España se enfrenta a una réplica de tensos eventos ya vividos durante la crisis sanitaria ocasionada por el SARS-CoV-2, al alcanzar una incidencia acumulada de 689 casos positivos por cada 100.000 habitantes. Antes del fin de semana ese índice estaba en 450. En apenas días las cifras de contagios y muertes recuerdan los primeros momentos dramáticos de una pandemia que llega al pico máximo de la tercera ola. Sanidad sigue discurriendo sobre medidas más restrictivas, mientras el plan de vacunación agiliza su curso con el 78,5 % de las dosis entregadas.
El conteo oficial reporta más de 2.336.451 de contagiados y más de 53.769 fallecidos. De ese total. 84.287 personas dieron positivo en el fin de semana, la mayor cifra contabilizada hasta la fecha, además de 455 decesos.
En las estadísticas de Sanidad, Extremadura es la región con la mayor velocidad de transmisión. La incidencia acumulada es de 1.383 casos por cada 100.000 habitantes, casi 200 más que el viernes. La única comunidad que supera los 1.000 casos, con Murcia, 1.081 y Castilla-La Mancha,1.006.
Detrás se encuentran La Rioja con 920 casos; Castilla y León con 910 y la Comunidad Valenciana, 896. Las comunidades más pobladas arrojan 789 casos, como en Madrid, 631 en Cataluña y 627 Andalucía.
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, dijo que la tercera ola está en su «pico máximo». Asentó que en los próximos días comenzaría la fase de «meseta» o incluso de «bajada» de los casos.
Entretanto, el virólogo José Antonio López, cree necesario un “confinamiento corto” de unas dos semanas para frenar el cúmulo de pacientes y evitar el colapso sanitario. “La transmisión está descontrolada”, manifestó en Antena 3. El experto de la Universidad Autónoma de Madrid considera conveniente ir delante del virus, como hacen en Australia y Nueva Zelanda. Toman medidas severas con muchos menos casos positivos, para evitar la expansión del virus. “No tengo muy claro que ya se vislumbre dónde está la cima”, anotó.
En el pico de la tercera ola de la pandemia
El sector de la hostelería, tan golpeado durante la pandemia, ha acudido a las instancias judiciales a reclamar su espacio en medio de tantas restricciones. Los tribunales han entendido la situación en Aragón. En su dictamen, el Tribunal Superior de Justicia indicó que las medidas “generan confusión” y que se observa en ellas una “ausencia de justificación” para que sean tan exageradas.
Cataluña también apeló a los tribunales para dirimir las decisiones restrictivas. Aunque esas instancias aún no se han pronunciado en torno a la solicitud de la hostelería, sí avaló los recursos del Gremi d’Empresaris de Cinemes y la Unió de Federacions Esportives. En verano, los tribunales suspendieron, en distintos autos, las restricciones del Govern, que prohibían la apertura de estos establecimientos.
Mientras España transita la tercera ola de la pandemia, investigadores encuentran en la administración temprana de ivermectina una disminución de la carga viral y de los síntomas de la COVID-19.
El estudio, que forma parte del proyecto SAINT y ha sido liderado por la Clínica Universidad de Navarra y el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), justifica la realización de ensayos clínicos a mayor escala.
La ivermectina es un fármaco antiparasitario. Según se ha demostrado in vitro puede reducir la replicación del virus. Aunque en concentraciones mucho más elevadas que las recomendadas para uso humano.
El equipo investigador administró una sola dosis de ivermectina o placebo a 24 pacientes con infección confirmada y síntomas moderados, en las 72 horas tras los primeros síntomas. Se tomaron frotis nasofaríngeos y muestras de sangre en el momento del reclutamiento y transcurridas una, dos y tres semanas del tratamiento. La carga viral mediana en el grupo tratado con ivermectina fue menor. Unas 3 veces menor transcurridos 4 días y hasta 18 veces menor a los 7 días del tratamiento. Aunque no se alcanzó una diferencia estadísticamente significativa.
Critican a China y a la OMS por manejo de la pandemia
Un panel independiente que revisa el manejo de la pandemia, ahora en la tercera ola, dijo que los funcionarios de China pudieron haber aplicado medidas de salud pública más firmes en enero. Además, considera que la propagación del virus se vio beneficiada por una «epidemia en gran parte ocultada».
El panel también criticó a la Organización Mundial de la Salud por no declarar una emergencia internacional hasta el 30 de ese mes. Agregó que «la OMS no ha tenido suficiente fuerza para hacer el trabajo». Pidió un «reinicio global» y anunció que daría recomendaciones en un informe final a los ministros de salud en mayo. «Lo que está claro para el grupo es que las autoridades de China podrían haber aplicado medidas de salud pública más contundentes en enero. También está claro que a finales de enero de 2020 había pruebas de casos en varios países», destaca.
El informe agrega que «todos los países que detectaron casos probables debieron haber aplicado medidas de contención de salud pública inmediatas. No lo hicieron. Solo unos pocos países aprovecharon plenamente la información disponible para responder a una epidemia emergente»..
China, que había logrado controlar el virus, mientras el resto del mundo luchaba contra la pandemia, ahora apresura la construcción de un gran centro de salud. Se trata de un albergue de cuarentena para 4.000 pacientes en la ciudad de Shijiazhuang, en el norte de China. Las autoridades han detectado pequeños brotes y han intensificado los test y las medidas restrictivas.
EE UU pone en tela de juicio información china
A pocas horas de abandonar el poder, el secretario de Estado, Mike Pompeo, criticó a China por la pandemia, que en plena tercera ola.
El Departamento de Estado señala que «el Gobierno de EE UU tiene razones para creer que varios investigadores del Instituto de Virología de Wuhan (WIV) enfermaron en otoño de 2019. Mucho antes del primer caso identificado del brote. Con síntomas consistentes tanto con COVID-19 como con enfermedades estacionales comunes».
Asimismo, Pompeo sostiene que todo esto «plantea dudas sobre la credibilidad” de la afirmación que hizo el investigador principal de la WIV, Shi Zhengli. En su momento dijo que había «infección cero» entre el personal del laboratorio y el que investigaba el virus SARS-CoV-2″.
El funcionario indica, además, que en 2016, los investigadores de este laboratorio realizaron experimentos con RaTG13. El coronavirus de murciélago identificado por WIV en enero de 2020 como la muestra más cercana al SARS-CoV-2 (96,2% similar).
Altibajos del virus y la protección de la mascarillas
En Alemania observan un repentino aumento de contagios y muertes, cuando este fin de semana habían detectado un descenso. Solo en las últimas 24 horas se reportaron cerca de 1.000 decesos por el virus. Para un total de 2.052.028 casos y 47.622 fallecidos.
La ministra de Sanidad, Jens Spahn, espera que ese país haya pasado incluso la tercera ola de la pandemia. «Las estadísticas parecen mostrar los primeros éxitos en el desarrollo de las cifras de infección».
Sin embargo, confió en que aún no pueden relajarse las medidas impuestas para hacer frente a la pandemia. Persisten los riesgos de las variantes del virus detectadas en el Reino Unido, Sudáfrica y Amazonia, cuyo efecto probablemente conduzca a una mayor tasa de infección.
Mientras tanto, el primer ministro del estado de Baviera, Markus Söder, anunció que las máscaras N95 son obligatorias en las tiendas y en el transporte público. También se les conoce como máscaras FFP2 en Alemania y KN95 en China.
El virólogo Alexander Kekule apoya la decisión. «Una máscara de FFP ofrece mejor protección que las cubiertas normales, que a menudo se usan con demasiada holgura. Especialmente en el transporte público, donde las personas se apiñan».
En España han logrado una mascarilla de alto nivel de protección en esta tercera ola de la pandemia. Se llama Proveil y la desarrollan la empresa Bioinicia y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Tiene propiedades viricidas que desactivan el coronavirus en un 97% en 2 horas.
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