El elefante asiático, el jaguar, las grandes avurtadas indias, el sisón bengalí, el sisón común, las avutardas pequeñas, el albatros de las antípodas, el tiburón oceánico de puntas blancas, el urial y el tiburón martillo pasaron a estar a resguardo internacional.
“El cambio climático es más mortal que el coronavirus”. Hace unas semanas esta frase era el primer contacto de quienes visitaban la web de Naciones Unidas. En tiempos de la pandemia mundial de la COVID-19, las palabras del secretario general de la ONU, António Guterres, llevaban a una profunda reflexión.
Respondía a la contundente y dramática presentación que la Organización Meteorológica Mundial hizo del informe sobre el Estado del Clima Mundial 2019, que ahondaba en los indicadores climáticos. En uno abordaba las consecuencias de los gases de efecto invernadero en el calentamiento de los mares y de los océanos, la acidificación de las aguas y en su desoxigenación. En otro, el impacto del calentamiento global en la pérdida de la biodiversidad.
Precisamente estos dos aspectos y un tercero que no tiene que ver con las emisiones a la atmósfera, sino con la inconciencia del ser humano por ser el gran protagonista de la caza indiscriminada y de la deforestación, llevó a líderes de 130 países a proteger otras 10 especies migratorias en peligro.
Lo hicieron hace algunas semanas en la decimotercera reunión de la Conferencia de las Partes de la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres, que se celebró del 15 al 22 de febrero en la ciudad india de Gandhinagar.
El elefante asiático, el jaguar, las grandes avurtadas indias, el sisón bengalí, el sisón común, las avutardas pequeñas, el albatros de las antípodas, el tiburón oceánico de puntas blancas, el urial y el tiburón martillo quedaron bajo el llamado Apéndice I de la Convención. El que ofrece mayor grado de protección y que, por tratarse de especies migratorias, deben recibir todo el apoyo internacional para garantizar su conservación.
Mantener la conectividad ecológica
Llegar a su protección inicial fue el resultado del primer informe sobre el estado de las especies migratorias que se presentó en la conferencia, el cual reveló que sus poblaciones estaban en disminución. Una razón para llevar a cabo una revisión más detallada con el fin de comprender mejor su estado de manera individual y las amenazas que enfrentan.
“El informe ha sido un verdadero llamado de atención para la convención, y las partes han reconocido la importancia de un análisis más exhaustivo. La conferencia ha dado un mandato claro para preparar un informe emblemático sobre el estado de las especies migratorias que nos dará una mejor idea de lo que está sucediendo en el terreno”, dijo Amy Fraenkel, secretaria ejecutiva de la conferencia.
La convención busca conservar las especies marinas y terrestres y de aves migratorias en todo su ámbito de aplicación. Y en ese sentido la Declaración de Gandhinagar reconoce la importancia de mantener la conectividad ecológica en este mundo tan dinámico.
Organizaciones como WWF expresaron su complacencia por el importante acuerdo, aprobado por los gobiernos de la COP13, que se alinea con la detención del declive de las especies, reconocer la importancia de la conectividad y funcionalidad ecológica. También establecer acciones efectivas para abordar los problemas directos e indirectos de la pérdida de biodiversidad.
No obstante, los Estados miembros no lograron un criterio único sobre los objetivos relacionados con la cobertura y gestión de áreas protegidas. Tampoco sobre los vínculos entre la biodiversidad y el cambio climático.
“La fragmentación de los hábitats de vida silvestre ha sido un importante impulsor de la pérdida de biodiversidad y una barrera para la migración de especies terrestres. La declaración refleja algunas de las peticiones que se llevarán a la Cumbre de Biodiversidad (COP15) del próximo mes de octubre como reconocer la necesidad de abordar los problemas indirectos de la pérdida de biodiversidad, que incluyen sistemas alimentarios y agrícolas, marcos financieros y económicos, así como patrones de consumo y gobernanza”, indicó WWF.
Las especies protegidas
Elefante asiático: a diferencia del africano es ligeramente más pequeño. Sus orejas son más redondas y no tan grandes. Son extremadamente inteligentes y viven en manadas. Su trompa tiene unos 100.000 músculos diferentes y sirve para oler, respirar, barrer, beber y agarrar. Los colmillos que usan para luchar, arrancar árboles y cavar son el motivo para estar en vía de desaparición. Por el ilegal negocio del marfil, el hombre suele acabar con su vida. También el hombre por deforestar su hábitat lo llevó a que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) lo incluyera en la lista roja como amenazado en su estado de conservación.
Jaguar: es el mayor félido de América y se encuentra distribuido a lo largo de todo el continente, desde el extremo sur de Estados Unidos hasta el norte de Argentina. Habita en zonas tropicales secas y húmedas. También en matorrales áridos. Gusta cazar desde ganado hasta animales más pequeños como las tortugas. Su fuerza mandibular es capaz de reventar el caparazón. Por ser un gran depredador es una especie clave para estabilizar los ecosistemas. Sin embargo, la pérdida y fragmentación de su hábitat atentan contra su existencia. Muere con frecuencia a manos del hombre por conflictos de ganado. En la Lista Roja de la UICN aparece como especie casi amenazada.
Grandes avutardas indias: se trata de aves de gran tamaño, las más pesadas del mundo, cuyo desplazamiento es muy lento. Fuera de la época de cría andan con otras de su especie. Son muy cautas, por lo que es difícil acercarse en los espacios abiertos terrestres en los que habita. Vive en ambientes secos y se alimenta tanto de insectos como de plantas. Suele depositar de tres a cinco huevos y los incuba en la tierra. Está en peligro por la pérdida de sus lugares de vida y por la caza indiscriminada, incluso hasta en áreas protegidas.
Sisón bengalí: es una especie de ave de la familia Otididae que es endémica de la India e Indochina. Es la única especie del género Houbaropsis y su población está muy dispersa. Se calcula que quedan no más de 300 ejemplares y es una de las aves más amenazadas de extinción en todo el planeta. En lista de la UICN se encuentra en un estado de conservación amenazado en peligro crítico.
Sisón común: comparte con su pariente, la avutarda, muchas características como el plumaje críptico y las patas con tres dedos al final listos para la marcha. Su vuelo es relativamente rápido y los movimientos de las alas son únicos por el siseo que producen. El plumaje del macho es muy distinto al de la hembra durante el periodo nupcial, cuando adquiere una intensa coloración negra en el cuello. La población total de sisones machos reproductores en España ha ido en picado en los últimos años y de acuerdo a SEO/BirdLife la especie debería ser considerada como “en peligro”. Algunas prácticas de la agricultura intensiva han propiciado una gran pérdida de su hábitat.
Avutardas pequeñas: especie mundialmente amenazada por los cambios de su hábitat como consecuencia del aumento de la intensificación agrícola y del crecimiento de las urbanizaciones. Mientras la hembra es muy ligera, con un peso que no va más allá de los cinco kilos, el macho supera los 10 kilos y es extremadamente lento. Vive en la península ibérica y el centro de Europa. También se distribuye a través de Asia hasta China. Y el norte de África. Según la UICN se encuentra en un estado de conservación amenazado vulnerable.
Albatros de las Antípodas: es un ave endémica de las Islas Antípodas, un archipiélago deshabitado situado a unos 850 kilómetros al sudeste de la isla Stewart, en Nueva Zelanda. Mide alrededor de 110 centímetros de longitud y en el caso de las hembras son de un color marrón en sus partes superiores. Pueden llegar a vivir más de 40 años. Se alimenta de pulpos y crustáceos. Sus nidos los hace en lugares abiertos y con vegetación irregular tipo praderas. De acuerdo a la UICN se encuentra en un estado de conservación amenazado vulnerable.
Tiburón oceánico de puntas blancas: es conocido como tiburón longimanus. Puede llegar a medir cuatro metros y pesar 170 kilos. Le caracterizan sus grandes aletas dorsales y las pectorales con las puntas blancas. El atún, mantarrayas, tortugas, aves marinas, calamares, crustáceos, mamíferos e incluso carroña conforman su dieta. Es considerado potencialmente peligroso como los tiburones blancos, tigres y tiburones toro. Está catalogado como vulnerable en la lista roja de especies amenazadas de la UICN. Es pescado por sus aletas y por el resto de la carne, la que se vende tanto fresca como congelada, ahumada, salada o seca en mercados asiáticos. Su piel se utiliza para la preparación de cuero. Se cree que su capacidad reproductiva es baja.
El urial: también es llamado shapo o arkhar. Es un mamífero perteneciente a la misma familia de las ovejas, las cabras o los antílopes. Los cuernos en las hembras son cortos y en los machos alargados y curvados hacia fuera. Es un animal gregario que suele pasar la mayoría de la jornada alimentándose de forraje. Tiene una alimentación exclusivamente herbívora, en la que predominan arbustos, pasto, tallos y semillas. Está catalogado como vulnerable por la UICN debido a la pérdida de hábitat y la caza indiscriminada.
Tiburón martillo liso: es un depredador que utiliza su cabeza para encontrar más presas. Por la ubicación lateral de sus ojos tiene un mayor alcance visual que otros de su especie. Es el más grande de las nueve especies conocidas de este tiburón, que puede crecer hasta los seis metros. Su alimento preferido son las rayas, que pese a vivir enterradas las detecta por su elevada sensibilidad. Es una especie inofensiva, aunque los de gran tamaño son potencialmente peligrosos. Se encuentran como vulnerables en la lista Roja de especies amenazadas de la IUCN.
Lee también:
Prem Rawat: La paz no es una definición, es una experiencia interior
Puede adquirirla impresa, en digital, suscripción digital y suscripción total.
-
Revista 2266
4,00€ Leer más -
Revista 2266 (Digital)
2,30€ Añadir al carrito -
¡Oferta!
Revista 2266 Suscripción Digital
El precio original era: 23,00€.19,90€El precio actual es: 19,90€. Añadir al carrito -
¡Oferta!
Revista 2266 Suscripción Total
El precio original era: 40,00€.36,00€El precio actual es: 36,00€. Leer más