Evaluar la efectividad de las políticas implementadas para enfrentar la pandemia del coronavirus resulta prioritario para corregirlas, rediseñarlas, profundizarlas o ampliarlas. Hasta ahora los análisis hechos a nivel europeo no dejan bien a España en el manejo de la crisis.
Los más recientes reportes económicos y sanitarios colocan al país a la cola de la Unión Europea. Tanto en términos de manejo sanitario, como de mitigación de los efectos económicos. Las cifras le dan la espalda a la gestión gubernamental.
Desequilibrio en las ayudas
Uno de los aspectos en los que España queda muy mal es en las ayudas de Estado, pese a que el pasado viernes fue autorizada por la Comisión Europea a recapitalizar con dinero público a las empresas afectadas por el parón para frenar la pandemia.
El monto total de fondos autorizados por la Comisión Europea asciende a 1,93 billones de euros y se distribuyen a través de 147 medidas nacionales en relación con la COVID-19. Las cifras muestran que unos países han sido mucho más eficientes en el manejo del dinero
Alemania suministró más de la mitad del total (un 52%). Francia e Italia, están a la zaga, con 17% cada una. Sin embargo, otros están lejos: Bélgica apenas se sitúa en el 3%, pero España está peor, no logra alcanzar el 2%.
Modestos resultados sanitarios
Los informes sobre la incidencia sanitaria y económica del coronavirus, que ha publicado el servicio de estudios de Deutsche Bank tampoco resultan halagüeños para el desempeño del gobierno de Pedro Sánchez. Las cifras son demoledoras. Los resultados en el manejo de la crisis son muy pobres, tanto en el aspecto sanitario como en el económico.
Tomando como base los datos de la Organización Mundial de la Salud y las cifras de la Universidad Johns Hopkins University, el Deutsche Bank encontró que España acumula el mayor número de infectados por habitante. En la mortalidad per cápita, el banco germano encuentra que España está en el segundo puesto del ranking mundial, detrás de Bélgica.
El informe del Deutsche Bank plantea una enorme posibilidad de que en España se produzca una crisis fiscal. Otra de las debilidades del gobierno de Sánchez. Mientras que el déficit para Alemania se movería entre 9% y 10% del producto interior bruto, en España sería entre el 19-22% del PIB.
https://twitter.com/DeutscheBankAG/status/1260949280468107265
Europa sigue sus esfuerzos
A pesar de los modestos logros alcanzados, España tiene por delante opciones para mejorar su manejo de la crisis. Europa continúa en la búsqueda de instrumentos para minimizar los efectos negativos de la pandemia y España los podría aprovechar. Por ejemplo, el fondo de recuperación europeo, cuyos objetivos e instrumentos de aplicación fueron delineados por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Von der Leyen anunció ante el Parlamento Europeo que se crearán instrumentos para lidiar con dos preocupaciones de los europeos: su dependencia del exterior y los posibles desequilibrios del mercado interior. Se dará respuesta con uno para apoyar industrias estratégicas y otro para respaldar las empresas solventes.
La funcionaria no habló de cifras, aunque el consenso sitúa en torno al billón y medio de euros el total de la respuesta económica a la pandemia. Tampoco sobre qué porcentaje de la ayuda llegará a través de préstamos y qué parte a través transferencias a fondo perdido, como pide España.
The economic recovery instrument together with our next EU budget will be the ambitious answer Europe needs.
For a modern, clean and healthy economy, which secures the livelihoods of the next generation. pic.twitter.com/DimIogS6bS— Ursula von der Leyen (@vonderleyen) May 14, 2020
Refuerzo de los pilares
Los fondos se destinarán a tres pilares. El primero, bautizado como «Recuperación y resistencia», atraerá la mayor parte del dinero. Financiará obra pública y reformas alineadas con las prioridades europeas: la descarbonización de la economía y la digitalización, además del reforzamiento de la autonomía europea.
El segundo pillar estimulará el sector privado. Se reforzará la herramienta InvestEU, que moviliza la inversión privada con garantías comunitarias.
Von der Leyen anunció la creación del instrumento para inversiones estratégicas y otro para proteger a empresas solventes.
Por último, la Comisión también reforzará los programas que han sido valiosos durante esta crisis, como RescUE para ayudar en situaciones de crisis, y Horizonte Europa, de innovación. Además, se creará un nuevo programa de salud.
La jefa del Ejecutivo comunitario reconoció que la consecuencia de este ambicioso programa de inversión será el aumento de la deuda. No obstante, pidió que el endeudamiento no se dedique a recuperar la economía de ayer: «Si es necesario aumentar la deuda que nuestros hijos heredarán, por lo menos debemos usar ese dinero para invertir en su futuro, abordando el cambio climático y reduciendo el impacto climático».
Apoyo a las empresas
España, por su parte, insiste en que se incluya en el plan para el manejo de la crisis un instrumento específico para las dificultades que están encontrando las empresas y poder compensar la situación de las que reciben menos apoyo del propio Estado.
Estas ayudas a empresas determinadas por la Comisión Europea vienen con restricciones para asegurar que sean una intervención temporal, como no poder repartir dividendos mientras se cuente con el capital público ni recomprar acciones ni pagar bonos a los directivos.
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