Es la pregunta que resuena con contundencia en el aire. Luego de 4 días de encuentro en el Vaticano y de que el papa señalara la necesidad de “medidas concretas y eficaces” ¿cuáles son las medidas concretas y eficaces que se deben tomar cuando un sacerdote o guía espiritual viola los derechos del niño abusando sexualmente de un menor?
“Los Estados Partes adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño se encuentre bajo la custodia de los padres, de un representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo». (art.19, Parte I Convención sobre los Derechos del Niño)
Llama poderosamente la atención que organismos como la Unicef en su website oficial reseñe todo tipo de noticias relacionadas con el abuso infantil, mas no se encuentre un titular que haga mención del encuentro celebrado en el Vaticano del 21 al 24 de febrero.
Por ejemplo, el día de la Cero Tolerancia contra la mutilación genital femenina (MFG) se encontraban notas, cifras, campañas, protagonistas de este hecho reseñado en la página de la Unicef. Igualmente, el día de una Internet segura ¿por qué el encuentro del Vaticano no?
A pesar de que este problema lo arrastra la Iglesia desde hace siglos, la condena de algunos sacerdotes ha sido el retiro de la actividad pública a una vida de oración y penitencia. ¿Y la justicia civil cómo queda en todo esto? ¿Quizás lavándose las manos como Pilato?
Decepcionantes conclusiones
El papa cerró este encuentro con un discurso de media hora. En el discurso hizo énfasis en el hecho de que el grueso de los abusos ocurren dentro de las familias. Mientras fuera del Vaticano, víctimas protestaban porque la santa sede había elegido a quien escuchar. Y otros actores calificaban como decepcionante las medidas a tomar.
«Especialmente angustiante fue el razonamiento del Papa de que el abuso ocurre en todos los sectores de la sociedad (…) Necesitábamos que ofreciera un plan audaz y decisivo. En cambio, nos brindó una retórica defensiva y reciclada» dijo Anne Barrett-Doyle, quien integra el grupo bishopaccountability.org.
Calificó el discurso final del papa como una «decepción sorprendente», dada las medidas que planteó:
- El Vaticano promulgará una ley que proteja a los menores y adultos vulnerables dentro de la institución.
- Fortalecimiento de las directrices en cada país para prevenir y castigar los abusos.
- Emisión de una directriz que ayude a los obispos del mundo a entender sus deberes.
- Informar a las autoridades civiles sobre las acusaciones.
- No subestimar los abusos.
- Aumentar los esfuerzos por llevar a los abusadores antes la justicia.
¿»Medidas concretas y eficaces»?
Según la página https://t.co/UhF8DvYoIG al menos 101 curas católicos han sido acusados públicamente de acoso o abuso sexual: https://t.co/rpTplsKWsx
— CNN en Español (@CNNEE) 22 de febrero de 2019
Convención de los Derechos del Niño
La importancia de la Convención de los Derechos del Niño radica en el hecho de que los Estados participantes tienen la obligación de garantizar su cumplimiento. Si buscamos en Wikipedia este concepto, observamos que hay un mapa que señala cuáles son los países firmantes de la Convención.
Casi todos los países del mundo son partícipes de este convenio. Lo que conduce a inferir lo siguiente: si en los países donde se ha corroborado el abuso sexual por agentes de la Iglesia católica a menores de edad son partícipes de este Convenio, ¿por qué los culpables de un crimen tan atroz no han sentido el peso de la justicia civil?¿Es que acaso los derechos de un sacerdote que viola a un niño están por encima de los derechos de ese niño?
“En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos, una consideración primordial a que se atenderá será el interés superior del niño”. (art. 3, Parte 1. Convención de los Derechos del Niño).
Es importante apuntar que sí hay países donde la justicia civil se ha encargado de estos casos como Australia, donde algunos sacerdotes han enfrentado la ley civil. Sin embargo, desde hace décadas que el problema de abuso sexual en la Iglesia hace ruido en el Vaticano y en el mundo.
Para 2004, la BBC señalaba que más de 4000 sacerdotes de la Iglesia católica habían enfrentado acusaciones por abuso sexual, solo en los Estados Unidos. A esta lista se suman países como Alemania, Argentina, Australia, Chile, Colombia, Ecuador, Irlanda, México y Reino Unido.
En 2014, la misma BBC reseña un informe realizado por el Comité de Protección de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas en el caso de los abusos sexuales de menores en la Iglesia. Este informe recomienda a la santa sede:
- La expulsión inmediata de la Iglesia de los miembros implicados en abusos.
- La creación de una oficina especial en el Vaticano para el tratamiento de estos casos.
- La derogación inmediata dentro del derecho canónico de cualquier norma que facilite este crimen y su impunidad.
- El desarrollo de un mecanismo que permita establecer estadísticas de esta actividad en los años recientes.
- El informe también destaca la preocupación del Comité por el caso de los hijos no reconocidos de sacerdotes católicos y la actuación de la santa sede en el caso de madres jóvenes que buscaron refugio en conventos y les fueron arrebatados sus hijos.
«En muchos casos, las autoridades de la Iglesia, incluido en la más alta jerarquía del Vaticano, se han mostrado reacias y en algunos casos han rechazado cooperar con las autoridades judiciales y comisiones de investigación», se lee en el informe.
Derecho canónico vs. Derechos del Niño
El derecho canónico es una rama del derecho que regula jurídicamente a la Iglesia católica. Es decir, la Iglesia católica tiene sus propios tribunales, abogados, jurisprudencia y códigos. De manera que un obispo que recibe una denuncia por abuso, debe seguir las normas y procedimientos estipulados por este derecho. Sin embargo, este derecho actúa dentro de los Estados nacionales de acuerdo a los concordatos que existan entre ellos y la santa sede.
Víctimas de #abusos se decepcionan por no ser invitadas a cumbre del #Vaticano pic.twitter.com/m9kfR6xpX3
— Reuters Latam (@ReutersLatam) 21 de febrero de 2019
No revisaremos acá los concordatos de cada país con el Vaticano, pero se entiende de lo arriba expuesto que los estados partícipes y firmantes de la Convención de los Derechos del Niño están en la obligatoriedad de cumplir y velar por los derechos allí expuestos. Entonces, ¿por qué en casi medio siglo de lucha contra el abuso infantil la Iglesia no ha sentido el peso de la ley?
Es decir, según las estadísticas en 2018 proporcionadas por la Agenzia Fides, la Iglesia católica administra:
- 72.826 escuelas infantiles frecuentadas por 7.313.370 alumnos.
- 96.573 escuelas primarias con 35.125.124 alumnos.
- 47.862 institutos de secundaria con 19.956.347 alumnos.
- 5.287 hospitales.
- 15.722 casas para ancianos.
Y pare de contar. El grado de influencia de la Iglesia católica en nuestra sociedad es obviamente amplio y poderoso. Pero eso se debe contrastar – en este caso en particular – con el efectivo cumplimiento de derechos universalmente reconocidos que no son una mera declaración y enunciación. Es un convenio de carácter internacional que los pederastas en cuestión y quienes los han encubierto han quebrantado.
No es una cosa irrisoria que dependa de un solo Estado. Estamos hablando de niños violados por aquellos que se suponen son su guía espiritual. No es una nimiedad. No se puede enfrentar con discursos eufemistas ni convenciones mea culpa sin llegar a un mecanismo que vincule directamente a estos sujetos al derecho civil y sea este el que se encargue de su juicio y condena.
Pensar que 4 días de encuentro son un buen comienzo para enfrentar esta lacra social es muy naíf. Los padres, representantes y responsables debemos pedir medidas concretas a las autoridades civiles. No es posible que se monten 4 días de encuentro, se pida perdón, se llame a la gente “el pueblo de Dios”, mientras una institución con una amplísima influencia en nuestra sociedad se sigue lavando las manos en cuanto a un tema tan brutal.
Por lo que aún queda latente la pregunta en el aire ¿está el derecho canónico por encima de los Derechos del Niño?
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