Personas con obesidad pueden correr un mayor peligro ante la COVID-19. Un estudio que hicieron especialistas de Italia indicó que las personas obesas presentan un doble mayor riesgo: tanto de morir como de síntomas más fuertes. La investigación se suma a otras que se han hecho en diferentes países, incluso un análisis en España.
El estudio se puede leer en el European Journal of Endocrinology y lo dirigió el cirujano Matteo Rottoli. Tanto él como la mayoría de los investigadores forman parte de la Universidad de Bolonia, de Italia.
Factor de riesgo
En la introducción el texto dice que el objetivo era analizar si el índice de masa corporal (IMC) era un factor de riesgo de insuficiencia respiratoria, ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y muerte. Estos mismos aspectos han sido investigados en los últimos meses en países como Francia y Estados Unidos.
Para ello, los investigadores dirigidos por Rottoli trabajaron con 482 pacientes que tenían COVID-19. Estos fueron hospitalizados entre el 1 de marzo y el 1 de abril de 2020.
Así, vieron que los pacientes que tenían un IMC igual o superior a 30 presentaban un mayor riesgo de enfermedad grave. Aumentaba, pues, el riesgo de insuficiencia respiratoria y el de ingreso en la UCI.
En el caso de los pacientes con un IMC igual o superior a 35 aumentó el riesgo de muerte.
El IMC es un indicador simple sobre la relación que hay entre el peso y la talla de la persona; sirve para saber si esta presenta sobrepeso u obesidad. A los adultos que tengan un IMC igual o superior a 25 se les considera con sobrepeso. Mientras tanto, los adultos que tengan un IMC igual o superior a 30 son considerados obesos.
Creación de pautas
Países como Reino Unido o Estados Unidos han creado pautas —agregó Economía Digital— para identificar a los pacientes de mayor riesgo en aquellos que tienen un IMC de 40 en adelante.
“Nuestro estudio determinó que cualquier grado de obesidad está relacionado y sugiere que las personas con obesidad leve también deben ser identificadas como una población en riesgo”, indicó Rottoli, según el medio.
Para los investigadores es importante que se revalúe el sistema de identificación de los pacientes en riesgo de contraer la COVID-19. El objetivo es que se incluya a los que tienen obesidad leve. Hasta el momento, sin embargo, se ha dicho que tanto las personas mayores como aquellas (de cualquier edad) que tengan enfermedades preexistentes son las que presentan un mayor riesgo de contagio.
Este 17 de julio la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó 13.616.593 casos confirmados y 585.727 muertes por el nuevo coronavirus. A su vez, hay 237.743 nuevos casos.
España también ha analizado el caso de la obesidad y la COVID-19
En 2019 se calculó que 1 de cada 4 hombres y 1 de cada 5 mujeres eran obesos en España. “La obesidad es un factor de riesgo para la morbilidad y la mortalidad prematura. Las consecuencias de la obesidad para la salud y la calidad de vida de las personas que la padecen son múltiples”, señaló un artículo de investigadores de España sobre la relación entre la obesidad y la nueva enfermedad.
El texto se publicó en mayo en la Biblioteca Nacional de Medicina de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.
En el artículo resumieron la prueba científica obtenida hasta mayo sobre el papel de la obesidad en el coronavirus. Dice que, a pesar de que los estudios se habían estado centrando en la edad y en algunas enfermedades crónicas como el caso de la hipertensión y del cáncer, para las últimas semanas (para mayo) se analizó la relación entre la obesidad y la pandemia.
Señalaron que se habían estado publicando los primeros estudios que indicaban que las personas que tenían obesidad, también presentaban un mayor riesgo de desarrollar una enfermedad más grave por coronavirus.
De este modo, explican que dichos estudios mostraban que la obesidad es un factor de riesgo para la hospitalización, el ingreso en la UCI y el desarrollo de consecuencias graves que llevan a la muerte.
Se refirieron a casos de personas obesas que se contagiaron con el coronavirus en Francia y Nueva York, y hablaron de sus requerimientos como ventilación mecánica invasiva y hospitalización. Los datos también apuntan a que la obesidad pudiera ser un factor de riesgo muy importante en las personas más jóvenes.
Una de las complicaciones que pueden presentar los pacientes con obesidad es la inflamación crónica por el exceso de tejido adiposo y que la COVID-19 puede aumentar más aún. Esta puede producir una disfunción metabólica, que, a su vez, podría llevar a patologías como la diabetes tipo 2, la hipertensión o la enfermedad cardiovascular.
“Comprender el papel de la obesidad en la COVID-19 debería ser una prioridad de salud pública, dada la alta prevalencia de esta condición en nuestro país”, afirmaron en aquel entonces.
El daño que hacen el sobrepeso y la obesidad
“El sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud”, explicó la OMS.
Para abril de 2020, el organismo afirmó que la obesidad se había casi triplicado en todo el mundo. Los datos alarman: en 2016, más de 1.900 millones de adultos de 18 años o más tenían sobrepeso. De estos, más de 650 millones eran obesos.
Para el mismo año, había más de 340 millones de niños y jóvenes (de entre 5 y 19 años de edad) con sobrepeso u obesidad.
El sobrepeso y la obesidad pueden llevar a enfermedades cardiovasculares, que fueron la principal causa de muertes en 2012. Diabetes, trastornos del aparato locomotor y algunos cánceres, por ejemplo, de mama, ovarios, próstata, riñón y colon.
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