La petrolera estatal brasileña Petrobras anunció la venta de ocho refinerías en Brasil y la red de puestos de gasolina PUDSA en Uruguay, en el marco de las nuevas directrices de su plan de desinversiones.
El Consejo de Administración de Petrobras aprobó las nuevas medidas a tomar para el futuro Plan de Negocios y la Gestión 2020-2024 de la empresa. Así se informa en un comunicado de la petrolera estatal brasileña.
Brazil’s Petrobras details refinery, other asset sale plans https://t.co/OtWrLSvTgY pic.twitter.com/PkNxw8IVvw
— Reuters Top News (@Reuters) April 27, 2019
Además de la filial en Uruguay y las ocho refinerías, que en total tratan 1,1 millones de barriles de petróleo por día, la estatal brasileña también venderá su participación en Petrobras Distribuidora. Allí la estatal brasileña permanecerá como accionista relevante.
La medida fue adoptada mientras Petrobras enfrenta un duro conflicto con los trabajadores de las dos empresas distribuidoras de gas natural de las que es dueña en Uruguay. Se trata de MontevideoGas y Conecta.
Renovación en puertas
Con la venta de las refinerías se «renovará» el portafolio de Petrobras con activos de mayor rentabilidad. También se dará mayor «competitividad y transparencia al segmento de refinación en Brasil». Así lo destaca la nota.
La estatal brasileña se encuentra inmersa desde hace varios años en un ambicioso programa de venta de activos. Con ello, busca revertir la severa crisis económica en la que se vio envuelta por los escándalos de corrupción y la caída en los precios del petróleo.
Petrobras calcula que este año venderá activos por un valor de entre 30.000 y 40.000 millones de dólares. La cifra es el doble de lo previsto en su actual plan de desinversiones, según cálculos del presidente de la empresa, Roberto Castello Branco.
La firma busca mayor competitividad
Los activos de refinación incluidos en este programa de desinversión son: Refinaria Abreu e Lima (RNEST), Unidade de Industrialização do Xisto (SIX), Refinaria Landulpho Alves (RLAM), Refinaria Gabriel Passos (REGAP), Refinaria Presidente Getúlio Vargas (REPAR), Refinaria Alberto Pasqualini (REFAP), Refinaria Isaac Sabbá (REMAN) y Lubrificantes e Derivados de Petróleo do Nordeste (LUBNOR).
«Los proyectos de desinversión de las refinerías, además del reposicionamiento de la cartera de la compañía en activos de mayor rentabilidad, permitirán también dar mayor competitividad y transparencia al segmento de refinación en Brasil».
Según el comunicado, la medida va en línea con el posicionamiento de la Agencia Nacional del Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles (ANP). También responde a recomendaciones del Consejo Administrativo de Defensa Económica (Cade).
Los proyectos seguirán la Sistemática de Desinversiones de Petrobras y tendrán sus principales etapas divulgadas oportunamente al mercado.
¿Brasileña pero no estatal?
El gobierno de Brasil no está estudiando ahora la privatización de Petrobras. Sin embargo, el presidente Jair Bolsonaro se mostró abierto a la idea por vez primera.
Más temprano en abril, Bolsonaro dijo que tiene una “simpatía inicial” por la idea de privatizar la estatal brasileña. La afirmación supone un cambio en el tono frente a declaraciones previas.
Por otro lado, el ministro de Economía del país suramericano, Paulo Guedes, dio a conocer que el gobierno brasileño está trabajando en un programa para abaratar el gas natural doméstico. Ello debería resultar en un “impacto” bajista en el precio en 30-60 días.
Brazil’s Guedes Says Bolsonaro Open to Petrobras Privatization https://t.co/tH0hRGeMjv pic.twitter.com/XpgNxs1xfv
— Rio De Janeiro Info (@rioinformer) April 27, 2019
Reducción de la deuda
La empresa anunció recientemente que planea reducir casi el 7 por ciento de su fuerza laboral a través de un programa de despido voluntario diseñado para generar ahorros de alrededor de US$1.000 millones para 2023.
La estatal brasieña, con sede en Río de Janeiro, dijo que unos 4.300 trabajadores cumplen los criterios para unirse al programa. La compañía empleaba a 63.361 personas a finales del tercer trimestre de 2018, según su informe de resultados más reciente.
El programa costará 1.100 millones de reales (€ 250 millones). Generará unos posibles ahorros de 4.100 millones de reales (€ 934 millones) en los próximos cinco años. Así lo ha estimado la compañía.
Petrobras busca elevar su producción de crudo este 2019 hasta un 10%, a unos 2,3 millones de barriles por día. Igualmente intenta reducir su deuda neta en US$10.000 millones. Actualmente, la estatal brasileña es la petrolera más endeudada del mundo.
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