La industria textil es responsable del 20% de la contaminación del agua y del 10% de las emisiones globales de carbono. Características que, muchas veces embellecen las pasarelas, pero ennegrecen el medio ambiente. Conscientes de esa huella contaminante, hace unos veinte años, un grupo español decidió borrarla, inventando e invirtiendo en tecnologías limpias y sostenibles en la fabricación de bluejeans.
Jeanologia es una compañía española que lidera la transformación de la industria textil mediante el desarrollo de innovaciones disruptivas como la tecnología láser, ozono, e-Flow, SmartBox y H2Zero. Todas ellas son capaces de mejorar la productividad, reducir el consumo de agua y energía y eliminar residuos y emisiones nocivas.
La compañía fue fundada en 1994 por José Vidal y su sobrino Enrique Silla, en Valencia. Con un pasado ligado a la consultoría en el acabado denim (mezclilla, tejido vaquero), Jeanologia pronto se convirtió en proveedor de soluciones tecnológicas para la industria textil.
La multinacional está presente en 61 países y emplea a 220 personas. Produce el 35% de los 5.000 millones de bluejeans que fabrican en el mundo. El negocio redondo y con un mercado cautivo y creciente que no los dejará con los vaqueros guindados en el perchero.
«Durante los primeros 15 años era como hablar solo en una montaña. Nadie nos escuchaba cuando mencionábamos la importancia de la sostenibilidad. Pero nunca dejamos de intentarlo y aquí seguimos», dijo su fundador y CEO Enrique Silla.
Además, sostuvo que «las decisiones en torno al mundo textil se toman en ciudades desarrolladas como Nueva York, Barcelona, Milán, Madrid o Tokio, por citar algunas. Pero la producción sigue siendo low cost y se hace en países como Vietnam, Camboya o Bangladés. Es hora de traer la producción cerca de los consumidores».
Tecnología limpia en la fabricación de bluejeans
En la búsqueda por conseguir tecnología limpia para la producción de bluejeans, la empresa empleó el láser. Desde 1999 lo utiliza para dar ese acabado envejecido a los pantalones. La creatividad que pueden desarrollar con su uso sobre las prendas es infinita. La producción en serie, a través de un patrón, es otra de sus ventajas competitivas, puesto que sin esta automatización, cada vaquero debe hacerse de forma individual.
Después, en 2005, incluyeron el ozono en el proceso. Aseguran acaba con el 85% de los químicos del proceso de acabado. Se trata de tomar aire de la atmósfera y generar ozono para que las prendas parezcan desgastadas.
También han puesto en marcha un sistema para reutilizar el agua del proceso de lavado. Y en 2010 lanzaron un sistema de nanoburbujas que reduce un 95% los recursos hídricos y un 40% el uso energético. Su meta es que las marcas hagan uso “de todas las tecnologías en conjunto, lo cual reduciría el gasto hídrico a un solo vaso de agua”.
Y como cualquier otra empresa vinculada a la innovación y el desarrollo, los datos son una parte importante del negocio. “En temas de eficiencia y sostenibilidad, es clave la medición de los impactos por parte de las compañías. Sin ellos, da igual la intención o lo que se diga que se va a hacer, si no hay datos que demuestren las cosas”, señaló Silla.
La empresa tiene su particular cuenta de resultados «ecológica»: 15.417. 870 metros cúbicos de agua contaminada ahorrada.
“Si queremos hablar de sostenibilidad, la clave es reducir el consumo de ropa y revisar su origen. Ahora podemos alquilar ropa, pero en el caso de los pantalones vaqueros debería fomentarse la reparación”, comentó.
Misión Zero para el 2025
La compañía innovó con tecnología limpia en la fabricación de bluejeans. Tiene en mente un nuevo objetivo en 2025: Mission Zero.
El compromiso de Mission Zero es la eliminación del 100% de los residuos generados en la fabricación y el acabado de los jeans, desde el tejido hasta la prenda final. Reduciendo a su vez el uso de agua a una cantidad muy próxima a cero y devolviéndola a la naturaleza en perfectas condiciones, indicó Enrique Silla recientemente al recibir el Premio Economía 3 a la ‘Trayectoria Empresarial’.
Al mismo tiempo, pretenden crear ‘urban factories’ –fábricas en las ciudades– para estar cerca del consumidor. Y producir solo aquello que se vende y el cliente esté dispuesto a comprar. Jeanologia prevé con este modelo eliminar excesos de stock en tiendas, ya que en la actualidad el 20% de la producción textil nunca se consume y acaba en vertederos.
Marcas como Levi’s, Pepe Jeans, H&M, Inditex o Uniqlo depositan su confianza en Jeanologia. Sin embargo Silla valora más el impacto social y de cuidado del medioambiente. Eso no estaba en la agenda de los países o al menos no como ahora. «Siempre dijimos que no queríamos ser la mejor empresa del mundo, sino la mejor para el mundo», añadió.
La multinacional valenciana se apuntó en la lista de empresas que aspiran a fondos europeos para la transición ecológica.
fondos europeos ha comenzado y son varias las compañías valencianas que han presentado proyectos a la Generalitat Valenciana para que puedan ser trasladados a Bruselas, a través del Ministerio de Industria
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