POR NARKYS BLANCO
29/09/2017
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En Europa las redes de calor y biomasa representan el 16% de la calefacción; y en España nueve de cada diez de las nuevas instalaciones utilizan esta fuente de energía. Razón por la que las previsiones apuntan que en 2020 operarán 704 redes de calor en España, lo que supondrá un incremento del 95% respecto a estimación de cierre de 2017 (362). Y el crecimiento de la potencia instalada será de más del doble, con 860.757 kW en 2020, frente a los 401.057 kW que se registrarán este ejercicio, según las estimaciones del Observatorio Nacional de Calderas de Biomasa en España.
Estos son algunos de los datos que se han puesto sobre la mesa durante el encuentro ‘Alcalde explica a alcalde’, celebrado esta mañana en el marco de la feria Expobiomasa, organizado en colaboración con la Asociación de Empresas de Redes de Calor y Frío. Un foro en el que se han presentado las ventajas y los retos a los que ya se enfrentan en España un significativo número de municipios.
La Diputación de Girona ha impulsado el proyecto BEenerGI, a través del cual ya se han realizado actuaciones en 85 edificios de 50 ayuntamientos sustituyendo las calderas de combustibles fósiles por otras de biomasa, lo que ha supuesto una inversión de 9,4 millones de euros, además de movilizar el mercado local de la biomasa con la intervención en 2.821,5 hectáreas de bosques de la provincia.
El compromiso municipal arrancó en 2007, con la puesta en marcha de las dos primeras calderas para abastecer a las instalaciones deportivas. En 2016 se inauguró el primer ‘district heating’ con biomasa para suministrar a varios edificios públicos, entre ellos, el propio Ayuntamiento. Con esta red de calor se reducen 151 tn de emisiones de CO2 cada año. Además, este año se pondrá en marcha otra nueva red de calor para otros cuatro edificios.
Estas infraestructuras no han supuesto una inversión o endeudamiento del Consistorio, ya que se ha realizado a través de una Empresa de Servicios Energéticos local.
España y su estructura operativa en el calor
Por su parte, el concejal de Patrimonio de Cuéllar, Luis Senovilla –la localidad decana de las redes de calor en España–, explicó la experiencia de esta infraestructura, que está operativa desde hace 18 años. Actualmente, la red de calor, de algo más de tres kilómetros, presta servicio a 278 viviendas, repartidas en 24 viviendas unifamiliares y cinco cooperativas de vecinos y otros tres bloques de viviendas, además de seis instalaciones municipales. Cada año se evitan la emisión de 1.500 tn de CO2.
Este verano en España han comenzado las obras para instalar contadores individuales en cada vivienda, lo que permitirá observar por medios telemáticos el comportamiento del consumo en comunidades y poder anticiparse a la demanda de los vecinos y mejorar la eficiencia del sistema de generación y distribución.