POR CAMBIO16
18/11/2017
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El fiscal general del Estado, José Manuel Maza, ha fallecido este sábado en la capital argentina, Buenos Aires, tras sufrir una infección.
«Ha fallecido el Fiscal General del Estado, José Manuel Maza Martín. Mi reconocimiento y agradecimiento por una vida de trabajo al servicio del Estado. Mi sentido pésame a su familia, amigos y compañeros. Descanse en Paz», escribió en su cuenta personal de Twitter el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Ha fallecido el Fiscal General del Estado, José Manuel Maza Martín. Mi reconocimiento y agradecimiento por una vida de trabajo al servicio del Estado. Mi sentido pésame a su familia, amigos y compañeros. Descanse en Paz. MR
— Mariano Rajoy Brey (@marianorajoy) November 18, 2017
Se reporta que el funcionario fue ingresado en la unidad de cuidados intensivos en un hospital local por un proceso infeccioso que le afectó uno de los riñones.
Maza, de 66 años, viajó a Buenos Aires para participar en la Asamblea de Ministerios Públicos Iberoamericanos, que arrancó el pasado 15 de noviembre.
De acuerdo con fuentes de la Embajada de España en el país sudamericano, el fiscal se sintió mal desde el momento de la llegada a la capital argentina.
Sin embargo, prefirió seguir con su agenda. Luego los médicos recomendaron su ingreso hospitalario inmediato, por lo que Maza permaneció desde este viernes en cuidados intensivos.
Trayectoria de José Manuel Maza
Maza fue nombrado fiscal general del Estado el 25 de noviembre de 2016 en sustitución de Consuelo Madrigal. Anteriormente, presidió la Sección Primera de la Audiencia de Madrid.
Nacido en Madrid en 1951, ingresó en la carrera judicial en 1975 y en la fiscal en 1978, donde fue el primero de su promoción, si bien comenzó ejerciendo como abogado y como letrado de la Red Nacional de Ferrocarriles.
De sensibilidad conservadora aunque con posicionamientos muy independientes en algunos de los asuntos que le ha tocado deliberar, se opuso en su día a la denominada Doctrina Botín, propuso el archivo de la querella contra Pablo Iglesias por presunta financiación de Venezuela e Irán y expresó sus dudas sobre la última reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ).
En la década de los 90 fue portavoz de la asociación conservadora de jueces y magistrados «Unión Judicial Independiente» (UJI). Durante esos años pasó a ser juez decano de distrito en Madrid tras haber ocupado la titularidad en los juzgados de Alcorcón, Valencia y Cangas del Morrazo (Pontevedra).
Más tarde fue presidente de la sección primera en la Audiencia Provincial de Madrid y en 2002 fue nombrado magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo («Sala Penal»), en sustitución de Adolfo Prego, que fue nombrado vocal del CGPJ.
Además de su trabajo diario como magistrado, también escribió libros. Es autor del «Manual de Psiquiatría Legal y Forense«, «Circunstancias que excluyen o modifican la Responsabilidad criminal y Casación Penal Práctica«, así como de otras publicaciones relacionadas con el Derecho Penal y las vinculaciones entre el Derecho y la Medicina.