Por Cambio16
El grupo terrorista Estado Islámico (EI) avanza de forma imparable en Siria. Controla ya más del 50% del territorio, después de hacerse con la mayor parte del desierto central del país, donde se ubica la ciudad monumental de Palmira (en la imagen) tomada el miércoles por los yihadistas y cuyas ruinas están incluidas en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Palmira es un enclave de gran valor estratégico e incalculable valor arqueológico.
El director de Antigüedades y Museos de Siria, Maamún Abdelkarim, declaró que «esto es un desastre para todo el mundo, no solo para los sirios». Aun así, el responsable sirio destacó que «por fortuna», antes de la irrupción del EI en las ruinas, las autoridades consiguieron sacar un centenar de estatuas y las trasladaron a lugares seguros.
Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos precisó que los radicales dominan 95.000 kilómetros cuadrados de Siria y están presentes en nueve provincias: Homs, Al Raqa, Deir al Zur, Al Hasaka, Hama, Alepo, Damasco, Rif Damasco y Sueida. Según el OSDH, 462 personas han muerto en una semana de ofensiva.
De esta manera, los extremistas se extienden de este a oeste por una área que va desde el sur del monte Abdelaziz y el pueblo de Al Hul, en Al Hasaka (noreste), hasta la periferia de Marea, en Alepo (noroeste), pasando por casi toda Deir al Zur y Al Raqa (noreste) y el desierto central sirio.
Hacia el sur, los yihadistas controlan zonas al este de Damasco, así como partes del campo de refugiados palestinos de Al Yarmuk y del distrito de Hayar al Asuad, al sur de la capital, y puntos del norte de Sueida (sur). Además, en la provincia meridional de Deraa, hay grupos que se sospecha que son leales al EI.
Los radicales tienen en su poder la mayoría de los campos de gas del país, menos el yacimiento de Al Shaer, en el este de Homs y en manos del régimen, y el de Ramilan, en manos de las Unidades de Protección del Pueblo -milicias kurdo sirias-, en Al Hasaka.
El EI proclamó a finales de junio de 2014 un califato en Siria e Irak.
Los extremistas han logrado expandirse en el territorio sirio pese a los bombardeos de la coalición internacional, iniciados el pasado 23 de septiembre.
Analistas consultados por la agencia Efe opinan que esos ataques aéreos son «ineficaces» y que lo que se necesita para frenar al EI son «botas sobre el terreno».
Asesinados por el EI: