Las actividades humanas llevan más de un siglo alterando el clima y el equilibrio del medio ambiente. Dañando la naturaleza y poniendo la vida en el planeta al borde de la nada. Los seres humanos son los más perjudicados por los daños que le ocasionan al aire, al agua y a los suelos, pero le cuesta darse cuenta. A muchos ni siquiera les asombra.
Semanas atrás, varias imágenes se hicieron virales en las redes sociales por lo sorprendente. Algunos animales salvajes tomaron espacios que les eran impedidos. Otros se mostraron a sus anchas en escenarios naturales, por el repliegue de millones de personas, confinadas en sus casas. Además por el despeje de contaminación ambiental y de ruidos. Los medios replicaron la aventura del puma que se aventuró a pasear por las avenidas de Santiago de Chile. O de los jabalíes recorriendo Barcelona. Los patos del río Sena entretenidos por los bulevares de París. Y del susto de los asturianos al tropezarse con un oso deambulando por sus calles. ¿Qué significa todo esto? Qué nos quiere decir el medio ambiente que aún no entendemos?
La pandemia por la COVID-19 deja dolores, interrogantes e incertidumbres. Pero ¿qué decir de los brutales incendios forestales a gran escala de Brasil, California y Australia? ¿De la invasión no vista en 30 años de las langostas del desierto en el Cuerno de África? Del uso masivo de plásticos, de la deforestación de bosques y de emisiones de gases.
Dañar nos daña
El WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza) señala en un informe reciente que virus y bacterias conviven con el ser humano desde siempre: “Pero cuando la naturaleza se altera o se destruye, se facilita la propagación de patógenos. Aumentando así el riesgo de contacto y transmisión al hombre, con los consiguientes efectos negativos sobre nuestra salud”.
Las actividades humanas llevan décadas alterando el clima y el equilibrio del medio ambiente. El hielo glaciar se derrite, los arrecifes de coral se han reducido a la mitad. Y se han perdido grandes extensiones de bosque, 178 millones de hectáreas entre 1990 y 2020. La peor consecuencia es una acelerada y sin precedentes pérdida de biodiversidad que socava la vida misma en el planeta.
En esta emergencia sanitaria, líderes del mundo han manifestado su compromiso, al menos verbal y escrito, por hacer de la Tierra un lugar más amigable con la naturaleza.
Guterres y el medio ambiente
Desde 1974, por iniciativa de las Naciones Unidas, cada 5 de junio se conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente. Y hoy debería ser un día de replanteamientos y reflexiones.
António Guterres, secretario general de la ONU, envió un mensaje al mundo: «La fecha es propicia para centrarnos en la naturaleza y su valor para la humanidad”.
En el vídeo resalta:
«Estamos dañando el mundo natural, el medio ambiente, en perjuicio nuestro. La degradación de los hábitats y la pérdida de biodiversidad se están acelerando en todas las regiones. La alteración del clima está empeorando: incendios, inundaciones, sequías, supertormentas más fuertes y perjudiciales. Es preciso que toda nuestra comunidad global cambie de rumbo. Ha llegado la hora de la naturaleza”.
Al referirse a la pandemia y los cambios ambientales puntuales favorables en el ambiente, dijo que el alivio será momentáneo y no resolverá de fondo la crisis climática existente.
Día Mundial del Medio Ambiente
En la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático COP25, en Madrid 2019, se anunció que Colombia sería sede de la conmemoración de este día, en un momento tan crucial para el globo. El encuentro de más de 30 expertos del mundo será virtual y se centrará en la biodiversidad y conservación del patrimonio natural.
El programa prevé seis temas de importancia:
- Salud humana y de los ecosistemas.
- Prioridades para la conservación de la Amazonía.
- Biodiverciudades.
- Calidad del aire y la salud.
- Economía circular.
- Cambio climático.
La biodiversidad es la variedad de seres vivos en el planeta. Actualmente hay aproximadamente ocho millones de especies en la Tierra, que viven cada una en un ecosistema único. Cada miembro de esta biodiversidad tiene un papel fundamental en el equilibro natural.
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