El cohete chino Long March 5B, que sirvió como vehículo transportador de una nave espacial lanzada al espacio este 29 de abril, vuela fuera de control. El Comando Espacial de Estados Unidos rastrea su accidentado regreso a la atmósfera terrestre, que pudiera ser este fin de semana.
El Pentágono monitorea el artefacto espacial que está fuera de control y reentrará a la atmósfera de la Tierra en los próximos días. El suceso genera preocupación sobre el lugar donde pueden impactar sus escombros.
La semana pasada China se preparaba para comenzar a montar su propia estación espacial. Después del lanzamiento con éxito de la primera parte de la estructura, el cohete que la llevó a órbita está a punto de volver a la Tierra sin control.
El «punto exacto de entrada a la atmósfera de la Tierra» del cohete aún no se puede identificar, según el portavoz del Departamento de Defensa, Mike Howard. Medios estadounidenses informan que se espera que el Long March 5B entre en la atmósfera de la Tierra «a partir del 8 de mayo». Una vez que se separe de la estación espacial Tianhe.
Si bien la mayoría de desechos espaciales se queman en la atmósfera, el tamaño del cohete genera preocupación en el Pentágono. Algunas de sus piezas más grandes podrían entrar en la atmósfera terrestre y causar daños si golpean áreas habitadas. El módulo pesa más de 22 toneladas y tiene alrededor de 50 metros de altura y 5 de ancho.
En mayo de 2020 y después de permanecer varios días en órbita como parte de su misión y entrar a la atmósfera en forma descontrolada, casi 18 toneladas del cohete chino Chang Zheng-5B cayeron frente a las costas de Mauritania en el océano Atlántico. La historia parece repetirse.
El cohete chino se aproxima sin control
Aerospace anunció que espera que el cohete chino entre de nuevo en la atmósfera el 9 de mayo a las 22 horas aproximadamente. Advirtió que según la trayectoria que está siguiendo el cohete y con su inclinación orbital de 41,5 grados, puede caer en puntos tan al norte como Madrid y tan al sur como Nueva Zelanda.
Se estima que lo que caerá en forma incontrolada es la etapa central del cohete Long March 5B. El que llevó la primera parte de la estación espacial Tianhe a órbita la semana pasada.
Inicialmente estaba planeado que la etapa central volviese a la Tierra tras poner en órbita la estación y aterrizara en un lugar controlado. Sin embargo, algo ocurrió tras poner en órbita la estación espacial y en vez de volver, se quedó atrapado en la órbita de la Tierra.
Una vez el cohete chino comience a entrar en la atmósfera será quemado y se desintegrará antes de llegar a tocar tierra. Sin embargo, debido a su tamaño y a su descontrol, hay una mínima posibilidad de que algunos restos impacten zonas pobladas.
Jonathan McDowell, experto del Centro de Astrofísica de la Universidad de Harvard, aclaró a la cadena CNN que la situación «no es el fin de los días».
«No creo que la gente deba tomar precauciones. El riesgo de que haya algún daño o de que golpee a alguien es bastante pequeño. No es despreciable, podría suceder, pero el riesgo de que te golpee es increíblemente pequeño. No perdería ni un segundo de sueño por esto como una amenaza personal», precisó.
China y sus estándares espaciales
McDowell consideró casi imposible saber hacia dónde podrían dirigirse los restos, ebido a la velocidad a la que viaja el cohete chino.
Aún así, el océano sigue siendo la apuesta más segura sobre dónde aterrizarán los escombros, dijo, solo porque ocupa la mayor parte de la superficie de la Tierra. «Si quiere apostar a dónde aterrizará algo en la Tierra, apueste por el Pacífico, porque el Pacífico es la parte más extensa de la Tierra. Es así de simple», agregó el experto.
Este suceso se produce después de que China lanzara el primer módulo de su estación espacial planificada el jueves por la mañana. Desde el centro de lanzamiento de Wenchang, en la isla sureña de Hainan.
En el pasado, otros desechos han caído en la Costa de Marfil, en África Occidental, apenas seis días después del primer vuelo del Long March 5B, en mayo de 2020, dañando varias casas en pueblos. Fue la mayor nave que se estrelló contra la Tierra desde el laboratorio espacial estadounidense Skylab en 1979
La NASA calificó entonces el suceso de «muy peligroso». La etapa del cohete había sobrevolado Estados Unidos poco antes.
En ese sentido, McDowell criticó el nuevo cohete de China por no cumplir las normas. Otros países se han asegurado de que la mayor parte de sus misiles no se queden en órbita. La idea es que se coloquen en una trayectoria para estrellarse específicamente en el mar.
«Con el Long March 5B, China no adoptó ninguno de estos enfoques, sino que diseñó la etapa central para que se quedara en órbita. Y volviera a entrar en algún lugar al azar una semana después gracias al arrastre atmosférico», añadió. «Este enfoque de diseño es negligente en comparación con los estándares actuales de otros países».
China niega que sus restos causen daños
Faltando horas para su reentrada a la Tierra, China aseguró que es «altamente improbable» que los restos del cohete causen daños en su regreso. Y afirmó que estos se desintegrarán al llegar a la atmósfera.
«La mayoría de los restos del cohete chino se desintegrarán y se destruirán durante su reentrada en la atmósfera. Es altamente improbable que causen ningún daño a la Tierra», dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores Wang Wenbin.
Agregó que «aunque lo más probable es que no sea peligroso, China está prestando mucha atención a la reentrada del cohete en la Tierra». Asimismo, el funcionario indicó que «la mayor parte de la etapa superior del cohete Long March-5B se quemará al volver a entrar. Lo que está en línea con la práctica común internacional».
Hasta los momentos, la Administración Espacial Nacional (ANEC) de China no se ha pronunciado al respecto.
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