Por Cambio16
04/05/2017
Las negociaciones sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) acaban de comenzar, pero España ya ha trazado cuáles serán sus líneas rojas. Entre ellas, el Gobierno de Mariano Rajoy no está dispuesto a admitir un acuerdo que permita a Gibraltar mantener una competencia desleal con su entorno español, según recoge un informe elaborado por la Secretaría de Estado de la UE al que ha tenido acceso el diario El País.
En este sentido, cabe destacar que el Gobierno español ha conseguido que la UE se ponga de su lado en las discrepancias que puedan surgir respecto a El Peñón. El pasado 29 de abril, la UE de los 27 dirigentes se reunieron en la primera cumbre desde que el Reino Unido invocó oficialmente el artículo 50 del Tratado de Lisboa para adoptar por unanimidad las directrices de la negociación del Brexit.
«Una vez que el Reino Unido haya abandonado la Unión, ningún acuerdo entre la UE y el Reino Unido podrá aplicarse al territorio de Gibraltar sin acuerdo entre el Reino de España y el Reino Unido», reza una de las orientaciones que otorga a España el poder de veto sobre las decisiones relativas a El Peñón.
España quiere aprovechar la oportunidad que le ofrece el Brexit para cambiar la relación actual con Gibraltar. Según el citado medio, el informe ‘Negociaciones sobre la retirada del Reino Unido de la UE‘ deja claro que para el Gobierno español «Gibraltar es una cuestión de Estado» y que el régimen especial que tiene la colonia, y que España tuvo que aceptar para poder adherirse en 1986 a las entonces Comunidades Europeas, «ha derivado en una situación de injustificado privilegio».
Así, el documento recuerda que a pesar de que Gibraltar disfruta de las cuatro libertades de las que gozan los miembros de la UE (circulación, mercancías, servicios y capitales), no forma parte de la Unión Aduanera ni se le aplica la legislación británica, por lo que «ha desarrollado un régimen propio extremadamente permisivo en materia fiscal, aduanera y de establecimiento de sociedades, que en la práctica lo ha convertido en un paraíso fiscal».
«España no puede aceptar que la UE negocie con el Reino Unido una relación que [no sea] compatible con la posición española sobre la reivindicación territorial, que [no] respete los intereses españoles, de los ciudadanos del Campo de Gibraltar y que [no] impida una situación de competencia desleal con el territorio español», subraya el informe dejando claras cuáles serán las líneas rojas del Gobierno español.