Las relaciones entre los Estados Unidos y la Unión Europea (UE) parecen deteriorarse cada día más. Entre otras razones a las políticas y sanciones que pretende imponer la administración de Donald Trump en relación con Cuba.
Es difícil imaginar que la isla caribeña pudiera ser la causante de la discordia entre ambas partes. No obstante, los intereses comerciales terminan prevaleciendo ante cualquier amistad.
#EEUU y la #UniónEuropea parecen haber entrado en una espiral conflictiva en aumento, debido a un cambio de rumbo en la política de #Washington hacia #Cuba, por las crecientes amenaza hacia las #EmpresasEuropeas con inversiones e intereses en la #IslaCaribeña. pic.twitter.com/M6rxsBaWun
— Cambio 16 (@Cambio16) April 24, 2019
El gobierno de Trump ha venido endureciendo su postura en contra de las dictaduras que aún subsisten en el continente americano, caso Venezuela, Nicaragua y Cuba.
En este sentido, Desde Washington se han planteado realizar un cerco diplomático, político y financiero para ahogar a estos regímenes.
Trump anunció la semana pasada que permitirá que ciudadanos estadounidenses reclamen ante tribunales nacionales las propiedades que fueron confiscadas durante la revolución cubana a cargo de los hermanos Castro, según los términos establecidos en la ley Helms-Burton.
La respuesta de la UE fue inmediata y afirmó que se opondría, ya que ve en riesgo sus intereses en Cuba. Incluso, portavoces europeos han dicho que utilizarán todos los medios para disuadir la acción, incluyendo reactivar un caso en contra de los Estados Unidos en la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Esta respuesta tan contundente se debe a que la Unión Europea considera que la acción pone en peligro sus negocios hoteleros en Cuba.
La UE ya le advirtió a EE.UU. que no se va a quedar de brazos cruzados ante sus intentos de aplicación extraterritorial de sus sanciones contra Cuba. https://t.co/aYESICsOgG
— BBC News Mundo (@bbcmundo) April 24, 2019
El desafío de la UE
Lejos de avizorar un entendimiento entre las partes, el conflicto pareciera enredarse más, ya que la UE está dispuesta a desafiar a los Estados Unidos.
Las encargadas de relaciones exteriores y comercio de la UE, Federica Mogherini y Cecilia Malmström, enviaron una carta al secretario de estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, en la que recordaron que las empresas europeas demandadas en ese país podían recurrir a los tribunales europeos para tratar de recuperar cualquier pérdida.
La Unión Europea (UE) y Canadá lamentaron este miércoles en una declaración conjunta la decisión de Estados Unidos de permitir demandas ante sus tribunales contra empresas extranjeras que operan en Cuba.https://t.co/HheRUSubFB pic.twitter.com/mv036keIc2
— News Paper On (@NewsPaperOn1) April 18, 2019
Asimismo, también destacaron en la misiva que varios posibles demandantes estadounidenses también tienen intereses comerciales en Europa.
«Esto podría desencadenar un ciclo contraproducente que perjudicará el clima de negocios», finaliza la carta citada por Reuters.
Igualmente, varias cancillerías de países europeos se han pronunciado, considerando la medida de los Estados Unidos como ilegal ante el derecho internacional.
«La mejor manera de alentar a Cuba a respetar las libertades democráticas y los derechos humanos, implementar una reforma política o desempeñar un papel menos nocivo en Venezuela es a través del diálogo y la cooperación, no del aislamiento», dijo un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores británico.
Ley Helms-Burton
La ley Helms-Burton fue aprobada por el congreso de Estados Unidos en 1996, pero su título III, el cual permite las demandas por las expropiaciones en Cuba, fue suspendido precisamente para evitar un conflicto con la Unión Europea y Canadá, que tienen importantes inversiones en la isla.
Esa posición se mantuvo por 23 años, durante las administraciones de Clinton, Bush, Obama y los primeros años de Trump, hasta ahora que Washington espera activar ese apartado de la ley.
Pompeo ya firmó el decreto para que la ley se empezara a cumplir desde el 1 de mayo, caldeando los ánimos en Bruselas.
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, anunció que la medida forma parte de las acciones en contra de las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
«Esta decisión sirve como una advertencia al régimen cubano de que estamos preparados para responsabilizarlo por sus violaciones de los derechos humanos y la continua represión del pueblo cubano», expresó Bolton.
This decision serves as a warning to the Cuban regime that we are prepared to hold it accountable for its violations of human rights and continued repression of the Cuban people. We will always fight for the freedom of the Cuban people. https://t.co/amD7MVY0qH
— John Bolton (@AmbJohnBolton) April 17, 2019
Según la agencia de inteligencia Stratfor, las demandas vinculadas a las confiscaciones podrían sumar unos 6.000 casos por un valor estimado en 1.900 millones de dólares.
Igualmente, el departamento de Justicia de Estados Unidos ha certificado unos 5.913 reclamos de compañías e individuos que fueron sujeto de expropiación en Cuba, por un valor estimado en 8.000 millones de dólares.
Relaciones UE-Cuba
Desde 2017 la Unión Europea es el principal socio comercial de Cuba, a pesar de las numerosas sanciones comerciales de los Estados Unidos a Cuba, incluyendo el embargo económico de 1960.
Sin embargo, desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, Europa ha visto amenazada la estabilidad de sus negocios en la isla caribeña.
Entre las empresas europeas que podrían verse afectadas están las cadenas hoteleras españolas Meliá, Iberostar y Barceló, así como su similar francesa Accor.
Asimismo, el fabricante de licores francés Pernod Ricard, dueño de la marca Havana Club, y el conglomerado de bienes de consumo británico-holandés Unilever corren peligro con la ley Helms-Burton.
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