Cambio16
24/03/2018
La reserva hidráulica española se encuentra al 60% de su capacidad
Comienza el domingo 25 de marzo. Cuando sean las 02:00 horas en realidad serán las 03:00 horas. El horario de verano da inicio como un ajuste obligatorio para todos los Estados de la Unión Europea. ¿El motivo? Sacarle mayor provecho a la luz solar y producir ahorro energético. El cambio proviene desde la Directiva Europea 2000/84CE. En España, esta directiva se incorporó al ordenamiento jurídico nacional mediante el Real Decreto 236/2002 de 1 de marzo.
Más horas naturales
El horario de verano durará hasta el último fin de semana de octubre, cuando regrese el horario de invierno. Tal como señala Europa Press, el horario de verano no solo tiene efectos positivos en el ahorro energético. También hay que tomar en cuenta el impacto en el transporte, las comunicaciones, la seguridad vial, las condiciones de trabajo, los modos de vida, la salud, el turismo o el ocio.
Aunque el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) no posee datos precisos sobre la cantidad de ahorro energético que supone el horario de verano, sí hay algunas aproximaciones. Se estima que en los últimos años este cambio ahorra entre 3 y 5% de electricidad. Esto se traduce, como señala El Periódico, en economizar cerca de 300 millones de euros.
Si damos una vuelta por el pasado, sabremos que el horario de verano o «tiempo de ahorro de luz» no es algo nuevo. Según el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital el cambio de hora se remonta a la década de los 70, con la primera crisis del petróleo. De esta manera, desde 1981 se aplica como una directiva que se renovaba cada cuatro años hasta la aprobación de la Novena Directiva, del Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión, en enero de 2001, que establece el cambio con carácter indefinido. No obstante, en España el cambio de hora se realiza desde 1974.
Con el horario de verano, amanece y anochece más tarde. Sin embargo, esta medida, año a año, alerta a la comunidad médica. Los ciclos del sueño se ven afectados. Muchas personas padecerán irritación, insomnio e incluso un leve desequilibrio alimenticio.