La práctica profunda del yoga, la meditación, el trabajo de respiración y la atención plena de lo que sucede dentro y fuera de la persona pueden llevar a varios estados de conciencia que, en su mayoría, resultan beneficiosos pero también arrojan malas experiencias, angustias y sufrimientos.
El yoga ayuda a la relajación, a reducir el estrés y a mejorar la concentración y coordinación. También a sumergirse en estados de conciencia muchas veces alterados y más comunes de lo esperado, indica una investigación multidisciplinar que incluye a expertos del Hospital General de Massachusetts. Aunque muchas personas encuestadas para el estudio informaron resultados positivos de sus experiencias con el yoga, para una minoría sustancial fueron negativas. El informe publicado en la revista Mindfulness señala desrealización (la sensación de estar separado de su entorno), experiencias unitivas (un sentido de unidad o “unidad”). Asimismo, emociones extáticas, percepciones vívidas, cambios en el tamaño percibido, calor o electricidad corporal, experiencias extracorporales y percepción de luces no físicas.
Un estado alterado es cualquier estado mental inducido por diversas maniobras o agentes fisiológicos, psicológicos o farmacológicos, que puede ser reconocido subjetivamente como una desviación suficiente del funcionamiento psicológico a partir de ciertas normas generales para ese individuo.
“Realizamos una serie de encuestas internacionales para investigar y descubrimos que este tipo de experiencias estaban muy extendidas”, comentó el autor principal Matthew D. Sacchet, director de Meditation Research, programa en el Hospital General de Massachusetts y profesor asociado de psiquiatría en la Facultad de Medicina de Harvard.
Sacchet explicó que a los estados alterados los siguieron con mayor frecuencia efectos positivos, a veces transformadores en el bienestar. «Sin embargo, en algunos casos también se informaron efectos negativos sobre el bienestar y un pequeño subconjunto de personas informó un sufrimiento sustancial”, añadió
Yoga y los estados alterados de conciencia
Un panel de expertos en psiquiatría, neurociencia, meditación y diseño de encuestas desarrolló un cuestionario sobre la experiencia de estados alterados de conciencia durante la práctica de yoga. Un total de 3.135 adultos en EE UU y el Reino Unido completaron el cuestionario en línea. El 45% informó haber experimentado estados alterados de conciencia no inducidos farmacológicamente al menos una vez en la vida.
Esto es mucho más del esperado 5% (EE UU) al 15% (el Reino Unido) de la población que se estima ha realizado la práctica de la atención plena o mindfulness. Los encuestados informaron de una combinación de bienestar positivo y negativo después de estados alterados. Con 13% afirmando un sufrimiento moderado o mayor y un 1,1% con un sufrimiento que amenazaba su vida. De los que experimentaron sufrimiento, el 63% no buscó ayuda.
«En lugar de ser extremadamente inusuales y raros, nuestro estudio encontró que los estados alterados de conciencia son una variante común de la experiencia humana normal. Sin embargo, hemos descubierto que quienes experimentan resultados negativos relacionados con estos estados alterados a menudo no buscan ayuda ni los médicos están bien preparados para reconocer o apoyar este tipo de experiencias. Por tanto, una cierta proporción de personas tiene dificultades para integrar sus experiencias de estados alterados en sus concepciones existentes de sí mismos y de la realidad”, dijo Sacchet
Poca ayuda
El investigador señaló que se necesitan estudios adicionales para identificar las características individuales asociadas con experimentar estados alterados de conciencia y con el sufrimiento potencial vinculado con estos estados. «No debemos descartar la meditación y otras prácticas como inherentemente peligrosas. Debemos comprender mejor y apoyar a los meditadores para que se den cuenta el potencial inherente. «Al igual que la psicoterapia, la farmacología y otras herramientas terapéuticas es importante que aprendamos a implementar y apoyar mejor a las personas», añadió.
Sugirió que los antiguos manuales de meditación pueden ser útiles para clasificar y comprender los estados alterados de conciencia. Pueden proporcionar orientación sobre cómo gestionar mejor los estados alterados si resultan difíciles.
Considera importante que quienes enseñan prácticas de meditación deben asegurarse de que los participantes sean conscientes del riesgo potencial. «Este tipo de salvaguardas ayudarán a garantizar que estas prácticas se enseñen y experimenten de manera segura».
Al margen de estos episodios, los yoguis y las personas que practican esa disciplina afirman una y otra vez, que los beneficios son mayores a las eventualidades. Inclusive emplean el yoga como instrumento para aliviar o eliminar el sufrimiento, sea físico, mental o espiritual. Christine Saari, terapeuta de yoga, indicó que “cuando sabemos que somos más que nuestros pensamientos, nos damos cuenta de que nuestro sufrimiento surge de nuestra incapacidad para adaptarnos a las circunstancias externas. De nuestra incapacidad para dejar de lado el impacto de los traumas que llevamos con nosotros”. Aseguró que comenzar a curarnos a nosotros mismos, tiene que partir del deseo de hacerlo y punto. Es el requisito principal.