Después de más de cincuenta años de la gran hazaña espacial de la humanidad, al pisar el suelo de la Luna y, las sucesivas misiones del programa Apolo de la NASA que concluyeron en 1972, EE UU acaba de regresar sin tripulación a la superficie del satélite natural de la Tierra con Odysseus, una nave espacial de construcción privada.
El módulo orbitó la Luna durante aproximadamente un día antes de comenzar su descenso ocurrido este 22 de febrero a las 17:23 CST, bajo la mirada atenta de la agencia espacial estadounidense y de Intuitive Machines, la empresa que construyó a Odysseus, la primera nave comercial privada de tal envergadura.
Este alunizaje llega poco después del intento fallido de la misión Peregrine el pasado enero, que tuvo problemas en el sistema de propulsión de la nave. Tras una semana de trayecto desde su despegue en la Tierra hasta la órbita Lunar, Odysseus se dispuso a reducir su velocidad y preparar sus patas orientadas hacia la superficie, hasta posarse sobre el terreno del polo sur de la Luna. Cerca del cráter Malapert A.
Osysseus estuvo unos 10 minutos fuera de contacto. «Sé que esto fue motivo de morderse las uñas. Pero estamos en la superficie y estamos transmitiendo», anunció el director ejecutivo de Intuitive Machines, Steve Altemus, en la transmisión en vivo ‘Bienvenido a la Luna’.
Pasaron unas dos horas para que Intuitive Machines indicara que la nave estaba «en posición vertical y comenzando a enviar datos».
En una actualización más reciente sobre el desempeño de la misión espacial, la empresa fabricante reveló que estaba «viva y bien». Y que los controladores buscaban descargar datos científicos del vehículo.
Estados Unidos finalmente de vuelta a la Luna
El regreso de Estados Unidos a la Luna genera altas expectativas a escala mundial. Por las investigaciones esperadas y por la reanudación de misiones espaciales con ese destino.
“Hoy (jueves) por primera vez en más de medio siglo, Estados Unidos ha regresado a la Luna. Hoy, por primera vez en la historia de la humanidad, una empresa comercial, una empresa estadounidense, lanzó y dirigió el viaje hasta allí”, dijo Bill Nelson, administrador de la NASA.
El módulo de aterrizaje Nova-C hexagonal de 14 pies (4,3 metros) y seis patas es apodado cariñosamente ‘Odie’ por los empleados de Intuitive Machines. Forma parte de la iniciativa de servicios comerciales de carga lunar (CLPS) de la NASA, en la que la agencia otorga contratos a socios privados, en gran parte para apoyar el programa Artemis.
La NASA contribuyó con 118 millones de dólares para que despegara, mientras que Intuitive Machines financió otros 130 millones de dólares. Antes de su lanzamiento el 15 de febrero desde el centro espacial Kennedy de Florida en un cohete Falcon 9 de la compañía SpaceX de Elon Musk.
La misión IM-1, al igual que el fallido lanzamiento de Peregrine, lleva una carga útil de equipo científico diseñado para recopilar datos sobre el entorno lunar. Específicamente en la región rocosa elegida para albergar a la misión Artemis III de la NASA, planificada para dentro de dos años.
Es una zona peligrosa, “llena de todos estos cráteres”, según Nelson. Pero elegida porque se cree que es rica en agua congelada que podría ayudar a sostener una base lunar permanente para futuras misiones humanas a Marte. Los científicos dijeron en 2023 que pequeñas cuentas de vidrio esparcidas por la superficie de la Luna contenían «miles de millones de toneladas de agua» que podrían extraerse y utilizarse en futuras misiones.
Competencias por conquistar el espacio
Bill Nelson señaló que los riesgos valen la pena. “Todo es importante para ver si hay agua en abundancia. Porque si hay agua, hay combustible para cohetes: hidrógeno y oxígeno. Y podríamos tener una gasolinera en el polo sur de la luna”, añadió el administrador de la NASA.
La vida operativa prevista del módulo de aterrizaje de energía solar es de sólo siete días, antes de que el lugar de aterrizaje, a unas 186 millas del polo sur de la Luna, pase a la sombra de la Tierra. Pero la agencia espacial espera que sea suficiente tiempo para analizar cómo reaccionó el suelo al impacto del aterrizaje.
Otros instrumentos se centrarán en los efectos del clima espacial en la superficie lunar, mientras que se desplegará una red de marcadores para la comunicación y la navegación.
«Odysseus, impulsado por la Intuitive Machines y lanzado en un cohete SpaceX, que transporta una gran cantidad de instrumentos científicos de la NASA, está llevando el sueño de una nueva aventura en ciencia, innovación y liderazgo estadounidense en el espacio», comentó Nelson.
En la competencia global por conquistar el espacio, la India coronó su sueño de llegar a la Luna y, a un área inexplorada por anteriores sondas espaciales en agosto de 2023. Después de realizar con éxito el primer alunizaje sobre el polo sur del satélite, con la misión Chandrayaan-3
Estados Unidos no podía seguir rezagado y emprendió este regreso también al polo sur de la Luna con Osysseus. EE UU busca mantenerse por delante de Rusia y China, que están planeando sus propias misiones lunares humanas. Y el programa Artemis tiene visiones a largo plazo de misiones tripuladas a Marte dentro de las próximas dos décadas.
Hurgando el polo sur de la Luna
Sólo Estados Unidos ha llevado astronautas anteriormente, en seis misiones Apolo entre 1969 y 1972. Mientras que cinco países han colocado allí naves espaciales sin tripulación. Japón se unió a EE UU, Rusia, China e India el mes pasado cuando su módulo de aterrizaje inteligente para investigar la Luna (Slim) realizó un aterrizaje exitoso, aunque incómodo, después de un vuelo de tres meses.
Otros dos lanzamientos de Intuitive Machines están programados para finales de este año. Incluido un taladro de hielo para extraer ingredientes para el combustible de cohetes y otro módulo de aterrizaje Nova-C que contiene un pequeño rover de la NASA. Y cuatro pequeños robots que explorarán las condiciones de la superficie.
El módulo lleva a bordo otras herramientas científicas y tecnológicas para que la NASA pueda explorar en profundidad el terreno de nuestro satélite. Antes de enviar astronautas en una misión tripulada que tendrá lugar a finales de esta década a través del programa Artemis.
También viajan 6 cargas útiles desarrolladas por la agencia espacial y otras empresas privadas, que operarán sobre el terreno durante unos 7 días antes que llegue la noche lunar a la zona de aterrizaje. Envolviendo el Odysseus en un frío glacial que difícilmente podrá soportar.
Además, la carga incluye tecnologías experimentales de comunicación, navegación y aterrizaje de precisión. Y otras herramientas que recopilarán datos científicos sobre el entorno lunar y su hábitat.
Steve Altemus, en su último parte informativo, indicó que “el módulo de aterrizaje tiene buena telemetría y carga solar. Seguimos aprendiendo más sobre la información específica del vehículo (Lat/Lon), su estado general y su actitud (orientación)”.