Estados Unidos es ahora un exportador de petróleo. En la semana que terminó el 30 de noviembre, sus ventas de crudo y productos superaron a sus compras en 211 mil barriles diarios (mbd). Es la primera vez que esto sucede. Así se desprende de cifras del Departamento de Energía que se remontan a 1973.
Las exportaciones de petróleo crudo aumentaron en la semana a un récord de más de 3,2 millones de bpd, según la Administración de Información de Energía (EIA).
Se trata de un paso importante en el camino para cumplir la promesa del presidente Donald Trump de lograr la «independencia energética». Con ello EEUU pondría fin a 75 años de estar sujetos a las importaciones.
Sin embargo, aún queda un largo trecho por recorrer. Todavía la nación norteamericana compra más de lo que vende. En 2018, las importaciones estadounidenses de petróleo superaron a las exportaciones en 3 millones de barriles por día de promedio. En 2005 esta cifra alcanzó su punto máximo, de más de 12 millones de barriles por día, según la AIE . Es previsible que en el futuro cercano Estados Unidos continúe comprando un poco más de petróleo del que venderá.
Lo cierto es que EEUU vive un auge notable en su producción petrolera. Las estimaciones de la Administración de Información de Energía apuntan a que en la primavera de 2019 se pueda establecer un nuevo récord de producción, alcanzando los 12 millones de barriles por día.
De cara a la reunión de la OPEP
Los datos sobre el superávit de exportaciones fueron publicados este jueves. El mismo día en que la OPEP terminó en Viena una reunión sin un anuncio concreto para reducir la oferta. La cumbre se produce en medio de las tensiones provocadas por la caída del precio del petróleo en más de un 30% en los últimos tres meses.
Tras conocerse la falta de acuerdos en las reuniones del cártel y el nuevo rol de EEUU como exportador, se ha producido un nuevo descenso. El Brent se ubicó este jueves por debajo de los 60 dólares. En el Intercontinental Exchange (ICE) de Londres abrió en 58,62 dólares para entregas de febrero. Se trata de una caída de 2,94 dólares respecto al cierre del miércoles. Por su parte, el West Texas Intermediate (WTI), perdía 1,67 dólares para cotizarse en 51,22 dólares el barril.
Ante este panorama, el peso específico de EEUU es un nuevo elemento. “La OPEP tendrá que tenerlo en cuenta cuando piensen en cortar” la producción. Así lo aseguró Michael Lynch, presidente de Strategic Energy & Economic Research. En este sentido, afirmó que la Unión Americana se está “convirtiendo en la potencia energética dominante en el mundo”.
El pasado 5 de diciembre, el presidente de EE.UU., Donald Trump, aseguró a través de su cuenta de Twitter que el mundo «no necesita precios más altos del petróleo».
Hopefully OPEC will be keeping oil flows as is, not restricted. The World does not want to see, or need, higher oil prices!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) December 5, 2018
Este viernes, se realiza una reunión del grupo “OPEP+”. Se trata de una coalición, conformada por los miembros de la organización y sus aliados como Rusia y México. En el encuentro se mantienen las discusiones sobre qué volumen de producción se determinará para estabilizar el precio del crudo.
Buscando la “Independencia Energética”
Lograr que EEUU se autoabastezca de energía ha sido un asunto prioritario en la agenda del presidente Donald Trump. Su administración se ha caracterizado por impulsar propuestas que permitan apuntalar las tecnologías del carbón, el gas y el petróleo. En ese sentido, ha trazado una estrategia, que llamó “la dominación de Estados Unidos de la producción mundial de energía”. A través de esta iniciativa está dando carta blanca a los combustibles fósiles.
En el plan lo primero que aspira es aumentar las exportaciones norteamericanas de petróleo y gas natural. El presidente ha prometido acabar con décadas de dependencia energética. Asegura que su país se convertirá en un exportador neto de petróleo, gas, carbón y otros recursos energéticos. El anuncio de esta semana apunta en esa dirección. Estados Unidos es ahora un exportador de petróleo.
En realidad, el tema de la independencia energética de Estados Unidos no es nuevo. Cuando explotó la crisis del petróleo en 1973, el presidente Richard Nixon había planteado la necesidad de que Estados Unidos gestionara estrategias de exploración y control de la producción de petróleo a escala global. Buscaba que su país no dependiera de otras voluntades o de los vaivenes políticos del Cercano y Mediano Oriente.
Después de Nixon todos los presidentes de los Estados Unidos incorporaron en sus discursos la estrategia de la independencia energética: Ford, Carter, Reagan, Bush padre, Clinton, Bush hijo, Obama y ahora Trump.
Una década de avances
Los discursos han sido seguidos por acciones. Particularmente luego de la entrada del nuevo milenio. Las iniciativas tomaron mayor fuerza a partir de 2011 gracias a la alta rentabilidad que ofrecían los altos precios del petróleo, que se encontraban por encima de 100 dólares. Ese entorno permitió a Estados Unidos acometer programas para apuntalar aún más su producción. Petrolera.
Por ejemplo, desde hace más de una década, han venido apostando a la extracción de gas y petróleo con el sofisticado método de exploración denominado “from shale rock” (esquisto). Consiste en inyectar el subsuelo para posibilitar o aumentar la extracción de gas y petróleo. Se emplea agua, arena y productos químicos para provocar el flujo de gas que hay en el sustrato rocoso.
La innovación tecnológica permitió el desarrollo del fracking, una técnica de extracción petrolífera y gasífera mediante la fracturación hidráulica de rocas, utilizando a presión agua mezclada con arena y productos químicos.
Tras darse a conocer este jueves la cifras del superávit de exportación de petróleo, los resultados parecen estar a la vista. Estados Unidos es ahora un exportador de petróleo.
Para más información visite: Cambio16
Lea también:
OPEP alcanzó un acuerdo provisional de recorte
https://www.cambio16.com/actualidad/opep-alcanzo-un-acuerdo-provisional-de-recorte/