La Semana Europea del Cáncer de Pulmón, que se celebra del 8 al 15 de septiembre, se instauró en 1993 como iniciativa de la Comisión Europea para concienciar sobre la importancia de prevenir este tipo de cáncer, uno de los más mortíferos entre la población, y especialmente sobre cómo fumar tabaco aumenta el riesgo de padecer la enfermedad.
Según la Organización Mundial de la Salud, para el 2015 el cáncer de pulmón causó 1,69 millones de muertes. En un informe elaborado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), este tipo de tumor mató a 22.187 personas en España en el 2016, lo que significa que fue la principal causa de muerte en la población española. Mientras, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) asegura que cada año se diagnostican casi 29.000 nuevos casos en el país.
Asimismo, para el 2017, el cáncer de pulmón constituyó la principal causa de muerte en el continente europeo, tanto en hombres (33,3 por cada 100 mil habitantes) como en mujeres (14,6 por cada 100 mil habitantes). Sin embargo, estas cifras siguen representando una reducción de los fallecimientos desde el 2012.
Tipos de cáncer de pulmón
Según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, existen dos grandes tipos de cáncer de pulmón: de células pequeñas y de células no pequeñas. El cáncer de células pequeñas o microcítico representa 20% de los casos que se detectan en España, de acuerdo con la AECC. Este tipo de cáncer normalmente se desarrolla en la zona central de los pulmones, son agresivos y crecen rápidamente.
Por su parte, el cáncer de pulmón de células no pequeñas se divide en varios tipos: Carcinoma escamoso o epidermoide, adenocarcinoma pulmonar y carcinoma de células grandes, entre otros. De los mencionados, se cree que el adenocarcinoma pulmonar es el menos relacionado con el consumo de tabaco. Mientras que el último es el menos frecuente de todos.
Asimismo, los científicos de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) descubrieron un nuevo subtipo de cáncer de pulmón, conocido como «supracarcinoide», que serían «tumores neuroendocrinos pulmonares bien diferenciados», atípicos y que su incidencia anual aumentó en todo el mundo, especialmente en etapas avanzadas.
El tabaco, principal factor de riesgo
El consumo de tabaco sigue siendo el principal factor de riesgo para desarrollar cáncer de pulmón. De hecho, según la AECC, entre 80 y 90% de los casos de cáncer de pulmón se dan en fumadores. Estos tienen un riesgo entre 10 y 20 veces mayor de padecer cáncer de pulmón. Sin embargo, fumar tabaco no solo causa cáncer de pulmón, sino que también aumenta el riesgo de sufrir la enfermedad en laringe, de boca, esófago, garganta, vejiga, riñón, hígado, estómago, páncreas, colon y recto, y cérvix o cuello uterino, según el Instituto Nacional del Cáncer de EEUU.
Sin embargo, los fumadores pasivos también están muy expuestos a sufrir este tipo de cáncer. Los no fumadores son más susceptibles a otros factores de riesgo en ocupaciones en la que se tenga contacto con asbesto, que se utiliza en aislamientos, minería y la industria textil; así como los que trabajan con petróleo y sus derivados.
Igualmente, la exposición al níquel y al radón también pueden aumentar el riesgo. Con la edad, como en otros tipos de cáncer, también aumenta el riesgo de padecer cáncer de pulmón, mientras que los hombres tienen una probabilidad tres veces mayor de sufrir este tipo de cáncer, que las mujeres.
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