Por Cambio16
«Les escribo, queridos señores, para matar el hambre de madrugada. Sí. Tengo 41 años. Estoy en esa franja de edad invisible para ustedes. Por alguna oscura razón, a pesar de sus leyes, y Constituciones, sobrevivo gracias al arroz blanco, al amor materno y a la amistad. También por pequeños trabajos en eso que ustedes llaman “economía sumergida”.
A mí difícilmente me verán llorando por televisión porque no tengo hijos ni suficiente valentía para hacerlo. Pero sí tengo a veces hambre, insomnio y horror de pedir lo que, para mí, constituye un derecho sagrado en toda democracia que se precie: comida. Son ustedes poco dignos, caballeros. Cuando regresen a Europa para hablar demacroeconomía, piensen dos veces antes de decir que España ha hecho los deberes.
Esta carta se escribe para engañar el estómago, recuérdenlo. Esta carta es el saldo pendiente de una ciudadana a la que se le está agotando el arroz y la paciencia. No sonrían tanto, queridos dignatarios, porque son los abuelos quienes apuntalan el país con sus pensiones y ayudan a que no se desplome; no son ustedes. Son indignos de una España llena de gente fuerte y agradecida a pesar del abandono y la corrupción. Con el hambre ya cargamos unos pocos. Tengan ustedes la decencia, al menos, de cargar con la vergüenza para hacernos el peso algo más llevadero».
Elisa Mollá Saval. Valencia.
El País. Carta al Director. 6 de febrero de 2014
Así arranca el informe realizado por la Asociación Estatal de Directores y Gerentes en Servicios Sociales: El estado social de la nación 2015. Porque un testimonio, la realidad, siempre es más esclarecedor que miles de datos y estadísticas.
El mencionado informe se presenta como una contrarréplica al debate de la nación del Parlamento y analiza los efectos en las personas y las dinámicas sociales de las políticas aplicadas para salir de la crisis.
Se trata de uno de los ejemplos de las cifras oficiales: 14 millones de personas viven en situación técnica de pobreza y de ellos 6 millones en pobreza extrema, 40.000 familias fueron desalojadas de su vivienda por impago de hipoteca o de la renta en el último año (en la foto, Rosario Echevarría Pedrezuela espera su deshaucio el 16 de febrero, en Madrid) y en 731.000 hogares no entra ningún ingreso.
Estas son las principales conclusiones del informe que la asociación de directores y gerentes de servicios sociales ha trasladado para su debate a los grupos políticos, sindicatos y organizaciones sociales:
-Aunque se supere la crisis…
El estudio pronostica que casi la mitad de los españoles vivirá en situación precaria o en riesgo permanente de caer en la pobreza aunque se supere la crisis por «la inestabilidad en el empleo y los bajos salarios».
-Casi la mitad de los trabajadores cobra menos de 1.000 euros
El informe recuerda que la mitad de los trabajadores -8 millones- cobra menos de mil euros al mes, que uno de cada tres hogares tienen dificultades para terminarlo y que la mitad de las familias tienen algún tipo de deuda financiera.
-Familias pluridesahuciadas
El informe alerta del aumento de las familias «pluridesahuciadas».
«En el extremo de la crueldad legal e institucional están las personas pluridesahuciadas: sufrieron un desahucio de su vivienda en propiedad por impago de la hipoteca, meses o años después otro desahucio por impago de alquiler y, ya sin ingresos o con ingresos reducidos, se ven abocados a ocupar viviendas vacías, enfrentándose a desalojos», ha explicado uno de los autores del estudio, Luis Barriga.
De momento, es imposible cuantificar cuántas familias se encuentran en esa situación, pero según esta organización, crece de forma alarmante.
-Nueva estructura social
El informe dibuja una nueva estructura social consecuencia del elevado desempleo, la precariedad laboral, bajos salarios y los recortes en la protección social -4.970 millones de euros en 3 años-.
«Ha habido una guerra, se ha disparado a los sistemas compensatorios, que son los que evitan los riesgos de caer en la exclusión social», ha opinado Barriga, por lo que millones de personas corren el peligro «ante un ERE o por una situación precaria» de caer en el grupo instalado en la pobreza.
«Técnicamente, creemos que ya hemos salido de la crisis, otra cosa es el panorama social que ha dejado», ha asegurado Gustavo García, otro de los autores, quien ha advertido de que «la pobreza mantenida en el tiempo ha generado exclusión social, de la que es muy difícil salir».
Además, ha denunciado que el Gobierno ha desmontado las políticas sociales y creado un nuevo «modelo compasivo, en el que responden las familias, que poco a poco se están destruyendo».
«En el actual modelo de sociedad es inevitable la existencia de un importante sector instalado en la pobreza», concluye el informe, que lamenta que «las extremas desigualdades que se han alcanzado en España no sólo se van a mantener, sino que se incrementarán, de tal manera que subir en la escala social va a ser cada vez menos frecuente».