Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) confirmaron que tendrán una vacuna contra la COVID-19. Aseguran que solicitaron a los gobernadores de los estados que comenzaran los preparativos, pues la distribución en el país empezará en el mes de noviembre.
Los CDC no quieren trabas y han solicitado a las autoridades estatales que eliminen los obstáculos que evitarían la apertura de los sitios de distribución. Así lo confirman varios medios de comunicación estadounidenses.
El pasado 27 de agosto los CDC enviaron una carta a todas las gobernaciones. En esta especifican la planificación y distribución de “dosis limitadas” de la vacuna que estaría disponible para otoño. También indican que comenzarán en los próximos días con la solicitud de permisos para construir los centros de vacunación.
Vacuna antes de las elecciones presidenciales
La fecha para la distribución de la “vacuna milagrosa”, el 1 de noviembre, coincide con la realización de las elecciones presidenciales en EE UU. El presidente Donald Trump se presentará a esta contienda para buscar la reelección.
Sin embargo, un funcionario federal, familiarizado con la planificación, le confirmó a la agencia Bloomberg que la fecha es solo para la planificación. Agregó que la coincidencia electoral “no tenía la intención de influir en la intención de voto” hacia Trump.
La Universidad Johns Hopkins contabiliza, hasta este miércoles, 6.111.485 casos positivos y 185.669 fallecidos, cifras que confirman que Estados Unidos es el país con más contagiados y muertos del mundo.
Estados Unidos cerca de la inmunización contra la pandemia
En días recientes el comisario de la Administración de Alimentación y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), Stephen Hahn, aseguró que el organismo no descartaría aprobar el uso de emergencia de una vacuna contra el coronavirus antes, incluso, de que termine la fase 3 de ensayos.
Se trataría de una autorización de uso de emergencia, lo que dista mucho de una validación completa de la FDA. Hahn insistió en que «el criterio legal, médico y científico es si el beneficio es muy superior al riesgo en medio de una emergencia sanitaria».
El Gobierno estadounidense había adelantado que dos vacunas se encuentran en la fase 3, la de Moderna y la de Pfizer/BioNTech. Las farmacéuticas prevén reclutar al menos a 30.000 voluntarios para estos ensayos y concluir si se trata de una vacuna segura y eficaz. Otras dos también se sumarán, calculan, para mediados de septiembre.
Lea también: