Científicos calculan que alrededor del 95% del universo está formado por energía y materia oscuras, cuya naturaleza continúa siendo un misterio, a pesar de las densas investigaciones e innumerables misiones. La Agencia Espacial Europea (ESA) lleva más de diez años construyendo y perfeccionando un telescopio, el Euclid, que fue lanzado al espacio este 1 de julio, con la finalidad de despejar la gran incógnita del universo.
Ya envió sus primeras imágenes de prueba, pero faltan meses para que Euclid entregue una visión más precisa del cosmos. Las primeras impresiones tomadas sirvieron para verificar el instrumental.
El telescopio brindará nuevos e importantes conocimientos sobre el «lado oscuro» y la armonía total del universo. Se espera que logre cartografiar un tercio del cielo y registre miles de millones de galaxias a 10.000 millones de años luz. Su campo de visión cubre un mayor rango de cielo que los telescopios espaciales Hubble o el James Webb para el cartografiado cosmológico.
El consorcio Euclid –liderado por ESA– cuenta con una importante participación de la NASA. Le proporciona instrumentos científicos y análisis de datos y ciencia. También de personal de investigación y de ingeniería del Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC). El objetivo del telescopio es crear el mapa tridimensional más grande y preciso del universo.
“Después de más de 11 años de diseño y desarrollo del telescopio Euclid, emociona enormemente ver estas primeras imágenes”, dice el gerente del proyecto, Giuseppe Racca. “Es aún más increíble cuando pensamos que vemos solo pocas galaxias aquí, producidas con un ajuste mínimo del sistema. El Euclid totalmente calibrado observará miles de millones de galaxias para crear el mapa 3D del cielo más grande”.
El fascinante telescopio Euclid
El director general de la ESA, Josef Aschbacher, felicitó al equipo de Euclid. “Es fantástico ver que la última incorporación a la flota de misiones científicas de la ESA funciona tan bien. Tengo plena confianza en que el equipo detrás de la misión logrará usar Euclid para revelar mucho sobre el 95% del universo del que actualmente sabemos tan poco”, manifestó
Yannick Mellier, líder del Euclid Consortium, expresó que las primeras imágenes obtenidas con los instrumentos visibles y de infrarrojo cercano del telescopio Euclid abren una nueva era para la cosmología observacional y la astronomía estadística. «Marcan el comienzo de la búsqueda de la naturaleza de la energía oscura”, subrayó.
Las primeras imágenes responden a pruebas tomadas para verificar los instrumentos y revisar cómo la nave espacial puede ajustarse y refinarse aún más. Debido a que en gran parte no se procesan, quedan algunos artefactos no deseados, por ejemplo, los rayos cósmicos que se disparan en línea recta. El Consorcio Euclid convertirá las observaciones del cartografiado expuestas durante más tiempo en imágenes listas para la ciencia, libres de artefactos y más detalladas y nítidas.
“En muy poco tiempo, Euclid cubrirá mucho más cielo que todo lo que ha hecho el Hubble durante 20 años. El James Webb observa un área muy pequeña y es muy difícil que descubra las galaxias más masivas del universo primitivo”, explica Francisco J. Castander, científico titular del ICE-CSIC, del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña y principal investigador del consorcio de Euclid en España.
El Euclid sí las podrá descubrir. Cuando se descubran, el Webb las estudiará en detalle. Euclid descubrirá muchas cosas en el universo primitivo que serán determinantes. «Las cosas más masivas que se forman en el pasado siempre son excepcionales y ayudan a entender cómo se forman las estructuras”, asentó.
El más grande y preciso mapa 3D del universo
La misión nació en 2008 por la fusión de dos misiones espaciales. Dune, para estudiar los efectos de las lentes gravitacionales desde el espacio, y Space, enfocada en hacer espectroscopía para estudiar el agrupamiento de las galaxias.
El 4 de octubre de 2011, la ESA seleccionó la misión Euclid para su implementación. Ese día, la Real Academia Sueca de las Ciencias otorgó el Premio Nobel de Física a los científicos Saul Perlmutter, Brian P. Schmidt y Adam G. Riess, por su descubrimiento de la expansión acelerada del universo a través de observaciones de supernovas distantes. En junio de 2012, la misión fue adoptada por la ESA
En su viaje al universo oscuro el telescopio Euclid dará acceso a 10.000 millones de años de historia cósmica. La luz que emitieron galaxias lejanas hasta 10.000 millones de años luz. La humanidad estará más cerca de descifrar algunos de los mayores misterios de la cosmología actual: el ritmo de expansión del universo.
Relatividad, materia, gravedad
Castander apunta que el universo está en expansión y lo que tiene es materia que experimenta una fuerza gravitacional que siempre es atractiva. «Uno esperaría que la gravedad fuese parando poco a poco la expansión, pero hay algo extraño que llamamos energía oscura, que hace que el universo en lugar de pararse vaya más rápido», explicó.
El telescopio Euclid también pondrá a prueba la teoría de la relatividad a grandes distancias. Medirá cómo actúa la gravedad y cómo agrupa la materia. “Si no se confirma la teoría general de la relatividad, implicaría un cambio de paradigma. Podría volver a cambiar el concepto de cómo funciona la gravedad y sería revolucionario”, comenta el científico español.
Sin embargo, hasta ahora el tipo de energía oscura parece ser compatible con la constante cosmológica que introdujo Einstein en sus ecuaciones. «La teoría de la relatividad general, hasta donde hemos estudiado, funciona bien, pero con Euclid queremos comprobarlo con más precisión”, concluyó.