Por Cambio16
18/09/2017
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El ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis de Guindos, cree que el desafío catalán no afectará a la revisión de la calificación de España que algunas agencias internacionales, como Moody’s, deben realizar a finales de este mes, dado que «nadie» considera viable la independencia de Cataluña y ha advertido de que «el empobrecimiento de la sociedad catalaña sería brutal» en el caso de secesión.
«(La independencia) es tan irracional que ni los inversores, ni los mercados de capitales ni mis colegas del Ecofin consideran que sea un escenario mínimamente viable y aceptable y, por lo tanto, no lo incorporan a sus cálculos. Por supuesto, el Gobierno no va a dejar que ocurra», ha subrayado en declaraciones a la Cope.
El ministro ha asegurado que el debate catalán «no ha impactado por el momento» en los indicadores económicos porque los inversores, los mercados financieros y los que prestan dinero a España no se creen que vaya a haber independencia.
«El impacto sobre la prima de riesgo es muy marginal; lo que ha habido es una modificación de la referencia del bono español, lo cual aumentó unos cuantos puntos básicos la prima de riesgo, pero como consecuencia del debate sobre Cataluña, el impacto es inexistente», ha explicado.
Guindos ha insistido en que, desde el punto de vista económico, la separación de Cataluña sería «absolutamente irracional» y ha advertido de algunas de las consecuencias que tendría y «de las que no hablan» los defensores del proceso.
Consecuencias para Cataluña
Así, ha indicado que la independencia supondría la salida de Cataluña de la zona euro y de la UE, lo que conllevaría que el 75% de su producción estaría sujeta a un arancel.
Por otro lado, ha añadido, los bancos con sede en Cataluña deberían cambiar su domicilio, lo que generaría una «incertidumbre brutal».
Al mismo tiempo, la Cataluña independiente tendría que crear su propia divisa, con una devaluación de entre el 30% y el 50%; su PIB se reduciría entre el 25% y el 30% y su tasa de paro se duplicaría.
«El empobrecimiento de la sociedad catalana sería brutal», ha zanjado Guindos, que insiste en que «nadie con dos dedos de frente» considera que la independencia es un escenario viable.