La electromovilidad todavía es una asignatura pendiente en España. A pesar de que hay una tendencia al alza del mercado electrificado en el país, sigue sin salir de los últimos puestos del ranking europeo que valora la evolución de España y sus comunidades autónomas en penetración de vehículos electrificados, así como el nivel de desarrollo de las infraestructuras de recarga de acceso público.
Según el indicador global de electromovilidad, España solo cuenta con 12.702 puntos de recarga a lo largo de todo el territorio nacional. La cifra, se sitúa en la penúltima posición del ranking europeo, solo por delante de República Checa.
En el ámbito nacional, Madrid, Islas Baleares, Cataluña y las Islas Canarias obtienen una valoración por encima de la media nacional. Sin embargo, es necesario que el país entero aumente su esfuerzo en el despliegue de infraestructuras de recarga y en la penetración del vehículo electrificado. Sobre todo, porque las emisiones del transporte por carretera constituyen una de las principales fuentes de contaminación del aire. Causa de varias enfermedades graves, como las enfermedades cardiovasculares, respiratorias y el cáncer.
La contaminación del aire además, es responsable de decenas de miles de muertes prematuras al año. Por ello, su reducción es una de las principales prioridades del Pacto Verde de la Unión Europea.
Los españoles pagarían más por un vehículo que genere menos emisiones
Una encuesta de la firma internacional de investigación de mercados y análisis de datos basada en Internet, YouGov, una gran mayoría estaría dispuesta a pagar un importe más elevado a la hora de adquirir un vehículo si éste estuviese propulsado por tecnologías limpias. La investigación encargada por la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (T&E), indica que el 71% de la ciudadanía española pagaría hasta 500 euros adicionales si los fabricantes de vehículos aplican una reducción significativa de las emisiones.
Este estudio, según algunos expertos, podría obligar a los fabricantes a reducir las emisiones de los automóviles. Nueve de cada diez personas encuestadas, en concreto el 88% de ellos, contestaron que los fabricantes deberían estar obligados por ley a reducir las emisiones de los automóviles nuevos «tanto como sea técnicamente posible».
Un 54% de los encuestados además declaró que, al momento de comprar un vehículo espera que este cumpla el límite mínimo legal de contaminación. Incluso si es de segunda mano. Mientras que una minoría del 9% no espera que un coche de segunda mano cumpla este criterio.
España debe avanzar en electromovilidad
Para T&E, esta encuesta demuestra la necesidad de contar con una regulación más estricta sobre la contaminación del aire para que los fabricantes produzcan los vehículos más limpios posibles. Según Isabell Büschel, directora de la oficina de T&E en España, «el sector automovilístico afirma que la reducción de las emisiones de los vehículos es demasiado cara, aunque en realidad costará menos que pintar un coche. El público quiere los coches más limpios posibles y está dispuesto a pagar la diferencia».
Por otra parte, la Comisión Europea planea hacerle seguimiento a las emisiones de los vehículos para medir sus condiciones reales y su ciclo de vida en las carreteras. Y es que, en la actualidad únicamente verifican los automóviles nuevos durante los primeros cinco años o durante sus primeros 100.000 km.
La realidad es que en Europa la mayoría de los vehículos continúan usándose durante mucho más tiempo que eso, y con muchos más kilometraje del monitoreado actualmente. Especialmente en Europa del Sur, Europa Central y Europa del Este. Esto hace que millones de personas mantengan rodando vehículos que generan mayores emisiones, lo cual constituye una amenaza para la salud pública.
En concreto, España debe dar un paso más allá para mejorar la calidad del aire. Según Cristian Quílez, responsable de proyectos de ECODES, este es un problema al que deben hacer frente todas las ciudades, «apostando por una movilidad urbana de cero emisiones».
Pocos puntos de recarga de vehículos electrificados
Respecto al nivel de infraestructura, España cuenta actualmente con un total de 12.702 puntos de recarga a lo largo de todo el territorio nacional. Lo que supone solo 855 nuevos puntos de recarga registrados en el tercer trimestre de 2021. Aunque es un crecimiento importante en algunas regiones, no se compara con el crecimiento registrado en países como el Reino Unido, Francia o Portugal.
Además, estos nuevos puntos de recarga se producen en niveles de potencia asociados a carga lenta, con potencia de como mucho 22 kW, representando el 94% de los nuevos puntos de recarga instalados en el mismo periodo.
Actualmente, los demás países del Viejo Continente están acelerando con suma rapidez su desarrollo de la electromovilidad. Especialmente en cuando a la de infraestructura de recarga. Así como de entrada de vehículo electrificado. Pero el bajo ritmo de España coloca al país en una posición muy grave, sobre todo cuando los objetivos están planteados para 2050.