Ni la crisis energética ni la guerra en Ucrania impulsaron con tanto ímpetu los precios del petróleo en el mercado global, como el acuerdo alcanzado entre Rusia y Arabia Saudita de retirar del mercado 1,3 millones de barriles diarios de crudo. El comercio del petróleo comenzó la semana facturando en alza, con un barril cercano a los 95 dólares en Londres. La subida frustra los esfuerzos por frenar la inflación.
En las últimas horas, el barril OPEP cotizó a 97 dólares. Su precio medio ha escalado en septiembre hasta 93,52 dólares desde los 87,33 dólares de agosto. Un incremento 7,09%.
El recorte ruso-saudí se aplicará hasta finales de año. Representa el 1% del consumo mundial. La medida es más que suficiente para empujar los precios cuando las reservas se agotan.
Estados Unidos recurrió a sus reservas estratégicas en 2022 para aliviar las tensiones del mercado y no cuenta con mucho margen para influir en el precio. La producción de petróleo en las principales regiones de esquisto está en camino de caer en octubre a 9,3 millones de barriles. El nivel más bajo desde mayo de 2023.
La Agencia Internacional de la Energía estima que la alianza supone un reto considerable para los mercados del petróleo. Sus intereses son opuestos a los de los países importadores.
Rusia, que está sometida a sanciones y vende su crudo con descuento respecto al precio de mercado, necesita un precio alto para financiar su guerra contra Ucrania. En cuanto a Arabia Saudí, el mayor productor de crudo de la OPEP, también busca maximizar sus beneficios para financiar obras, proyectos y garantizar la transición energética a la era pospetróleo ¿?).
En alza los precios del petróleo
Los precios del petróleo subieron a su nivel más alto del año y su repunte ha puesto claramente de relieve el retorno a los 100 dólares el barril. Algunos analistas estiman que el crudo podría alcanzar este hito antes de fin de año. Tanto el Brent como el West Texas Intermediate cerraron la semana en los niveles más altos del año. Los contratos petroleros han subido considerablemente y van en camino de registrar su tercera semana positiva consecutiva.
El repunte de los precios se produce en medio de crecientes expectativas de una oferta más ajustada por la reducción de los inventarios globales. Analistas del Bank of America creen que los precios pronto podrían superar los 100 dólares. «Si la OPEP+ mantiene los actuales recortes de suministro hasta fin de año, creemos que los precios del Brent podrían superar los 100 dólares el barril antes de 2024», dijeron los expertos dirigidos por Francisco Blanch.
Tamas Varga, del corredor petrolero PVM, señaló que un salto hacia los 100 dólares es plausible. Cita las limitaciones de producción de Arabia Saudí y Rusia, el próximo mantenimiento de las refinerías, la escasez estructural de diésel en Europa y un creciente consenso del fin actual ciclo de ajuste.
«El repunte del petróleo implica una renovada presión inflacionaria», observó Varga. Los datos de inflación de EE UU de esta semana y el gasto de los consumidores indican que las tasas de interés podrían permanecer altas por más tiempo. Un impacto que sería negativo para el crecimiento económico.
Impacto inflacionario en EE UU y Europa
Tanto en Europa como en EE UU, la subida de los precios del petróleo empujando al alza todos los productos. La mitad del repunte de la inflación registrada en agosto en EE UU se debió a la subida de los precios del petróleo. La subida del crudo anula los esfuerzos de los bancos centrales y se verán tentados a perseverar en las subidas de los intereses para frenar la inflación.
La Reserva Federal decidirá en las próximas horas si vuelve a subir los tipos de interés oficiales. Una decisión con consecuencias. Si el costo del dinero sube demasiado deprisa y bruscamente, podría socavar el crecimiento ya habría una reducción en el consumo de crudo y presionaría a la baja los precios del petróleo. Sin duda alguna, una recesión sería mala noticia hasta para los exportadores de petróleo.
La inflación se eleva con el repunte de los precios de la energía. La gasolina en EE UU subió la semana pasada a 3,88 dólares por galón. El más alto desde 2022.
En Europa, los analistas prevén volatilidad en el mercado. El aumento de los precios del petróleo repercute en los precios del gas natural y de la gasolina. Ya muestran un ligero aumento.
El precio del gas natural europeo de referencia Dutch TTF bajó más de un 2,5% el viernes. Un indicación de que el mercado europeo está dominado por unas perspectivas económicas sombrías, por la vacilante economía alemana y la baja demanda en el continente.