tanto, otras medidas también se relajaron en Francia. El toque de queda nocturno comenzará dos horas más tarde. A las 21.00 en vez de a las 19.00, como se hizo durante 203 días continuos. En los cines y museos la limitación de aforo de una persona será de cada 8 m2, para garantizar una visita en condiciones óptimas. Además, el público debe reservar previamente un horario y debe usar mascarilla obligatoriamente.
La vuelta a la normalidad de los establecimientos es parte de la segunda etapa del plan en cuatro fases que se anunció a finales de abril por su presidente Emmanuel Macron. Está previsto que continúe el 9 de junio con la reapertura del interior de cafés y restaurantes, aforos menos estrictos y un toque de queda a las 23.00, que desaparecerá por completo el 30 de junio, si la situación lo permite. Incluso se espera que el parque Disneyland París, cerrado desde el 30 de octubre, reabra el 17 de junio.
La UE abre fronteras para los turistas vacunados contra la COVID-19
Los 27 Estados miembros de la Unión Europea (UE) alcanzaron un acuerdo que permite el ingreso al espacio común de viajeros procedentes de países exteriores al bloque que ya estén totalmente vacunados. Las condiciones para que los viajeros puedan entrar a Europa es que reciban la pauta completa de vacunación contra la COVID-19 al menos 14 días antes de su viaje.
Igualmente, el acuerdo será formalizado entre los ministros a finales de esta semana en una reunión encabezada por los responsables de Comercio. Después, entrará en vigor a partir de su publicación en el Diario Oficial de la UE.
Actualmente no es posible viajar hacia el espacio de la UE, con excepción de un pequeño grupo de países que son considerados «seguros» por su bajo nivel de casos de COVID-19. Tal es el caso de Australia, Israel, Nueva Zelanda, Ruanda, Singaput, Corea del Sur, Tailandia, y China. Para que un país sea considerado como «seguro», debe haber 75 casos por cada 100.000 habitantes en un período de dos semanas.
El Reino Unido también relaja las medidas
Desde esta semana los británicos también pueden cenar en un restaurante, asistir a los museos, teatros o ver un partido de fútbol en el estadio. Las reuniones en casa están de nuevo permitidas, con un aforo de seis personas o dos hogares como máximo, al igual que las vacaciones en el extranjero que están disponibles para algunos destinos.
En Escocia, la gente podrá reunirse en interiores, hasta un máximo de seis personas, mientras que los pubs y restaurantes están autorizados a servir alcohol en interiores hasta las 21.30 horas. Al igual que en Inglaterra, los cines, teatros, centros de juegos podrán reabrir desde este lunes en Escocia, pero solo podrán tener en su interior hasta un máximo de cien personas. Y en Gales también reabrirán en interiores los establecimientos y volverán a tener actividad los hoteles, cines, museos y galerías. Mientras que Irlanda del Norte revisará sus reglas de confinamiento el próximo 20 de mayo.
Aunque el Reino Unido es el país de Europa más afectado por la pandemia de la COVID-19 con casi 128.000 muertes, ha mejorado en las últimas semanas gracias a un confinamiento estricto y una campaña de vacunación que ha cubierto el 40% de la población adulta. De todas formas, el ministro británico, Boris Johnson pidió a los ciudadanos que se mantengan «alertas» ante la nueva variante India.
España va más lento pero con buenas noticias
En España los contagios bajan día a día a medida que aumenta la población que ha recibido al menos una dosis de vacuna. Sin embargo, las autoridades sanitarias mantienen la prudencia sobre los efectos del fin del estado de alarma y aún no se ha dicho cuándo se reducirán las medidas por la COVID-19, a diferencia de otros países de Europa.
El Ministerio de Sanidad notificó 6.080 nuevos contagios y 66 fallecidos en las últimas 24 horas en todo el territorio. La incidencia acumulada bajó tres puntos hasta los 144,56 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días.
En cuanto a la campaña de vacunación, las comunidades autónomas han administrado hasta este miércoles un total de 22.973.955 dosis de las vacunas contra la COVID-19 de Pfizer-BioNTech, Moderna, AstraZeneca y Janssen. 386.612 de ellas solo en las últimas 24 horas. Esto representa el 89,8% de las distribuidas, que ascienden a 25.572.945 unidades.
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