Europa, Latinoamérica y el Caribe tienen en común lengua, cultura, tradición y lazos indivisibles. Además, y lastimosamente, más de 600.000 muertes por la COVID-19. Desde la Asamblea de EuroLat hacen un llamado a que las instituciones financieras apuntalen la recuperación de América Latina, tan golpeada por el SARS-CoV-2.
En una sesión plenaria, promovida desde la Eurocámara en Bruselas exhortaron a las instituciones de la UE y a los organismos de integración latinoamericanos a que refuercen su cooperación en áreas como el desarrollo, la ayuda humanitaria, la salud, la ciencia, la investigación y la tecnología. También en programas sociales que ayuden a mitigar el impacto de la pandemia, reducir la desigualdad y reforzar los sistemas públicos de salud.
«En medio de la segunda ola de la pandemia se necesitan mecanismos de cooperación financiera que permitan enfrentar de una manera más solidaria los desafíos”, afirmó el senador chileno Jorge Pizarro.
En la declaración piden que «el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco de Desarrollo de América Latina y el Banco Centroamericano de Integración Económica financien las inversiones necesarias para la recuperación económica y la reactivación productiva».
EuroLat recomienda para América Latina un aumento del capital tanto del CAF como del BID, que integran varios países europeos. «El gran riesgo es que la crisis sanitaria y económica acabe en una crisis financiera, lo cual haría todo más largo y doloroso”, dijo Javi López, copresidente de EuroLat.
EuroLat: América Latina y la UE en la crisis
Asimismo, en la declaración conjunta se incorpora el pedido de los parlamentarios de América Latina del acceso justo y universal de vacunas. Allí participaron Parlacén, Parlatino, Parlasur, Parlandino, Senado mexicano y el Senado chileno.
«América Latina es la región más afectada”, dijo Josep Borrell, quien se hizo eco del cálculo del FMI que pronostica una pérdida del 8% del PIB de la región.
En el documento final resaltan su compromiso con la estabilidad de la economía, el comercio, la inversión en servicios sociales. Piden a las organizaciones multilaterales que incluyan estímulos fiscales prolongados. Sería la vía para restaurar la confianza, relanzar y estimular el crecimiento sostenible, proteger y generar empleos dignos con salarios justos.
De igual modo, confían en que la colaboración conjunta de las regiones conduzca a una real transformación de las economías y sociedades. La finalidad es que sean más sostenibles, resilientes y justas frente a los desafíos del cambio climático.
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