Una nueva medida anunció el gobierno del presidente Donald Tump para disminuir el ingreso de migrantes, sobre todo centroamericanos, en Estados Unidos.
La ampliación de la política de retorno a México de migrantes que buscan asilo es la nueva acción que EEUU toma y que se suma a otras como el mayor despliegue de agentes en la frontera sur, el posible cierre de los cruces fronterizos y la eliminación de los fondos de ayuda a los gobiernos de Honduras, Guatemala y El Salvador.
La secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, sostuvo que van a expandir de forma “inmediata” la política para devolver a ciudadanos centroamericanos a México, mientras esperan la tramitación de sus solicitudes de asilo.
Según la alta representante del gobierno estadounidense se busca elevar el retorno a México en «cientos de migrantes adicionales por día sobre la cantidad actual».
The only way to truly fix this border emergency is with emergency legislation. Misguided court decisions and outdated laws have created loopholes that are the main cause of today’s crisis. @DHSgov cannot travel this road alone—we need Congress to do its job so we can do ours.
— Secretary Kirstjen M. Nielsen (@SecNielsen) April 2, 2019
Para apoyar esta acción, la agencia de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos anunció que unos 750 funcionarios ayudarán a procesar las solicitudes de la oleada de familias migrantes que ingresó a Estados Unidos la semana pasada.
En los últimos tiempos lo que está ocurriendo es que las personas deben esperar años por la respuesta de asilo y lo hacen en suelo estadounidense, donde terminan quedándose ilegalmente. Trump ha presionado a México para que la espera sea en su territorio y el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se ha venido mostrando con mucha disposición.
«Claro que tenemos que ayudar porque por nuestro territorio pasan migrantes centroamericanos. Tenemos que ordenar esa migración, que sea legal. Y al mismo tiempo se protejan los derechos humanos. En eso estamos, pero serenos», afirmó el mandatario mexicano.
López Obrador: Hay que atender las causas de las migraciones
Alrededor de un 85-90% de los deportados por Estados Unidos que ingresan por la frontera sur son migrantes provenientes de países como El Salvador, Guatemala y Honduras. Cruzan sin documentación a través de México, huyendo de la pobreza y la violencia.
Desde finales de 2018, México ha estado entregando visas humanitarias a los centroamericanos con el fin de disminuir su llegada a la frontera con EEUU. No obstante, en las últimas semanas se frenó el programa por el incremento de las solicitudes. El Instituto Nacional de Migración espera a partir del próximo mes animar a las personas a solicitar visas en sus países de origen.
López Obrador dijo que a pesar de los esfuerzos de su gobierno por ayudar con el flujo migratorio a través del país, el asunto no es solo de México. Los gobiernos de los países de origen de los migrantes deben atender las causas para evitar estos éxodos. Expresó que los mexicanos deportados por la frontera sur de EEUU son del 10 al 15 por ciento del total “y espero sean cero pronto».
El presidente mexicano reiteró que lo mejor es mantener una política de amistad y buena vecindad con el Gobierno de Estados Unidos, por lo que había que actuar con mucha prudencia.
En alza detenciones en frontera con Estados Unidos
El anuncio de Trump de negar la ayuda a los tres países del llamado Triángulo Norte tuvo este lunes fuertes objeciones por parte de los miembros del Congreso de Estados Unidos, quienes deben aprobar el plan para que sea efectivo.
Mike McCaul, el principal republicano en la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, afirmó que reducir la ayuda empeoraría la situación, no la mejoraría.
«Si recortamos toda esta financiación (…) creo que van a empeorar las cosas trágicamente, en lugar de mejorarlas», dijo durante una presentación en Washington.
La ayuda se ubica en unos 700 millones de dólares. Según el secretario de Estado del Departamento de Estado, Mike Pompeo, esos fondos deberán ser “redirigidos a otras prioridades de política exterior”.
Aunque su país trabaja con los gobiernos centroamericanos y con México para «resolver este problema en la frontera», la gente sigue cruzando en forma masiva. “Esta es una crisis. Necesitamos solventarla«, aseveró.
The situation at our southern border has gone from a crisis to a near system-wide meltdown. As @POTUS has declared—this is a national emergency. @DHSgov is working to tackle the problem at the source: https://t.co/NYEgnk2feB
— Secretary Kirstjen M. Nielsen (@SecNielsen) April 2, 2019
En marzo, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) proyectaba más de 90.000 aprehensiones en la frontera, según datos proporcionados al gobierno mexicano. Esto representa un alza de más de 140 por ciento desde igual mes en 2018 y un salto de siete veces con respecto a 2017.
Para el senador demócrata Ben Cardin poner fin a la ayuda solo traerá más complicaciones.
«Y cerrar la frontera, eso no tiene ningún sentido. Necesitamos la cooperación de México para trabajar con nosotros. Al bloquear la frontera simplemente se le está diciendo a México que lo estamos haciendo solos”, agregó el también miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado.
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