Por Cambio16
13/01/2017
Estar preparado para la muerte es complejo tanto para la persona moribunda como para sus familiares y seres queridos, en especial por las numerosas dudas que plantea el ineludible momento.
En los últimos instantes de vida, justo cuando una persona deja de comer, de hablar y pierde su visión, generalmente cierra los ojos y aparenta quedar dormida. Lo que ocurre luego está más allá del horizonte de sucesos, y no hay quien pueda contárnoslo.
Sin embargo, recientemente la ciencia ha descubierto algunas cosas sobre la muerte que ahora pretende revelar, según indica una publicación de la revista The Atlantic.
¿Qué siente una persona al momento de morir?
El doctor James Hallenbeck, especialista en medicina paliativa de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, destaca la fase terminal, el momento en que las personas pierden sus sentidos y deseos. Lo primero que pierden es el sentido del apetito, seguido del habla y luego la visión; el tacto y el oído son los últimos en perderse.
El interrogante que más nos inquieta: ¿la muerte es dolorosa? Aún no tiene una respuesta única. Según explica la profesora Margaret Campbell, de la Universidad de Wayne, algunos enfermos de avanzada edad mueren paulatinamente, y en este caso no sufren.
Por otra parte se presentan situaciones donde el dolor es inevitable. Pero gracias a los modernos analgésicos, morir de una enfermedad vinculada con el dolor no significa necesariamente que una persona tenga que sufrir al momento de dejar este mundo.
Los sueños antes de la muerte
Una experiencia frecuente de las personas próximas a morir son los sueños. De acuerdo a un estudio realizado en un hospital para enfermos terminales en Estados Unidos, el 88% de los encuestados manifestó haber tenido por lo menos un sueño o visión, que se distinguían de los sueños habituales por tener mayor claridad y parecer mucho más reales. Manifestaciones que podrían considerarse como «símbolos oníricos» según las descripciones planteadas por Sigmund Freud en su obra «La interpretación de los sueños«.
Los científicos apuntan a que este tipo de sueños son por lo general positivos y mitigativos, particularmente aquellos en los que se presentan familiares fallecidos.
En el campo clínico, lo que si se conoce es que al morir algunos de los procesos que no son fundamentales para la supervivencia se detienen y otros, por el contrario, se aceleran, principalmente los vinculados al sistema visual. Esto podría explicar el misterioso fenómeno de ‘la luz al final del túnel‘, sostiene David Hovda, profesor de la Universidad de California.