El secretario de Estado Mike Pompeo anunció este miércoles que el Departamento de Estado ya no consideraba que Hong Kong tuviera una autonomía significativa bajo el gobierno chino, por lo que muy probablemente el presidente Donald Trump finalizará con algunos o todos los programas especiales del gobierno con esta excolonia británica.
Es probable que este jueves Pekín apruebe una ley de Seguridad Nacional que permitirá que el gobierno de China tome medidas contra las libertades civiles del territorio. La legislación prevé “impedir, detener y castigar” actividades como las independentistas que pueden conducir a la subversión de los poderes del Estado.
Pompeo ha dicho al Congreso que eso sería una «sentencia de muerte» para Hong Kong, que goza de libertades como la de expresión, prensa e independiencia del sistema judicial, lo que no existe en China continental.
«Hoy certifiqué ante el Congreso que Hong Kong no continúa garantizando el tratamiento bajo las leyes de los Estados Unidos de la misma manera que las leyes de los Estados Unidos se aplicaron a Hong Kong antes de julio de 1997. Ninguna persona razonable puede afirmar hoy que Hong Kong mantiene un alto grado de autonomía de China, dados los hechos sobre el terreno».
Agregó que “Hong Kong y su gente dinámica, emprendedora y libre han florecido durante décadas como un bastión de la libertad, y esta decisión no me da placer. Pero una formulación de políticas sólida requiere un reconocimiento de la realidad. Si bien Estados Unidos alguna vez esperó que un Hong Kong libre y próspero proporcionara un modelo para la China autoritaria, ahora está claro que China está modelando a Hong Kong por sí misma”.
Protestas deja 300 detenidos en Hong Kong
Desde finales del siglo pasado, Hong Kong ha sido un centro financiero comercial y global, por lo que la posible imposición de aranceles supondría un duro golpe contra el gobierno de China. Muchas compañías chinas y extranjeras usan ese territorio como base internacional o regional.
Esta semana, casi un año después de que el 9 de junio de 2019 se iniciaran masivas protestas contra la intención de la gobernadora Carrie Lam de establecer una ley de extradición, las protestas han regresado con fuerza a la región.
Este miércoles, el debate de una ley que criminaliza los insultos al himno nacional de China llevó a manifestantes prodemocracia a intentar tomar los alrededores del Parlamento, pero las fuerzas de seguridad les dispersaron con el uso de gas pimienta. Desde tempranas horas del día hubo intentos de bloquear las instalaciones del Metro y algunas calles.
La llamada “Ley del Himno Nacional” contempla hasta tres años de cárcel y multas de hasta 50.000 dólares de Hong Kong (5.880 euros) para quien irrespete el Himno.
La policía informó sobre la detención de unas 300 personas por participar en manifestaciones que califican de ilegales en el centro de la ciudad, principalmente en los barrios Causeway Bay y Central.
“Ahora es como si, de hecho, hubiera un toque de queda”, dijo a la AFP, Nathan Law, una figura del movimiento por la democracia.
“Un país, dos sistemas”
En virtud del principio “un país, dos sistemas”, Hong Kong disfruta desde su devolución a China en 1997 y hasta 2047 de ciertos derechos desconocidos en otras partes de China, lo que ha permitido a la excolonia británica convertirse en un importante centro financiero y abre a China una puerta de entrada económica al mundo.
Durante meses, los diputados prodemocracia, en minoría en el parlamento, han dificultado la votación del texto del proyecto de “Ley del Himno Nacional” que consideran atenta contra la libertad de expresión. A comienzos de mes, los representantes electos pro-Pekín tomaron el control del Comité de la Cámara, que tiene la responsabilidad de revisar los proyectos de ley antes de que fueran examinados. Este hecho fue calificado por la oposición como un “acto inconstitucional”.
Este miércoles se preveía una segunda lectura del texto y la semana próxima la tercera. Después pasaría a ser Ley, en caso de que se apruebe el proyecto.
Los activistas pro democracia consideran que la única manera se hacerse escuchar es a través de las protestas, pues no cuentan con un verdadero sufragio universal. Y lo vienen haciendo con bastante intensidad en los últimos 11 meses como forma de dar a conocer su malestar por el intento de China de controlar la región semiautónoma.
Desde la Ley de extradición
Hace casi un año salieron a las calles para oponerse al proyecto de Ley de extradición, que permitiría a las autoridades chinas apresar a quienes consideren «fugitivo», una categoría en la que se encuentran los activistas por la independencia de Hong Kong.
Pese al principio de “un país, dos sistemas”, muchos activistas observan cada vez más el creciente autoritarismo del gobierno de Xi Jinping, lo que se acentuará con la aprobación este jueves de la ley de Seguridad Nacional para el territorio.
Naomi Ho, organizadora comunitaria de la asociación Youth Policy Advocators, ha afirmado que los jóvenes sienten cada vez un mayor control por parte de la China continental y que «no tienen un futuro en Hong Kong», que junto a París y Singapur es una de las tres ciudades más caras del mundo, de acuerdo a la Encuesta Mundial de Costo de Vida 2019 de la Unidad de Inteligencia de The Economist.
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