Por Cambio16
09/06/2018
La migración de África ha encontrado en España un espacio de rescate y apoyo. Tal situación ha recibido el reconocimiento de distintas organizaciones humanitarias, saludando las intenciones solidarias del gobierno socialista de Pedro Sánchez. Pero, en los pasillos de Bruselas, funcionarios de la Unión Europea están preocupados. Principalmente temen que tal apertura solidaria pueda exacerbar las tensiones políticas en la región por la migración.
Según las últimas cifras manejadas en Bruselas, la migración de África ha llevado a España a alrededor de 19 mil solicitantes de asilo en los primeros cinco meses de este año. Por consiguiente, tantos como llegaron al país en todo 2017. Eclipsando, por primera vez, las cifras que fluyen a través del norte de África hacia Italia. El aumento se intensificó en las últimas semanas. Principalmente debido a que el nuevo gobierno de Italia cerró sus puertos a la mayoría de los solicitantes de asilo, según los oficiales de rescate.
La UE luchando para contener la disidencia sobre la política de migración. Por ende, algunos funcionarios en Bruselas dicen que les preocupa que España pueda convertirse en un nuevo punto de inflamación. Incluso cuando el número total de llegadas a Europa desde África está en fuerte declive.
«No debemos dejar que explote», dijo un diplomático de la UE a Reuters el fin de semana. «El incremento no es dramático por ahora, pero estamos vigilando esto».
Mientras el debate se agita al interior de Bruselas, la migración de África sigue llegando en pateras a las costas españolas. Sólo este fin de semana fueron rescatadas 118 personas en tres pateras en el Mar de Alborán, precisa Europa Press. La cifra de rescates semanales supera la centena de personas. Con ocasionales avanzadas como las de inicios de mayo, cuando fueron rescatadas 581 personas en un fin de semana.
La migración de África pone a España en la mira
Desde hace semanas, funcionarios de la UE en Bruselas están luchando por acordar una respuesta conjunta a la migración para calmar las tensiones en Italia y Alemania. Los líderes señalaron sus preocupaciones sobre España la semana pasada cuando llegaron a un nuevo acuerdo sobre el tema. Comprometiéndose a apoyar a Madrid y Marruecos, uno de los principales puntos de salida de la migración de África, para detener la marea.
Asimismo, en el reciente Consejo Europeo celebrado a finales del pasado mes de junio, Pedro Sánchez acordó con Ángela Merkel que España acogerá a migrantes que permanecen en la actualidad en Alemania, pero que entraron en la UE por España. El acuerdo representó además un «cable de ayuda» a la canciller alemana para contener la crisis política en su país. Éste deberá concretarse en las próximas semanas.
Consultado en ese mismo Consejo sobre si España abrirá algunos de los centros de migrantes que acordaron los líderes europeos, el presidente del Gobierno ha contestado que España ya los tiene. Y que la voluntad del Gobierno es «seguir con nuestros instrumentos. Con nuestras políticas y con nuestras infraestructuras».
Pero hay tempranas de que Sánchez podría sentir presión política para endurecer su enfoque. Sobretodo si la afluencia continúa cobrando velocidad como hasta ahora. Fernando Maura, vocero de política exterior de Ciudadanos dijo que el enfoque actual del primer ministro corre el riesgo de crear un «factor de atracción».
«Cuando envíes una señal de este tipo, bien podría ser recibida por aquellos que quieren venir a Europa», dijo.